CRÓNICA: AZKENA ROCK FESTIVAL – PRIMERA JORNADA, VIERNES

 

AZKENA ROCK FESTIVAL

Viernes 21 de junio de 2019 – Mendizabala – Vitoria-Gasteiz

 

 

18 ediciones consecutivas de un festival que se sigue manteniendo como una referencia cada vez que nos acercamos a las fechas del solsticio de verano. Un festival al que año a año poco hay que añadirle en cuanto a lo que supone organizativamente, con un discurrir de los acontecimientos donde los horarios se cumplen a rajatabla, con suficientes servicios en todos los aspectos y cada vez consolidando más actividades al margen del cartel principal. Podríamos mencionar como novedad la ubicación de las taquillas, más alejadas del acceso al recinto, intentando así evitar las aglomeraciones en la entrada al festival, algo que podemos decir, llegando a primera hora de la tarde del viernes, que se consiguió. Y en cualquier caso tampoco es el Azkena un festival de filas interminables, sino que se convierte en algo bastante ágil tanto para ver los conciertos como a la hora de hacer uso de sus diferentes servicios.

Como cada año para nuestros gustos había actuaciones más interesantes, algunas menos interesantes y otras de las que preferimos no dar cuenta. Cierto que alguna de estas vi por curiosidad, pero cuando uno no conoce y no entiende muy bien algo, es mejor no hablar de ello, porque seguramente las valoraciones serían erróneas. Es lo que ofrece un festival tan variopinto, que toma el rock de una manera muy amplia, abarcando desde los terrenos más cercanos al pop incluso y llegando en alguna ocasión hasta el metal.

Quise llegar a primera hora para ver con curiosidad a Micky And The Buzz, la actual banda afincada en Bilbao con la vocalista italiana Micky Paiano, de la cual guardo un gran recuerdo de su época en No Relax. Ahora en un estilo más cercano al rockabilly sigue demostrando que es una vocalista que domina muy bien el escenario, sabiendo captar la atención del personal más tempranero de la jornada del viernes con su carisma brillando en el escenario God, el principal del festival.

MICKY AND THE BUZZ
MICKY AND THE BUZZ

Como cada año cada escenario contaba con su propia denominación, flanqueado por la imagen de figuras  de la música que se nos han ido en los últimos meses. Uno de ellos era Vinnie Paul Abbott de Pantera, cuya figura se encontraba en el tercer escenario denominado Love, donde Giante me sorprendieron como un grupo muy original. Jugaban en casa y no se amilanaron ante figuras internacionales. Su rock alternativo se basa en riffs prácticamente grunge, pero con unas voces que juegan con la agresividad de tal manera que incluso para un metalero de mente abierta pueden ser un grupo a prestarle atención. El hecho de intercalar diferentes voces da un dinamismo tan brutal a su música como su sonido. Actitud y fuerza inconmensurable la que desplegaron para defender los temas de su trabajo “This Is Fine”.

GIANTE

Muy de pasada vi el espectáculo que en el escenario Respect, el segundo por orden de relevancia en el festival, estaban realizando los norteamericanos Surfbort, una banda de punk con tintes bastante actuales donde juega un papel fundamental la actuación de su vocalista Dani Miller. Me dio la sensación de ser un grupo probablemente más efectivo en un recinto cerrado y con una distancia más corta con sus seguidores, a los que garantizan sudorosas descargas.

SURFBORT

El primer gran atractivo a priori para quien suscribe eran Inglorious, que no revalidarían la gran sensación dejada en este mismo festival hace un par de años. Clave sería que en esta ocasión les tocara actuar en el tercer escenario, mientras que en aquella ocasión sería en el principal. Y claro, el sonido no fue el mismo, algo que comprobamos cómo se reiteró con otras actuaciones en este escenario Love, aunque en ninguna de manera tan sangrante como en el caso de los británicos, con un Nathan James quedándose con la cara del técnico. No sé lo que pasaría a la salida…

INGLORIOUS

Y es que su impresionante voz no sonó a la altura que su talla como cantante merece, sin que tampoco pudiéramos escuchar los instrumentos con gran nitidez. Pese a ello esta actuación sí que fue una reválida para su joven guitarrista Danny Dela Cruz, que dentro de la remozada banda del heredero natural de David Coverdale se llevó grandes ovaciones y toda la admiración del personal. Sobre todo en la parte final de la versión de Alanis Morissette “Uninvited” se lució con ese extendido y sentido solo final. Un tema del que no esperaba gran cosa, pero que resultó en directo algo muy brillante e intenso.

INGLORIOUS
INGLORIOUS

La banda no deja de transmitir una clase y un talento que les sigue haciendo acreedores a ser unos grandes dentro de un estilo como el hard rock, que necesita relevos de este tipo. Sus tres obras dan fe del nivel de la banda, con un más reciente “Ride To Nowhere” tachado por algunos de ser  un disco más intimista que los anteriores pero del que temas como “Where Are You Now?”, “Taking The Blame” o el homónimo dieron buena cuenta al lado de temas que apuntan a ser míticos en la historia de esta banda como “I Don´t Need Your Loving” y los finales “Until I Die” o “Holy Water”. Lástima que momentos que hubieran podido ser memorables como “Read All About It” o “Freak Show” se vieran afectados por el deficiente sonido. Pero que nadie le quite ni un ápice de condiciones a una banda que son presente y futuro para el hard rock de cuna tradicional.

INGLORIOUS

En una honda más metalera Deadland Ritual nos brindó todo un recital de fuerza y calidad en el escenario Respect. Estos sonaron como un cañón, con el histórico Geezer Butler llenando con su bajo cada uno de los huecos de los temas propios de la banda y de las versiones que nos interpretarían, entre las que, por supuesto, sus Black Sabbath serían protagonistas. En este grupo de viejas glorias nos encontramos también con el guitarrista Steve Stevens, que también justificaría el espacio para un “Rebel Yell” de Billy Idol que arrancaría con un solo de guitarra suyo, mientras que en la batería teníamos a Matt Sorum de The Cult, Guns N` Roses o Velvet Revolver de los que tocaron “Slither”. Y en el micro Franky Perez de Apocalyptica se desmarcó como un gran vocalista y un frontman capaz de ganarse con su carisma el corazón de todos los presentes.

DEADLAND RITUAL

Abrirían fuerte con “Symptom Of The Universe” de Black Sabbath, habiendo espacio para un “Neon Knights” de la época de Dio ante la que no se achicó el vocalista. Por supuesto también apostaron por sus propios temas, de tesitura muy oscura, precisamente muy Sabbath. Tal vez no los más ideales para conectar de primeras, pero a los que considero buenos temas, como es el caso de “Broken And Bruised” o un “Down In Flames” donde sí se prestó el público a corear.

DEADLAND RITUAL

Evidentemente la reacción del público fue mayor con los temas de Black Sabbath como “N.I.B.”, “Sweet Leaf” o  el definitivo “War Pigs”, con el vocalista mezclándose con el personal abajo del escenario dando por finalizada una actuación que pareció agradar sin excepción a todos los presentes. Veremos qué ocurre cuando vayan sumando nuevos temas a su repertorio que por lo ofrecido en este concierto creo que también merecen la oportunidad.

DEADLAND RITUAL

Los Stray Cats realizaron una multitudinaria actuación donde sacarían a pasear sus mejores galas realizando un show entretenido donde este trío de tupés míticos como ningunos dentro del rockabilly demostrarían el porqué de una leyenda que con los años solo sigue creciendo, aunque tampoco es el estilo ni la banda de la que os pueda contar muchas más coas. Simplemente decir que a temor de las sensaciones que se respiraban tras su actuación parecieron cumplir con las expectativas de sus incondicionales.

Blackberry Smoke les sucedieron en el segundo escenario, dando buena cuenta de un rock sureño que en manos como las suyas está a buen recado. Los de Atlanta desgranaron sin pérdida de tiempo un buen puñado de temas de su trayectoria resultando de principio a fin una actuación intensa y brillante donde dieron cabida a su parte más cercana al hard rock con temas como “Six Ways To Sunday” o “Working For A Working Man” en un arranque muy explosivo antes de pasar por derroteros que les acercan más al country como en el caso de “Sleeping Dogs”, alargado con una inclusión intermedia del “Come Together” de Beatles. Pero si un momento fue grande en su concierto ese fue el del relajado “One Horse Town”, muy coreado por el público.  Cerraron la descarga en una línea más blues con “Ain´t Much Left Of Me”, con un guiño a Zeppelin con la interpretación de una parte de “When The Leave Breaks”.

BLACKBERRY SMOKE

Una soberbia actuación en la que el guitarrista y vocalista Charlie Star se echó a nivel visual a la banda a las espaldas y que nos dejó el entrañable momento en que se le cantó el cumpleaños feliz a su bajista Richard Turner, pero que sobre todo nos dejó la constatación de la grandeza dentro del southern rock que rezuma una banda como Blackberry Smoke, con  la que di por cerrada la jornada del viernes.

BLACKBERRY SMOKE

Una jornada que terminó siendo bastante fría algo que no es novedad en el Azkena, siendo la del sábado mucho más calurosa. Me despedí del recinto mientras tenía lugar la para mí inclasificable actuación de The B-52´s, que no me atrevo a juzgar, y con la confirmación de que Fu Manchu y Social Distortion estarán en la edición de 2020.

Texto: Antonio Refoyo (www.lamiradanegra.es)

Fotos: Azkena Rock Festival