CRÍTICA: EL CÍRCULO DE WILLIS – RETALES
(Retales)
8´5/10
Desconocía la existencia de esta banda que me ha causado una de las mayores sorpresas del presente año. Cuando al mirar la biografía me encontraba con músicos que habían trabajado (o lo siguen haciendo) con bandas como The Locos, Habeas Corpus o The Refrescos, me hice una idea equivocada de lo que me iba a encontrar en este “Retales”. Aunque no son una banda nueva, ya que editaron su primera obra en 2003 y dejaron con su último trabajo hasta la fecha “Fábulas”, de 2012, a muchos seguidores a la espera de algo nuevo. Ahora que he disfrutado de ellos he de añadir que no me extraña la expectación que causan en los que les han echado una oreja.
Esta es una obra de rock progresivo de talla internacional, con carácter muy clásico. Tanto es así que podría haber surgido en los 60, en medio de la explosión de psicodelia, y no desentonaría. De haber sido así, tal vez estuviéramos hablando hoy de El Círculo De Willis como unos clásicos que sentaron cátedra. Pero, evidentemente, ellos mismos hoy se han alimentado de toda esa música. Una música sin encorsetamientos temporales ni estilísticos.
La obra se compone de cuatro temas, el primero de ellos “Puerta 186” de 18 minutos de duración. En la edición en vinilo este ocupa la primera cara y los otros tres la segunda. Hasta en eso son tradicionales. Pocos hoy se atreverían a editar un trabajo de esta característica, que deja a un lado todo tipo de prejuicios y limitaciones. En primer lugar han roto sus propias barreras mentales. El resto parte de la calidad de unos músicos sobresalientes.
Todavía habrá quien piense que un trabajo instrumental es aburrido. Pues nada más lejos de la realidad. He aquí un disco instrumental que resulta de lo más entretenido. Y es que desde que entramos en la montaña rusa de “Puerta 186” uno no puede desconectarse. Desde pasajes jazzísticos hasta tonos arábigos encontramos en esta monumental pieza, conducida en buena parte por el saxo, con protagonismo de la flauta travesera, y con un dinamismo que no nos permite ya parar. Huelga decir que se trata del tema de cabecera del disco. Los amantes del progresivo en su sentido más estricto, por ello amplio, se pueden dar un buen chapuzón en un tema lleno de recovecos en los que explorar sensaciones. Las palabras no llegan. Solo hay que escucharlo.
“Hombre Entre La Multitud”, abriendo lo que ya sería una cara B que tampoco tiene desperdicio, nos mete en el cuerpo las ganas de echarnos unos bailes, incluso aires salseros recoge esta composición, más concisa que la primera del disco, como también lo es “Fractura”, pero que tampoco deja de ofrecer de todo en un corto recorrido. Musicalmente buscar una etiqueta más allá de progresivo es imposible. Tendríamos que enumerar un sinfín de ellas. Ahora bien, una banda en la que seguramente convergen es en Pink Floyd. Si no lo habéis notado tal vez algún ramalazo de “Nube 9” te los traiga a la mente.
Solo puedo decir que este es uno de los grandes discos de rock progresivo del año. No atiende a estándares en ningún sentido. Tan solo despliegue de virtuosismo, pero con una fluidez que nos guía sin perdernos si ponemos el oído, sin un solo momento en el que uno no perciba a unos músicos lúcidos rebosantes de ideas.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Sello: Postal Rock (www.postalrock.es)
Fecha lanzamiento: 01/05/2015