CRÍTICA: DRY RIVER – QUIEN TENGA ALGO QUE DECIR… QUE CALLE PARA SIEMPRE
(Quien Tenga Algo Que Decir… Que Calle Para Siempre)
8´5/10
Me imagino que poner en común todas las ideas de una obra de Dry River tiene que ser toda una locura, pero el caso es que el resultado finalmente es ordenado pese a que sus obras tienen absolutamente de todo. Este segundo disco de los castellonenses sigue la línea de su debut “El Circo De La Tierra”, pero si cabe enriquece aun más una propuesta musical a la que no le faltan alicientes para los oídos más avezados. Para gente abierta de mente, que le guste la buena música sin ataduras, sin etiquetas, aunque para simplificarlo lo tachemos de rock progresivo o sinfónico.
La obra la podemos entender como conceptual, al menos tiene tintes de ello en la forma de presentarse. Comienza con una intro que luego nos enlaza con el tema de cierre “Traspasa Mi Piel”. En ese ramalazo ya encontramos arreglos y detalles que nos indican lo mucho que nos queda por descubrir en un disco que cuenta con un buen número de colaboraciones aportando lo suyo en forma de coros e instrumentos que salen de lo habitual en cualquier banda de rock.
“Bajo Control” ya es un buen ejemplo de ello. Siempre hay un hueco para un ornamento sin que la ampulosidad haga que esto se vaya de madre ni mucho menos. Hay orden e incluso el grupo es capaz de permitir silencios donde haga falta. Y es que esto también es música. Por contra “Irresistible” es un tema más simple, bailable y asequible. No creo que sea de los más destacados del disco y su melodía vocal me recuerda a “Como Hemos Cambiado” del cásico de Presuntos Implicados, que poco tiene que ver en general con la propuesta de Dry River.
Aunque tampoco dejan de lado un pequeño toque pop, que en temas como “Caída Libre” queda patente. Ahora bien, lo suyo es la ornamentación de temas tan redondos como “¿Cuánto Vales Tu?”, una pieza central en el disco, con letra crítica y un buen puñado de detalles de diferentes instrumentos. Incluso hay un pequeño pasaje reggae. Operístico resulta “Frascos Vacios”, donde el juego de voces es espectacular. Su estilo sigue recordando a bandas como Asfalto, con lo que la colaboración de Julio Castejón le va de perlas a “Informe T 24”. Y otra pieza central sería la extensa “Rosas Y Gaviotas”, con referencia política más que evidente. Se puede ser crítico y elegante en una pieza de más de 13 minutos que tiene absolutamente de todo. Una delicia que se pare el tiempo durante más de una hora de música al servicio de canciones libres, sin límites para la imaginación, que van mucho más allá de virtuosismo y de cualquier demostración ajena a la sensibilidad más sincera.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Sello: Rock Estatal Records