CRÍTICA: RAFA BLAS – SIN MIRAR ATRAS
(Sin Mirar Atrás)
7/10
Segundo disco del albaceteño desde que en 2013 saltara a la fama de la mano del concurso televisivo «La voz». Sin duda a él y sus seguidores les gustaría que sus trabajos se escuchasen o criticasen de la misma manera que se hace con otros trabajos; y es que es obvio que aunque el resultado es lo que importa, Rafa esta aun lejos de separarse de la estela «triunfito». Yo he sido siempre defensor de ese tipo de formatos, esos tan enormemente odiados por a veces un sector, el del Rock, tan clasista e injusto.No negare que tanto la primera edición de «Operación Triunfo» como estas últimas de «La Voz» las he esperado con agrado sabiendo que una vez más iba a sorprenderme con según que voces y, sobre todo, entretenerme. No hablo ni de dinero, ni de «coaches», ni de supuestas manipulaciones a músicos que no merecen esa palabra solo por el hecho de no haber estado viviendo penurias en locales de ensayo. En mi opinión, este tipo de programas están para quien quiera disfrutarlos. A partir de ahí, existe el respeto que tengamos hacia los demás y por supuesto la opción de cambiar de canal si no te gusta, tan sencillo como eso.
Yo soy un músico que no ha dejado de pelear por sacar mi música adelante durante muchos años y no por observar facilidades de medios con poder económico hacia músicos noveles desorientados me siento insultado o traicionado. Puede que haya un poco de envidia en todo esto; y es que somos así: «y ese cabrón, de qué tiene ese coche?», «A mí me lo vas a decir, que llevo «x» años más que tú!?», etc. El esfuerzo y la dedicación «underground» en el local de ensayo está muy bien y esa veteranía no debe de servir más que para conectar mejor con tu instrumento y aprender a disfrutar cada vez más del estilo que más te guste, no para avasallar o menospreciar el poco recorrido de quien decidió saltarse todo ese tiempo de sufrimiento colándose por tal o cual plató de televisión. ¿Cuántos de nosotros diríamos «si, quiero» a la pregunta, te gustaría demostrar tu talento delante de millones de personas?…
Esto podría volverse muy extenso si tan solo hablásemos de la polémica «Talent show si, Talent show no» así que paso a hablar del ganador de la última edición, Rafa Blas. Después de tanto Pop, Folklore, Flamenco, Copla y «pseudo Rock» que tanto impera en las televisiones de nuestro país sea cual sea el formato, un día llega un chico enfundado en un 3/4 de cuero, con el pelo largo y con evidentes signos de «metalhead». Las reacciones no se hicieron esperar y rápidamente lo curioso, gracioso, novedoso, excéntrico y sorprendente hizo que en la calle no se hablara de otra cosa que no fuera «el jebi». Un punto del que personalmente estoy harto: ¿cuándo narices se podrá llegar a tomar en serio a una comunidad que además de ser rentabilísima, no ha bajado jamás en popularidad?, ¿por qué nos cuesta tanto sacar la cabeza intentando compartir mercado con Ricki Martin, Enrique Iglesias o Pitbull sin que sigamos siendo objeto de burla?. Sin duda otro debate.
La cosa es que me alegré de que al menos esto sirviera para que la gente mirara más allá de «Higway to hell» o «The final countdown». Pensé que al fin en televisión y con un chico metalero de voz aguda pudiéramos al fin y en prime-time ver como demostraba sus dotes con (y sin pasarme) un «I want out» por ejemplo!
Supongo que al bueno de Rafa tampoco le haría gracia tener que prescindir de su propio repertorio, que sin duda le hubiera favorecido aun más a su voz, para ceñirse a otro más popular y cansino. Imagino que esas son ya cosas que más tienen que ver con la audiencia o con la borrega incultura rockera/metalera.
Me gusta Rafa, me gusta su actitud y me gusta la humildad de quien conoce los entresijos de la escena metalera. Me gusta que quiera aprovechar la oportunidad o el regalito que en su día le hiciera Universal. También me gusta notar cierta rebeldía en su nueva propuesta, esa que parece decir: «ahora me toca a mí».
«Soy yo» abre el disco a fuego dando la sensación de «os vais a cagar», pretendiendo acallar a más de uno y sentando las bases de lo que a Rafa más le gusta, puro Metal. Un tema bastante potente, con guitarras duras de corte «panteril» y estribillo bastante pegadizo. La ilusión por un disco genuino se apodera de mi durante su escucha pero…no. Su siguiente tema comienza acústico para desembocar en una especie de «power-balad», con pinta de ser potente gracias entre otras cosas a su más que correcta producción. Lo que pasa es que salvo su solo de guitarra sinceramente no me convence nada. No me gusta el resultado de su estribillo, insulso o poco acertado armónicamente en la voz con respecto a la música. La múltiples pistas de su propia voz hacen un tanto desagradable ese «un día mas…» pareciendo una especie de coro infantil que poco me casa con la cadencia del tema.
Casi de la misma manera llega «Sin ti no soy nada», un medio tiempo facilón y un tanto pastelón. Aquí sí que tristemente veo toda esa parte «comercialota» destinada al público joven y rebelde. No es mal tema y está bien arreglado, los buenos músicos que en este disco tocan, lo hacen y realmente bien. También la voz de Rafa, sin destacar, cumple el expediente pero es el resultado en si lo que no me convence. Tampoco me gusta y nada la pobre letra, repleta de clichés. Quizá y sin cambiar de tema podría haberse esmerado un poco más introduciendo otro tipo de sinónimos para dotar de elegancia a la canción.
Su trabajo debut tuvo en mi opinión demasiadas versiones aunque es cierto que dada su procedencia era de esperar y hasta lógico. En este trabajo tan solo hay dos: «Getsemani» del musical Jesucristo Superstar y el bellísimo «Hoy tengo ganas de ti» de Miguel Gallardo. Pensaba que «Quijote» era una versión al igual que «Grita» que hubiera jurado que era de Sober.
Muy acertado el «Hoy tengo ganas de ti» añadiendo esa chispa metalera al tema. Muy bien interpretado por Rafa demostrando que posee un gran registro de voz y que aunque notándose la dificultad por alejarse de héroes suyos como Leo Jiménez, demuestra que como cantante que es, no quiere dejar de experimentar con otras tesituras que tal vez se perdiera si se obcecara solo en su principal estilo.
«Grita» es potente y pegadizo. Tiene ese aire «soberiano» que incluso como decía, me hizo dudar de su originalidad. Buen tema de Hard Rock potente pero desde luego no para destacar. «Ilusión» es para mí otra decepción a pesar de que su musicalidad es buena. Vuelve a tener una letra floja, tanto como la canción en si, carente de emoción. Se nota que «Getsemani» la tenía controlada y ensayada. Supongo que una vez más, su ídolo Leo Jiménez tuvo que ver a la hora de que Rafa se decidiera por interpretarla e incluirla en el disco. Buen resultado el de esta versión adaptándola una vez más a sonidos metaleros.
«Nada que temer» es una especie de «More than words» «ñoña». Me da un poco de rabia que los cortes más duros o intensos del disco se los lleven precisamente la versiones a excepción de su primer tema, el ultimo y poquito más. En este caso es cierto que pisan hacia el final de la balada un pelín el acelerador tan solo endureciéndola un poquito pero manteniéndola en la mediocridad.
Menos mal que equilibran un poco la balanza y nos muestran «Sin final», que aunque me sigue sonando demasiado Sober si no fuera por la voz de Rafa, sí que al menos nos da un poco de ritmo regalándonos algo de lo mejor del disco, sus solos.
Acordes predecibles baladisticos resurgen con «Mi locura» y si, otra balada de simple letra aunque esta vez sí con aire poético muy en la onda de los Saratoga de Leo. «Tu y yo» recuerda a su primer tema «Soy yo», duro y rasgado. Su estribillo no me convence simplemente por su escasez de melodía o la poca elaboración de ésta. Aun así, un tema resultón que te hará mover el pie.
Esta vez acompaña a Rafa un piano para su penúltimo tema «Una lagrima». Otra baladita, por si no hubiera suficientes. Esta al menos posee algo de emoción y regusto a balada ochentera. Se luce y mucho Rafa con este tipo de tempos lo que pasa es que creo que debieran concebir el disco como un disco equilibrado sacrificando si fuera necesario el protagonismo de la voz en beneficio de la canción en si.
El final del disco lo componen dos temas dedicados a la figura del «Quijote» en dos versiones: una eléctrica y otra orquestada. Me ha gustado bastante este tema, creo que además es el mejor del disco. También el valor que le da el hecho de que parezca pero no sea una versión es fundamental. Muy acertado el desarrollo del tema con esa cadencia tan metalera clásica y que tan bien casa con la temática del «Hidalgo caballero». Muy bien construido ese final tan emocionante con esos arreglos orquestales, esos coros masculinos tan épicos y un Rafa Blas echando el resto.
Un disco un tanto irregular a pesar de poseer buenos elementos como músicos, producción y el propio registro de Rafa. Muchos decían que este lanzamiento iba a ser el de su confirmación, el disco que iba a mostrar al Rafa músico y dedicado al cien por cien al Hard Rock o Metal. Yo aun no lo veo así debido a que observo ciertos flecos de comercialidad innecesaria así como pequeños fallos de composición muy bien disfrazados, eso sí. No es mal disco pero sí por debajo de mis expectativas. Sin duda ha dado un paso al frente aunque no con la suficiente firmeza, espero que en su siguiente disco le veamos aun más sincero y arriesgado. Desde luego, juega con todo a su favor.
GUILLERMO FERNÁNDEZ
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Sello: Maldito Records