CRÓNICA: RICHIE KOTZEN + VARGAS BLUES BAND + LOS DELTONOS

 

RICHIE KOTZEN + VARGAS BLUES BAND + LOS DELTONOS

16 – 10 – 10

Barakaldo (Rock Star Live)

RICHIE KOTZEN

Se presentaba el cartel dentro de una noche de blues, aunque tan solo Javier Vargas respondía plenamente a ese género padre de muchas de las tendencias que hoy en día degustamos los rockeros. Sea como fuere, una noche en la que podíamos disfrutar en vivo de la Vargas Blues Band y del genial Richie Kotzen es como para hacérsele caer la baba a cualquier paladar exquisito en los terrenos de la guitarra. Para qué negar que más de lado nos daban Los Deltonos. Aún así, aunque a los más rockeros se nos hicieron demasiado blandos y faltos de chispa, hay que reconocer que tienen su gusto temas como “Oscuridad” o “Inventos” con los que iniciaron la descarga. Desde el punto de vista de uno que nunca se ha visto atraído por su propuesta, le faltó transmisión a estos temas entre los que encontrábamos estribillos de fácil acceso tales como “Brindemos” o “Todavía”. Sí provocaron el bailoteo de algunos los ritmos country de “Ya No Puedo Esperarte” o “Elvis”. Incluso en temas como “Repartiendo” incitaban a la reacción del público, pero les faltó algo más de brío para conectar. Tal vez fuera más apropiado para un sector de público distinto al nuestro que, de hecho, se encontraba en la sala. La afluencia de gente acogía muy diversos tipos de seguidores entre los que había más de un curioso atraído por la importante oferta de invitaciones que se habían dispuesto. Entre ellos hubo quien apreció esta propuesta que a mí no me llenó lo más mínimo.

 

LOS DELTONOS

El que tuvo su noche fue Javier Vargas y su Vargas Blues Band. Fueron los que más cómodamente pudieron descargar y los que más calentaron el ambiente. Viendo una sala repleta la banda dio lo mejor de sí en un auténtico recital del mejor blues rock. Los músicos que acompañan a Vargas son de envergadura, sobresaliendo especialmente Tim Mitchel con una impresionante voz y con tacto en su labor de teclista. Para sí quisieran muchos cantantes de power metal los agudos que sacó de su voz negra como el propio estilo de música que practica. Todavía paladeo con agrado el regusto que nos dejaron temas como “Talking About Blues”, “People Get Ready” o “Running”. Estos sí sembraron complicidad entre la concurrencia hasta el punto de poner a cantar por un lado a las chicas y por otro a los chicos en un siempre correspondido juego. Impresionante la batalla entre la guitarra de Vargas y el teclado de su moreno vocalista en temas como “Get Away With Murder”. Totalmente elegante la forma en que cayó sobre nosotros “Back Alley Blues”. Tuvieron algún problema con el micro llegando al final, ante lo que improvisaron con una maestría total, haciendo que allí no pasara nada y tuviéramos a un grupo espontáneo capaz de salir de cualquier atolladero. Los años hacen ganar muchos recursos añadidos a las propias facultades de un pedazo de banda como esta. El final del concierto fue para una incendiaria versión de “Purple Haze” de Hendrix, a la que Vargas dotó de la afinación y el sonido adecuado para homenajear al guitarrista más influyente de la historia. Con unos músicos que no le fueron a la zaga la actuación de Vargas fue de verdadera altura, salvando los muebles de un evento que no transcurriría como esperábamos.

 

VARGAS BLUES BAND
VARGAS BLUES BAND

Porque Richie Kotzen se quedó sin tiempo para hacer una actuación mínimamente completa. Aunque la primera sensación negativa me la llevé cuando una parte del público comenzó a abandonar la sala. Es lo que tiene no pagar una entrada (repito que hubo bastantes invitaciones), que no se valora lo que tienes delante. ¿Cómo puedes tener la oportunidad de ver a una figura como Richie Kotzen y no aprovecharla? Este es uno de los guitarristas que mejor compaginan su labor vocal e instrumental. Ya le hemos visto en más de una ocasión por aquí y no deja de impresionar la potencia con la que su garganta blanca saca unos registros de la raíz más negra.

 

RICHIE KOTZEN
RICHIE KOTZEN

No creo que ninguno de los que abandonaron el recinto lea esto, pero les digo (por si acaso) que no se perdieron la mejor actuación del músico americano. Aún así, nunca es de desprestigiar una figura con tanta valía. Su concierto fue de lo más desangelado en gran parte por culpa de la falta de tiempo. Solo nos pudo descargar 8 canciones. Pero por otro lado, algo que afea mucho sus conciertos sigue siendo la manía de girarse con cada uno de sus solos más elaborados. Muchas veces termina mirando al batería, que estará impresionado de tocar con él, pero es que los conciertos se hacen para el público. Además, la gente que va a ver este tipo de conciertos es gente a la que le gusta apreciar la forma de tocar, cosa que Richie nos priva salvo que nos coloquemos hacia su derecha, ya que tiene tendencia a girarse hacia ahí. Además se le ve muy ausente y con poco feed-back con su público.

 

RICHIE KOTZEN

En cualquier caso, el sabor de boca podría haber sido bastante mejor de haber podido interpretar temas como ese “Shine” mítico que esperábamos pero que no cayó, o podía haber levantado el concierto un potente “Paying Dues” que al menos como colofón puede dejar otra sensación. Pero no, nos tendremos que quedar con lo que pudimos vivir, faltos de magia en lo visual, pero exquisitos en la interpretación. Así fueron temas como “Fooled Again”, “Loosing My Mind”, “Faith” o ese “Remember” con el que se despidió prematuramente. Desde luego no era el final más digno de uno de sus conciertos, al menos para salvar la papeleta cuando no estamos ante uno de los más memorables. Quien fue a ver prioritariamente a Richie Kotzen no tuvo más remedio que salir defraudado.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)