ROBBEN FORD

(A Day In Nashville)

8´5/10

 

 

 

Estamos de enhorabuena con los últimos discos de los músicos legendarios que ligados al mundo del blues están editando nuevos discos. Aquí tenemos lo nuevo de Robben Ford, que comenzó su carrera allá por los 70 y que a día de hoy llega con un talento intacto y fluido para editar “A Day In Nashville”. Me saltaré el número exacto de veces que ha estado nominado a los premios Grammy. Más importante y remarcable es para nosotros su participación junto a los Kiss en 1983 en el “Creatures Of The Night”, algo que muchos tal vez ignoren. Estamos ante un grande de la música que deja una clase en esta obra desbordante. Un disco grabado en tan solo un día que de esta manera demuestra una crudeza y una naturalidad propia de un directo. Para ello se ha rodeado de buenos músicos cuya ejecución al lado suyo es de lujo en estos temas. Tenemos a Audley Freed (Black Creowes) a la guitarra, Ricky Peterson (David Sanborn) al teclado, Brian Allen (Jason Isbell) al bajo, a Wes Little (Sting) a la batería y a Barry Green (Tony Bennett) a la trompeta.

Cuando hay calidad en los músicos y no hay ataduras estilísticas es cuando mejores resultados se pueden lograr. Y es que si bien estamos ante una obra cercana al blues no es ni muchos menos un blues tradicional encorsetado, hay libertad para hacer lo que le venga en gana a los músicos. Cierto que temas como “Midnight Comes Too Soon” se quedan en ese blues más tradicional, o “Ain´t Drinkin´ Beer No More”, con un teclado simplemente alucinante, brillante en esa cadencia clásica que busca esta composición. Pero hay muchos más en esta obra. Temas con el saxo haciendo de las suyas como “Top Down Blues”, que pese a su título no es un blues trillado ni micho menos. O instrumentales con la trompeta como protagonista con una libertad plena, caso de “Thump And Bump”. Música con una elegancia señorial en el caso de “Green Grass, Rainwater”, o algo de progresivo con alternancias instrumentales en el caso de “Poor Kelly Blues”. No hay desperdicio, rebosando la obra de clase, elegancia y talento por todos lados, hasta el final “Just Another Country Road”, con un trato instrumental y un tacto fantástico. Con marca especial.

Libertad en ejecución, con sensación de improvisación en muchos momentos, composiciones que dejan muchas puertas abiertas y un estilo que puede crecer en la dirección que pretenda. Blues y rock atemporal de una categoría enorme en manos de un grande de estos sonidos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

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