CRÍTICA: REO – EL VALOR DE LA SANGRE
REO
(El Valor De La Sangre)
7´5/10
Cinco años sin nuevo trabajo discográfico no han hecho que se borre la huella que Reo había dejado con sus dos anteriores discos. El tiempo es algo relativo y siempre hay sensaciones que se avivan como algo muy actual cuando retomamos el contacto con ellas. El resultado que Reo muestran en esta nueva obra es tan sensacional que no supone un reinicio en ningún sentido, sino la consolidación de lo que ya nos mostraron en sus dos únicas obras anteriores, inundando la escucha de ese feeling familiar para sus seguidores, remarcando con más fuerza los contornos de su estilo y ahondando en composiciones más logradas. Todo esto hace que en esta tercera obra suene una banda muy consolidada, con excelente engranaje pese a este tiempo de silencio discográfico, y con una marca propia pese a que se puedan intuir influencias.
Esa personalidad emerge de la pasión con la que la banda plasma cada una de sus canciones, reparando en mensajes que siempre tienen algo que decir, ya sea desde el ámbito de la crítica social o de alguna experiencia más personal. El caso es que se refleja perfectamente un punto de vista muy propio en torno a temas que inquietan a estos chicos. Ya sea temas tan globales como el propio “El Valor De La Sangre”, muy vigente, como en aspectos más personales, caso de “Para Nadie”.
El grupo sabe transmitir rabia y muy mala baba, con objetivos directos sobre los que detonar en “Días Sin Luz” o “La Balanza Del Poder”, pero por otro lado no pierden una melodía que remarca la sensibilidad que esconde toda esta tralla. Se refleja especialmente en el medio tiempo “Otoño Gris” o en el relajado y gran final “De Cansada Mirada”, aunque también lo hace en temas más cañeros como el ideal para los directos “Alma Y Papel”, todo un homenaje a sus seguidores y un perfecto reflejo del estilo general de Reo, con ese inicio lento para dar paso a un tema melódico y a la vez muy fuerte; o también en “Rumbo Soledad”, que de la manera más cruda pone a prueba nuestros sentimientos.
Por un lado es un trabajo muy contundente, con guitarras afiladas que lucen en riffs y en solos; pero por otro queda reflejado un especial sentimiento que toca la fibra más sensible. Porque dentro de ese estilo de thrash modernizado con voz tremendamente agresiva la banda juega muy bien con matices limpios con una tonalidad de heavy metal clásico que les abre mucho el estilo que finalmente hacen suyo y que acentúa el sentimiento a flor de piel que eriza el bello en la totalidad de la obra, ya sea en los temas más relajados o en los más brutales. En todos ellos textos y música arden en nuestro interior con la misma fuerza con la que salen del alma de los músicos de Reo.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
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