KARTZAROT

(L)

8/10

 

 

 

Tras su regreso con edición en un único trabajo de sus demos de los 90 Kartzarot regresó definitivamente para brindarnos no solo mágicos directos, sino editar un nuevo disco de título “Arima Ez Da Galtzen” que con el tiempo voy incluso revalorizando, como suele ocurrir con la buena música. Y es que la banda encontró una simbiosis con su actual formación que ha hecho que disfrutar del trabajo de estudio y del directo de la banda sea un gustazo para los amantes del heavy metal melódico de escuela tradicional, a los que es fácil contagiar su ilusión por esta nueva etapa.

Con ese gran sabor de boca de su anterior disco Kartzarot nos brinda este nuevo “L” manteniendo muy vigentes esas mismas sensaciones. Solo hay que escuchar el arranque con “Lehertzeko Zorian”, donde la banda no se reserva nada, con un comprometido mensaje con el medio ambiente y tirando de imaginación al enlazarlo con la posibilidad de vivir en Marte. Más allá del texto la banda expone todas sus condiciones, con un trabajo elaborado en el plano instrumental, con una base rítmica muy orgánica y un entrelazado trabajo de guitarras donde Javi y Rober siguen demostrando un entendimiento perfecto, transmitiendo muy por encima de cualquier alarde de virtuosismo.

Muy dura es la historia de “Ametsak Izoztu”, en este caso con Asier recrudeciendo su registro. Lo que transmite su voz es digno de mención, sin necesidad de tirar de falsetes, mostrando en esta nueva etapa una mayor  madurez que en los 90, y sobre todo siendo personal. Y creo que la apuesta definitiva por el euskera le viene fenomenal a su voz. El tema en cuestión vuelve a ser bastante elaborado, pero con una fluidez que el grupo jamás pierde. Le dedican un sentido homenaje al Athletic en “Gure Heroiak”, donde el grupo se endurece, con unos riffs más cercanos al thrash. De nuevo se encuentran diferentes intensidades en “Ohostutako Oroitzapenak” y “Lezama” se queda en un ámbito más relajado, pero resulta muy emotivo y crea un ambiente que dibujará en tu mente aquellos paisajes a nada que te hayas dado una vuelta por aquella zona de Bizkaia. La trikitixa de Gaizka Peñafiel es el elemento perfecto para crear el ambiente ideal.

“Erasorik Ez” podría ser el tema que cerrara el disco. Un tema completísimo y con un mensaje claro y, por desgracia, muy en boga en estos tiempos. Hay una mención explícita a uno de los casos más mediáticos de los últimos años. Y digo que podría cerrar el disco, porque la sensación que deja es de unos Kartzarot a pleno rendimiento, con gran creatividad, combinando fuerza y sensibilidad para transmitir en cada verso y en cada acorde. Y es que el final “Train” es casi una rareza. Un tema en el que la banda se muestra en un tono más hard rockero y menos heavy de lo habitual, combinando inglés, castellano y euskera y cerrando el tema de una manera un tanto abrupta. Parece que se han ahorrado algún solo de guitarra y alguna vuelta más. Se hace un tanto curioso.

El listón se lo habían puesto muy alto con su anterior disco, pero la inercia que la banda ha cogido en directos mágicos se sigue reflejando en un disco donde siguen vaciando todo lo que se dejaron en el tintero cuando, como tantas otras bandas de la época, tuvieron que parar. Pero además siguen demostrando que también tienen mucho que ofrecer en estos tiempos.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)