NIGHTWISH + BEAST IN BLACK

2 – 12 – 18

Barakaldo (Cubec)

 

Tenía mis dudas sobre la acogida que esta gira de Nightwish podía tener en un recinto tan grande como la sala Cubec, en el BEC de Barakaldo. Pensé que este lugar donde en los últimos tiempos hemos visto a bandas como Dream Theater, Deep Purple o Judas Priest se podía quedar grande para los fineses, pero lo cierto es que sin llegar al lleno tuvimos un gran ambiente y una entrada que no desmereció ante los grupos anteriormente mencionados.

BEAST IN BLACK

Se puede pensar en Nightwish como un grupo candidato a llenar este tipo de pabellones en el futuro, no en vano si bien no son dinosaurios del heavy metal se les puede considerar ya unos clásicos tras su irrupción en el metal internacional con esa peculiaridad de contar con una voz lírica al frente.  Una banda que marcó un antes y un después, guste más o menos, lo cual siempre conlleva que con el paso del tiempo su nombre se revalorice y se engrandezca una vez prendida la mecha. Así que podemos estar ante uno de los grupos que pueden ocupar ese lugar de las viejas glorias que tantas incógnitas genera una vez estas vayan despareciendo.

BEAST IN BLACK
BEAST IN BLACK

Además, en esta ocasión también tiraba mucho el hecho de que ésta se presentara como una gira que repasaría grandes clásicos con la edición del recopilatorio “Decades”, que hay que reconocer que los fans agradecen más que la presentación de un nuevo disco. Incluso uno piensa que el tirón sería aun mayor si Tarja estuviera en la formación, algo que quién sabe si ocurrirá algún día, aunque no quiero dar ideas de negocio y sí valorar y mucho el papel de Floor Jansen en la formación los últimos años. Una vocalista que le da a la banda una variedad de registros que van del lírico hasta partes netamente heavies.

BEAST IN BLACK
BEAST IN BLACK

Les hicieron las veces de teloneros Beast In Black, donde encontramos a Anton Kabanen, fundador de los exitosos Battle Beast y que tras salir de la banda dio vida a este grupo de metal melódico con los que ya ha registrado un debut de título “Berserker”, Cuentan con un portentoso vocalista como es Yannis Papadopoulos, cuyos registros son espectaculares, aunque a veces se acusara una sensación de artificialidad, en ocasiones excesiva, envuelto en unos coros imposibles grabados y con demasiados sonidos disparados. Se pierde bastante la sensación de directo de esta manera.

BEAST IN BLACK

Pese a esta apreciación la banda pareció agradar con sus canciones potentes y melódicas a la vez, con una puesta en escena que, aunque suenen plenamente actuales, deja imágenes de grupo muy clásico, con ese doblaje de guitarras y los componentes juntándose en medio del escenario, algo que siempre da mucho juego de cara al espectador. Por su parte el vocalista campaba a sus anchas por el escenario mostrándose como un buen frontman que animó constantemente al personal.

NIGHTWISH
NIGHTWISH

Dedicaron su repertorio a su debut, contando con el personal en la balada “Ghost In The Rain”, cuando se pidió que se levantaran los móviles encendidos, y con un curioso espectáculo con el bajista y los guitarristas portando unas gafas que iban haciendo pasar en cada caso una de las palabras del tema “Crazy, Mad, Insine” durante su interpretación, aunque todavía no entiendo muy bien para qué se puso un llamativo guante el vocalista en este momento.

NIGHTWISH
NIGHTWISH

Si bien dejaron grata sensación con canciones como “Blind And Frozen” o “End Of The World”, creo que hay que buscar una sensación más orgánica de cara a los directos. Y es que fue muy llamativo que los samplers con los que empiezan “Born Again” casi parecieran sustituir a la banda, sonando aquello atronador tan solo con ritmos y voz. Sonaron espectaculares, pero las sensaciones son un tanto irreales.

NIGHTWISH
NIGHTWISH

Y eso que Nightwish también es una banda ampulosa, pero la presencia del teclado a cargo del eje de este grupo, que sigue siendo Tuomas Holopainen, hace que todo resulte mucho más vivo. Y además, al bajo, guitarra, batería y voces se añade el trabajo de Troy Donockley con gaitas, flautas y otros instrumentos de apoyo. Precisamente este sería el primero en salir a escena, arrancando con la flauta después de una intro que reflejaba en la gran pantalla del escenario una cuenta atrás hacia este repaso a una parte importante del legado de Nightwish.

NIGHTWISH
NIGHTWISH

“Dark Chest Of Wonders” fue el encargado de abrir la actuación, sin escatimar en lanzamiento de llamas en el escenario. Y es que el espectáculo visual de Nightwish se equipara a cualquier gran producción de otras bandas internacionales. Las imágenes de la pantalla y la continua explosión de fuego en el escenario dieron un juego visual constante perfectamente empastado a lo que los músicos iban exponiendo en canciones como “Wish I Had An Angel” o “Come Cover Me”.

NIGHTWISH
NIGHTWISH

Floor Jansen cantó como sabe hacerlo. Es una vocalista espectacular, sin embargo creo que le costó soltarse realmente en el escenario en la primera parte de la descarga. Curiosamente fue después de pedir que por favor la gente no fumara, después de interpretar “Élan” cuando comencé a verla más cómoda haciendo más guiños con sus compañeros, como con el guitarrista Emppu Vuorinen. Y cuando tenía que ceder el protagonismo vocal al bajista Marco Hietala, este dotó de su fuerte carácter a algunos fragmentos de canciones como en “Devil And The Deep Dark Ocean”.

NIGHTWISH
NIGHTWISH

Tras ello llegaría uno de los temas mejor recibidos por el personal como “Nemo”, dando paso a un “Slaying The Dreamer”, con fuego a discreción por el escenario. La explosión final parecía una despedida, y que se hizo tras el silencio y la oscuridad reinó por un momento en el escenario, pero solo era un pequeño paréntesis para que fuera entrando con la mayor solemnidad el extenso “The Greatest Show On Earth”, lleno de color no solo por lo visual, sino por la cantidad de matices sonoros que posee. El estruendo final del pabellón con el lema We Were Here! todavía resuena en mi cabeza. Solo quedaba  rematar con “Ghost Love Score”, redondeando todo un espectáculo visual y un recital sonoro de muchísima altura.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)