CRÓNICA: DIAMOND HEAD + AERIAL BLACKED

DIAMOND HEAD + AERIAL BLACKED

16 – 11 – 18

Vitoria-Gasteiz (Urban Rock Concept)

Oportunidad de oro la que se nos presentaba para ver a uno de los mitos de la NWOBHM y consecuentemente del heavy metal de todos los tiempos. Y la casualidad quiso que esta cita casi se solapara con la visita de otros contemporáneos de Diamond Head a Donostia al día siguiente como Tygers Of Pan Tang, con lo que este era un fin de semana en Euskadi de aroma a primigenio heavy metal británico.

Sin embargo, hay que reconocer que el aura de leyenda solo le sirve para vender a unos pocos, puesto que pese a ser parte integrante importante de un movimiento que cambió el rumbo de nuestra música no es suficiente para tener grandes entradas en salas de pequeño o mediano aforo. Y eso que estábamos ante un grupo que no ha pasado habitualmente por nuestros escenarios. Al menos en mi caso era la primera vez que podía verles.

Lo cierto es que estábamos ante una visita que, de estar por la zona, no se habrían perdido ni los mismísimos Metallica. ¿Cuántos conocimos a Diamond Head escuchando las versiones que popularizaran los de San Francisco? Al menos yo levanto la mano. Y, desde luego, Metallica entendían muy bien la relevancia de Diamond Head para este movimiento y supieron valorarlo, como lo hicieron algo menos de un centenar de personas que se dieron cita para una nueva íntima pero memorable velada metalera. Tanto es así, que en un emotivo discurso final del batería Karl Wilcox, prometieron regresar.

Para redondear la noche tendríamos a un gran grupo telonero. Aerial Blacked es una potente y técnica banda de heavy metal contemporáneo procedente de Barcelona. Una banda que recientemente bajo la denominación de United ha creado una iniciativa solidaria en apoyo a la lucha contra el cáncer que está dando como resultado grandes canciones, contando con múltiples colaboraciones, creando algunos videoclips y facturando la edición de un EP que podéis encontrar si buscáis “The United Project 1”.

El cuarteto defendió algunos de esos temas, aunque fuera sin la presencia de músicos invitados al estudio como Mojinos Escozios, Marti Döria o David Palau. Y lo hicieron de manera rotunda y contundente tanto por su sonido aplastante como por su nivel de calidad. También por la entrega y pasión de una banda que puso toda la carne en el asador para ganarse al público, no cohibiéndose ante su papel de invitados como antesala de una gran banda internacional.

De hecho, demostraron tanto nivel musical como modestia al agradecer a las salas que como La Urban dan cabida a las bandas locales, palabra que algunos aborrecen por entender que infravalora a las bandas, pero ellos entienden muy bien que son una banda local de Barcelona, como bien nos explicaron, aunque poco a poco vayan conquistando más terreno con actuaciones que el público debe tener muy en cuenta, como fue la de esta noche.

Ese nivel quedó reflejado también en los temas de su disco “Breaking Stones”, la versión de “For Whom The Bell Tolls” de Metallica y algún tema extraído incluso de alguna demo previa como fue “Fucking Machine”. Si me debo quedar con algunos momentos, me quedaría con la calidad expuesta en un versátil “Not Another Day”, donde la ausencia de las colaboraciones de estudio fue excelentemente suplida por el cuarteto. Y cabe destacar también el desparpajo que tiene la banda, por si le faltaba alguna condición, demostrado perfectamente en cada instante de la descarga, pero especialmente sacado a colación en el tema a medias en inglés y en castellano “Join The Club”, donde colaboró en estudio ni más ni menos que todo un personaje como El Sevilla de Mojinos.

La recta final sería de lo más intensa con temas como “The Radar” o “Rebellion”, con los que derramaron hasta la última gota de sudor que en los algo más de 45 minutos que estuvieron en escena les dio tiempo a derramar. Sin reservas y demostrando ser un grupo de muchos quilates para nuestro actual panorama metalero.

Y para la historia, tras 40 años de trayectoria, podemos considerar relevante la huella de Diamond Head. Independientemente de la popularidad que puedan arrastrar hoy cuando se embarcan en una gira como esta. Son uno de los grupos que han influido a otros grupos referentes, con lo que el respeto debe ser máximo cuando una banda como esta se sube a un escenario.

Aunque como suele ocurrir no cuenta con buena parte de sus miembros originales. Brian Tatler es la pieza que se erige como líder de la formación, presente desde sus orígenes en 1976, pero muy bien arropado por el veterano Karl Wilcox en a batería y dos músicos de más nuevas generaciones que aportan mucho a la banda como son Dean Ashton en el bajo y coros y Rasmus Bom Andersen encajando perfectamente como vocalista y desempeñando un gran papel como frontman capturando la esencia de viejos y nuevos temas.

Y es que entre viejos y nuevos temas podemos dividir el repertorio que nos brindaron los británicos. Aunque fuera de manera alterna, la banda tiró dos opciones, irse a los primigenios años 80 para rescatar temas sobre todo de su debut “Lightning The Nations”, que terminarían tocando íntegramente, o apostar por temas de su homónimo Diamond Head, editado en 2016 y que, cabe destacar, no desentonarían en el repertorio al lado de temas con mucho peso en la memoria colectiva. Sin embargo, esas nuevas canciones como “Bones”, “Set My Soul On Fire” o “Diamonds” aportaron mucha frescura al repertorio del directo, donde por supuesto quedarían como grandes momentos canciones como “Helpless” o “It´s Electric”, la primera en la parte inicial del concierto y la segunda ya con éste avanzando hacia la recta final.

Tampoco dejaron de lado algo de su segundo trabajo como “Borrowed Time”, aunque me quedo con la sensación palpitante que dejaron en el personal canciones como “Lightning The Nations”, “The Prince” o, cómo no, “Am I Evil”, con un grupo que acabó encontrando la comunión con el público merced a la magia de esos temas clásicos que siempre tienen un plus de química aportado por el paso del tiempo.

No estaba apuntado en el repertorio, pero ante la insistencia del personal, de manera premeditada o no, la banda nos brindó como bis “Sucking My Love”, completando así el desgrane de todos y cada uno de los temas de un debut que pese a ser expuesto en un ambiente intimo de sala, lejos de grandes recintos y festivales donde perfectamente podrían estar Diamond Head como las leyendas que son, siguen ganando si cabe un aura más mítica.

Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)