CRÓNICA: H.E.A.T + DEGREED + BACK DIAMONDS

 

H.E.A.T + DEGREED + BLACK DIAMONDS

7 – 11 – 17

Bilbao (Santana 27)

 

 

No ha sido unánime la aceptación de “Into The Great Unknown”, el último trabajo de H.E.A.T, que ha levantado opiniones encontradas entre sus seguidores. Los suecos con 10 años de trayectoria y 5 discos editados han alcanzado una madurez que se refleja en un disco donde ante todo han optado por buscar algo de novedad en su estilo, un hard rock que no suele ofrecer muchas posibilidades de evolución a los músicos. Cómo vea cada uno este hecho es algo muy personal, pero lo que no se puede negar es que estamos ante uno de los nuevos grandes grupos del hard rock melódico internacional,  y que la banda sigue teniendo suficiente tirón como para captar a unas 300 personas un martes frio y lluvioso por la noche. Una entrada que en otra sala de Bilbao hubiera supuesto un caluroso recibimiento, pero que en la Santana 27, con capacidad para 5 veces más aforo, se pudo quedar algo frío. La banda se encargaría posteriormente de calentar a todos los presentes con su encendida descarga.

BLACK DIAMONDS
BLACK DIAMONDS

Además los asistentes a esta velada tenían como aliciente a dos excelentes bandas teloneras, bastante más desconocidas, pero con solvencia en el estilo completamente afín a los cabezas de cartel. Hard rock melódico de categoría por partida triple para esta noche, algo a celebrar para los acérrimos del estilo. Porque no siempre coincide que las propuestas se encuadren tan de lleno dentro de un estilo.

BLACK DIAMONDS
BLACK DIAMONDS

Los suizos Black Diamonds se enfrentarían a una sala aún con muy poquito público, pero no perdieron la oportunidad de mostrarse como un excelente grupo en estos sonidos, con una imagen muy ochentera y con un estilo que lo mismo bebía de algunas fuentes más macarras y rockeras, sobre todo en el tema cantado por su bajista, como de fuentes más pulcras y netamente melódicas. El sonido les ayudó a demostrar su categoría para facturar este estilo con maestría, con limpieza y fluidez. Un recomendable descubrimiento para los que sigan entendiendo este estilo desde un punto de vista inmovilista, pero sin perder clase, categoría, calidad, actitud en vivo e imagen. Todo en su sitio.

BLACK DIAMONDS
BLACK DIAMONDS

Y más de lo  mismo podría decir de Degreed, que demuestran que la escuela sueca es inagotable generando talentosas bandas. Se decantaron por presentar en mayor medida su reciente nueva obra homónima, aunque arrancaran con “Black Cat” de su segundo disco “We Don´T Belong”, tan solo un jugoso aperitivo de lo que luego desplegaron de esa última remesa de canciones recogidas en su nuevo disco con temas como ”Save Me”, donde un problema con el teclado nos impidió disfrutar en plenitud de la calidad de la banda. “Sugar”, “Animal”, “Tomorrow”, “WAR!”, “If Love Is A Game” y “Shakedown” dieron fe de que su nuevo disco tiene material como para poner los dientes largos a cualquier amante de este estilo, además ejecutado con elegancia en directo.

DEGREED
DEGREED

La banda inteligentemente se reservó piezas de sus anteriores discos para dar buena muestra de que por muy orgullosos que estén de lo nuevo, el buen hacer de la banda viene desde su debut “Life, Love, Loss” del que rescataron “Capture By The Moment” y un “A Little Bit” que dijeron tocar por primera vez en esta gira. Algo que me alegro de haber disfrutado en Bilbao, porque fue toda una joya que cayó previamente a “The Scam”, de su tercer plástico “Dead But Not Forgotten”, dejando así constancia de que en sus cuatro discos han venido defendiendo el hard rock melódico brillantemente, a la altura a la que nos acostumbran las bandas procedentes de su país, que por mucho que no reinventen nada son garantía absoluta para paladares exquisitos.

DEGREED
DEGREED

Lo difícil es que en una escena tan poblada y con tal nivel salga una banda en el estilo tradicional que despunte y opte a convertirse en grande, algo que H.E.A.T han conseguido de un tiempo a esta parte. Pero en la actualidad es evidente que es mucho más complicado ser un fenómeno como el que supuso en su día unos Europe que sonaban con “Danger On The Track” de aquel “The Final Countdown” previamente a la entrada de H.E.A.T en escena. Hoy en día es necesario ser mucho más constante en el trabajo, y H.E.A.T lo vienen haciendo con un disco cada dos años, habiendo dejado ya un legado que sus seguidores adoran,  siendo complicado mantener el listón elevado que ellos mismos se han colocado, pero sabiendo que de cara a los directos la banda tiene un buen puñado de temas infalibles para conectar con su público.

DEGREED
DEGREED

Sabedores de ello la banda no se cebó con su reciente obra, alternando de manera equilibrada temas de sus pasados trabajos con las nuevas canciones. Eso sí, el arranque sería para su nuevo disco con todo un pelotazo y potencial hit como “Bastard Of Society”, con Erik Grönwall saliendo a comerse las tablas, con ansiedad acumulada, mientras Jimmy Jay y Dave Dalone apoyaban en los coros de manera imprescindible en este eléctrico inicio de descarga.

DEGREED
DEGREED

El vocalista campaba a sus anchas por el escenario en “Late Night Lady”, carismático y ganándose al público, especialmente femenino, con unas pocas palabras en castellano (quítame la ropa). Un torrente de energía que no para ni un momento de hacer headbanging y de gesticular. No tardaría en dar una de sus volteretas, algo que ocurrió al acabar “Straight For Your Heart”, precedido de un sutil “Mannequin Show”. Posteriormente seguiría haciendo alarde de su dominio del idioma (cabrones).

H.E.A.T
H.E.A.T

El caso es que el vocalista declaró no estar en buen estado debido a un constipado, pidiendo disculpas al final de la actuación por ello. Sin embargo, se podría pensar que el hecho de que no bordara algunas melodías se debiera precisamente al hecho de que se entregara tanto, donde da prioridad al movimiento sobre las tablas que a la plasmación perfecta de estas canciones. Puedo asegurar que yo mismo, convaleciente esta noche, a su ritmo hubiera acabado en un segundo en el suelo y me hubieran tenido que recoger con pala.

H.E.A.T
H.E.A.T

Tras “Redifined” e “Into The Great Unknown” llegó uno de los grandes momentos de la noche cuando el vocalista invitó a un niño a subir al escenario, dejándole cantar “1000 Miles”, entre el clamor de los presentes. Y es que el chico no lo hizo nada mal.

H.E.A.T
H.E.A.T

Grönwall siguió generando expectación ante lo que se pudiera sacar de la manga en cada momento. Así, entre vaciles le dio por recordar la figura de Little Richard, comenzando a interpretar “Lucille”, previo al rockero “Beg Beg Beg” en el que el cantante se acercaría  a la barra a pedir una cerveza mientras que la banda intercalaba en el tema un fragmento de “Whole Lotta Rosie” de AC/DC.

H.E.A.T
H.E.A.T

Tras tanta intensidad el solo de batería de Crash daría un respiro al resto de compañeros, para regresar con un puñado más de temas de hard rock de primera categoría como “Breaking The Silence”, tras el que el vocalista le comentó algo a sus compañeros, que le dejaron solo en el escenario con el teclista Jona Tee para recrearse en la balada “We Rule”.

H.E.A.T
H.E.A.T

“Time On Our Side” e “In And Out Of Trouble” nos predisponían para un posible adiós con el himno “Living On The Run”, con el vocalista mezclándose con el público en continuos botes en el estribillo. Y digo lo de posible adiós porque la larga outro nos hizo dudar si habría bises en esta noche de miércoles o si esta hora y diez minutos de actuación iba a ser todo lo que nos ofrecieran los suecos.

H.E.A.T
H.E.A.T

Por suerte y de forma acertada nos brindaron un par de piezas  más  como “A Shot A Redemption” y un “Infermo” que llegaría tras consulta popular sobre qué tema queríamos escuchar. Entre las múltiples peticiones parece que esta fue la que con más claridad llegó a oídos del vocalista, que no se iba a despedir sin alguna otra pirueta de las suyas, luciendo palmito sin camiseta en este tramo final, antes de destacar que era aun muy joven y prometía volver con más fuerza en el futuro. Puede que en mejor estado vocal, pero con más fuerza tras arrasar con el escenario de la sala Santana 27 parece imposible.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MIGUEL ANGEL RODRIGUEZ