CRÓNICA: INFECTED RAIN + THE DESCENT + HIRANYA + BLACK OCEAN WITNESS

INFECTED RAIN + THE DESCENT + HIRANYA + BLACK OCEAN WITNESS

3 – 11 – 17

Barakaldo (Edaska)

Mas que atractiva la propuesta de este viernes a la noche, donde a la interesante por sí sola presencia como cabeza de cartel de los moldavos Infected Rain, se unían una retahíla de bandas que conformarían todo un festival dedicado a los sonidos más actuales y contundentes del metal. Los anfitriones The Descent y Black Ocean Witness, junto a los madrileños Hiranya prometían contundencia y calidad sobre el escenario de la Edaska. Un vaticinio con el que cumplieron los cuatro grupos sobradamente.

Black Ocean Witness es a uno de los grupos que más he visto en los últimos tiempos sobre los escenarios. Y siguen sin fallar, aunque en esta ocasión unos problemas con el micro le hicieran a Peter pasar algún incómodo momento que tuvo que superar como pudo a base de pelearse con la conexión del cable. La banda impactante y engrasada como siempre repartiendo deathcore de primer nivel con temas de su trabajo “Heresy”.

El sonido potente les ayudó a impactar sobre una sala Edaska con buena entrada desde primera hora, dejando constancia de la solidez que poseen temas amurallados a base de riffs tan colosales como los de “Deathwish”, “Psychoholic” o “Creation”.  Una pena que no contaran con las luces frontales que, supongo que por despiste, con ellos no se encendieron. Un hecho que no les impidió mostrar unas hechuras de banda curtida y experimentada pese a su juventud, colosales en este estilo.

Hiranya dejaron a más de uno noqueado con su actuación de hace algo más de un año en el Villa de Bilbao. Ahora regresaban a suelo vizcaíno para constatar que son un interesantísimo grupo dentro del metalcore más agresivo. Cualquiera aplicaría ese calificativo a su propuesta viendo a simple vista a su pequeña y joven vocalista. Pero Sara es una chica que desgarra con sus registros agresivos y manejando los limpios de manera muy personal para transmitir la esquizofrenia que requiere la música de su banda. Así que puede perder tranquilamente el miedo escénico que dijo tener, porque además es muy importante en la personalidad final que esta banda da a sus canciones.

Una banda que luego se muestra muy bien armada a nivel instrumental. Y que parece que ya van mirando al futuro con algún nuevo tema en la recamara que se suman a los de su debut “Breathe In” y a la versión que se cascaron de “Romance Is Dead” de Parkway Drive. Otro concierto impactante, intenso y que se hizo corto. Es lo que toca cuando hay varias bandas en el cartel y se debe hacer hueco al resto de acompañantes. En cualquier caso, pequeñas muestras de este nivel de calidad y de tal poder sonoro dejan ya sensaciones muy fuertes en nuestro cuerpo.

Porque además luego tendríamos a The Descent, que arrasaron con todo a su paso con una despiadada actuación donde siguieron presentando fundamentalmente su segundo largo “The Coven Of Rats”, con algún que otro rescate de un debut no menos brillante como fue “Dimensional Matters”.

Puede que a la banda le hubiera gustado que se produjera algo más de movimiento entre un personal atento pero un poco reticente a la hora de responder a las peticiones de Charly, que se desgañitó como en él es habitual. Lástima el pequeño desbarajuste que se montó mediada la actuación con un problema con una de las guitarras. Nada que a la postre mermara la sensación de fuerza que siempre transmite la banda en vivo.

Pese a ser cabezas de cartel, descubrimiento en esta gira para mí el de Infected Rain, que ya cuentan con tres discos editados al margen de su primer EP de 2009. Desde entonces “Asylum” en 2011, “Embrace Eternity” en 2014 y el más reciente “86” editado en 2017 jalonan la trayectoria de estos moldavos encuadrados en un nu metal cuya etiqueta podemos decir que sobrepasan con una frescura mucho mayor que la que puede inspirar ese género surgido a finales del siglo pasado. Son una maquinaria perfecta de facturar riffs, envueltos por bases pregrabadas que son muy importantes, a veces demasiado, en directo. Todo tiene que tener un pero.

En cualquier caso, eso no es óbice para destacar que estamos ante un grupo muy original que tras pasos por nuestros escenarios como el de esta noche merecen ver engrandecido su nombre. Además, son un grupo visualmente impresionante. Sí, qué duda cabe de que la presencia de la espectacular frontwoman Lena es clave para ello. Y cómo recuerda con sus rastas a Tatiana de unos Jinjer con los que tienen afinidad no solo en este aspecto, sino en estilo, aunque Infected Rain son una banda más escurridiza a las etiquetas aún.

La vocalista alterna registros de lo más variados, impecable tanto en el aspecto más dulce como en el más agresivo. Y es que cuidado, porque hay ángeles que matan. Este es uno de los casos, ese rostro inocente puede pasar de un momento a otro a convertirse en el de una bestia que ataca sin miramientos. Se la ve segura sobre las tablas y se lleva todas las miradas mientras que su banda reparte estopa de lo lindo.

Evidentemente basaron su repertorio en gran parte en su nuevo trabajo “86” con temas como “Intoxicating”, “Orphan Soul” o “Peculiar Kind Of Sanity” cayendo sobre nosotros como endiablados sablazos de metal contemporáneo, de impecable factura y efectividad en directo, aunque no pasen desapercibidas algunas ayudas en los registros doblados de la vocalista, apoyándose en algunos momentos en efectos sonoros que pueden hacer por momentos un tanto artificial la propuesta. Nada raro en grupos de este estilo y necesario si se quiere trasmitir toda la ambientación de los currados efectos en estudio. Así que no les culpo por ello, puesto que de lo contrario podría quedar el directo huérfano de muchos matices y la banda no deja de ejecutar los temas como una auténtica apisonadora incansable, plagada de emociones muy fuertes, sabiendo jugar con los contrastes de sensibilidad que hacen de su estilo todo un entramado de sensaciones en composiciones logradísimas

Tampoco dejaron de lado algún rescate de trabajos pasados como “Sweet Sweet Lies” para dar muestra de que esto no es fruto de algo puntual, sino que la banda viene trabajando desde tiempo atrás, hasta el punto de ser un grupo que puede resultar rompedor en el presente, con muchas armas para hacerse oír desde el underground en el frondoso bosque musical internacional. No son de los que pasan de largo sin que te fijes en ellos, por mucho más que por contar con una vocalista que, todo hay que decirlo, es la imagen que la banda sabe explotar de primeras, antes de empezar a morder entre alguna que otra caricia.

Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)