CRÍTICA: TONI METRALLA Y LOS ANTIBALAS – DÍA DESPEJADO EN CIUDAD RENCOR

 

TONI METRALLA Y LOS ANTIBALAS

(Día Despejado En Ciudad Rencor)

7´5/10

 

 

 

Aunque ha llegado tarde a mis manos, creo que es de recibo dedicarle unas pocas palabras a la segunda referencia de Toni Metralla Y Los Antibalas. La banda conformada por auténticas leyendas de nuestra escena rockera vizcaína donde podemos destacar nombres como Parabellum, MCD, Macarrada… y de los cuales ya dimos buena cuenta con su debut homónimo, regresan con un disco que confirma las ganas del grupo por disfrutar y hacer disfrutar de un rock & roll sin tapujos, pero con actitud y autenticidad a prueba de bombas. Parece que ha habido un cambio en la formación, entrando Riki por Vitxo en la batería, aunque este último ha colaborado en el disco haciendo coros y colocado en la reserva, supongo que para cuando haya que tirar de banquillo. Las colaboraciones son, de hecho, un detalle importante con gente como Iñaki Sixx, Maria Sexpeares, Kris Robles, Emili Baró, Txarly Romero y algunos amigos más aportando un destello de buen rollo con sus apariciones.

La banda tiró de bastantes versiones en su primer disco, invirtiendo el orden de prioridades para este con mayoría de temas propios. Han recogido los cuatro temas que llevaban su propia firma en su primera obra y los han regrabado. Entre ellos “Cohete Cósmico” se ha convertido para mí ya en un clásico. Aunque cabe destacar dentro del trabajo temas tan autobiográficos como “Antibalas” y canciones que rezuman actitud y buen rollo como “Brazo Quemado”. Eso sí, como buenos pistoleros no dejan de tener su peligro, algo que puedes atisbar en “Max El Loco” o “Día Despejado En Ciudad Rencor”. Y las adaptaciones de las versiones también caben ser destacadas, ya que al igual que en su anterior trabajo no han tirado de tópicos y han sabido llevar cada una de las cuatro canciones recogidas de otros artistas a su terreno, pudiendo pasar por temas propios y perfectamente encuadrados dentro de su propio sello, que lo tienen.

Que quede claro que estamos ante un disco de rock sin aparentes pretensiones, pero a mi modo de ver atrapa, invita al oyente a disfrutar y promete grandes directos. Además, esa espontaneidad con la que plasman su música no hace que hayan descuidado para nada la presentación de una obra que tanto en vinilo como en CD hace que su adquisición física resulte mucho más que recomendable. Y es que una cosa es mostrar la cara más directa y desgarbada del rock, y otra diferente que aquí no se perciba todo el cariño y la pasión del mundo. Y resulta que con estas premisas consiguen irse a un terreno bastante más propio que muchos grupos que se lo piensan más de tres veces a la hora de plasmar un estilo. Huelen a la actual onda escandinava y se alejan del punk más habitual de nuestra zona del que todos sus componentes han bebido y formado parte de una u otra manera. Sin embargo aquí hay algo más. Se hace sencillo, son de gatillo fácil, pero dale volumen y verás cómo dan en la diana.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Bad Death Records