CRÓNICA: GABONAK IN HELL

GABONAK IN HELL

Darksun + Blast Wave + Traxilium + Kontraband + Euphoric

7 – 01 – 17

Irún (Tunk)

La sexta edición del Gabonak in Hell nos daba cita en la Tunk de Irún para comenzar el año en cuanto a conciertos se refiere. Esta edición dividida en dos jornadas se completaría con el cartel bastante más cañero del 13 de Enero, dejando para este día de resaca de Reyes un aroma de heavy metal mucho más tradicional.

Entre los alicientes se presentaba la oportunidad de ver en vivo a Euphoric presentado su nuevo disco “Nada Vale Nada”, ver a la banda de versiones Kontraband en un concierto en el que decían adiós a sus guitarristas, descubrir a los jóvenes Traxilium que desde el Alicante vendrían dispuestos a comerse el escenario, la presentación de disco de Blast Wave ante su público y la visita de los asturianos Darksun con la revisión a sus primeros trabajos recogida en su más reciente obra “Crónicas de Aravan”.

Euphoric salieron a dar muestra de su contundencia sobre un escenario. De hecho es ahí donde demuestran de una manera mucho más clara que en estudio lo que son capaces de hacer, mucho más contundentes y enteros de lo que podemos escuchar en su más reciente plástico. Los guipuzcoanos no solo dieron rienda suelta a los temas de su último disco “Nada Vale Nada” con temas como “Los Ojos De La Realidad” sino que se acordaron de la época previa bajo la denominación de Agoraphobia, lo cual los convierte en una banda con prácticamente 14 años de historia. Ahí quedó la prueba de uno de sus temas más destacados que siguen incorporando al repertorio como es el caso de “Condenados a la Vida”.

Kontraband se encargarían de animar el ambiente con su repertorio de versiones. La diferencia que tiene esta banda con respecto a otras es que para nada se basa en las típicas canciones archiconocidas, sino que se decanta por versionar temazos de un nivel impresionante que no atienden al estereotipo de hit ochentero que todo el mundo puede tener en la cabeza. Se agradece disfrutar de algo diferente en este aspecto.

Aunque “One Last Soul” de Black Country Communion tiene esa fuerza de imperecedero himno, o el siguiente “Slither” de Velvet Revolver, ejecutados con absoluto respeto por una banda que definitivamente arrastraría consigo a muchos de los presentes con “Rise” de The Cult.

Tampoco se decantaron por lo más prototípico en el caso de “Allways the Pretender” de Europe o con unos Gotthard que nos trajeron a la palestra con un “Sister Moon” donde el habitual solo de armónica que en su día llevara a cabo Steve Lee fue ejecutado por su batería. Tal vez de lo más previsible podría ser el “Crying in the Rain” de Whitesnake, que no por ello menos disfrutable Y terminaron de forma prematura, como le ocurrió a las primeras bandas que contaron con ciertas apreturas de tiempo, con el pegadizo “The Pretender” de Foo Fighters, demostrando que además de no ir a las versiones más recurridas tampoco se encasillan en un estilo. Se agradeció en esta noche en la que la despedida de la banda de sus guitarristas tuvo una mención modesta pero muy especial dentro de su descarga.

Con una tremenda ilusión aparecieron en el escenario los alicantinos Traxilium. No se recorrieron esa cantidad de kilómetros de punta a punta del país en vano, saliendo a escena a convencer a todos los presentes de que su power metal tiene cabida en el actual panorama. Y eso que los problemas hicieron que pasaran algún que otro apuro, a los que se sobrepusieron. De antemano ya venían con el hándicap de no contar con su guitarrista original Álvaro Rico, al cual suplió excelentemente Jorge Murcia de Ira Ciega. A ese percance previo hubo que sumar algunos problemas sobre las tablas en el arranque del concierto que les obligó a retomar el arranque de alguno de sus temas y a no poderse sentir del todo a gusto.

No hicieron un concierto perfecto en ejecución, se deja notar aun una juventud que les obliga a coger más rodaje, a limar algún que otro desliz, pero nadie puede negar que los chicos pusieran toda la carne en el asador, brindando un puñado de temas de su debut “Contra El Abismo” altamente convincentes para los más acérrimos al estilo que ellos practican. Desparpajo tampoco les faltó para ello.

Más heavy metal tradicional nos llegaba de la mano de Blast Wave, que mimaron muchísimo la actuación de este día en la cual aparecían con su nuevo trabajo de título “Renacer” bajo el brazo. Presentación en sociedad de unos temas que en muchos casos ya sonaban entre los presentes, bien por lo mucho que han tocado últimamente por su zona o porque algunos ya se incluían en anteriores EPs, rescatándolos en algunos casos para completar este nuevo y flamante disco que supone la confirmación del trabajo llevado a cabo por la banda desde su formación en 2010

Con muchas ganas apareció el quinteto sobre las tablas de la Tunk, dispuestos a convencer con unos temas que rezuman vieja escuela ochentera, con estribillos que buscan llevarse al personal de calle a las primeras de cambio, excelentes duelos guitarreros, ritmos incansables y potentes y una voz al frente limpia, potente y melódica. Vamos, lo que viene a ser el heavy metal de toda la vida, eterno mientras siga habiendo bandas que tomen el relevo.

“Destrucción” fue de los que más hizo participar al personal, aunque no hay que dejar de lado canciones como “Resistiré”. Tampoco faltaron temas en una tesitura más accesible como “Larga Es La Noche” aunque en cualquier caso cualquiera de sus canciones atrapa a la primera. Las versiones de “Wasted Years” de Iron Maiden y “Unisonic” del proyecto homónimo de Kai Hansen, Michael Kiske, Dennis Ward & Cía., dejaban bien claras de dónde vienen las influencias de los guipuzcoanos. La despedida llegó con el tema título del trabajo que nos vinieron a presentar y que dio ese toque especial a este concierto.

Los asturianos Darksun son unos supervivientes de aquel resurgir del power metal de finales de los 90 y principios del presente milenio, cuando aun con la denominación de Northwind comenzaban esta andadura que posteriormente continuó con una nueva denominación, aunque estilísticamente se mantuvieran firmes en ese metal melódico y sinfónico de ritmos veloces.

Si es lo que te gusta, son uno de los que mejor lo practican en la actualidad, contando con una experiencia que se deja notar en tablas y rodaje en escena. A ello hay que sumar un sonio mucho más potente que el de todos sus predecesores. Con ello dejaron una grata sensación, aunque considero que todo el mimo y cuidado que ponen en lo que hacen sumado a la calidad de la propia banda hubiera merecido una respuesta menos fría por parte de una sala con demasiados huecos en esta gélida noche que no llamaba a desplazarse hasta la Tunk y en una fecha donde el cuerpo y la mente de la mayoría se centra en recuperarse de atracones y borracheras.

El caso es que los asturianos dejaron constancia de su nivel con un puñado de temas en la práctica totalidad de los casos recogidos en “Crónicas de Aravan”, trabajo que a su vez recapitulaba la trilogía con la que la banda inició su carrera. Ahí quedaron muestras tan soberbias como “Cuando Salga el Sol”,  “El Legado” o un remarcable “El Lado Oscuro”. Entre estos temas se coló un excelente “Esclavos del Miedo”.

Épica correspondida con una entera solvencia por parte de la banda, con un  Dani G. al frente que bordó cada una de sus melodías vocales y una banda impecable en ejecución conformada por Dani Cabal en la batería, Adrían Huelga en el bajo, David Figuer y Tino Hevia haciendo una pareja de guitarristas que se arropa excelentemente dando envoltura a todo el sonido de la banda. Por supuesto deben llevar al directo algunos samplers orquestales que den un reflejo más fiel a lo recogido en estudio, pero lo cierto es que cabe destacar la inteligencia con la que saben dejar en primer plano la naturalidad de la banda interpretando en vivo.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)