CRÓNICA: HATE + NOCTEM + ATROXENTIS + HISTOLYSIS + AKER ODOL
HATE + NOCTEM + ATROXENTIS + HISTOLYSIS + AKER ODOL
4 – 12 – 16
Irún (Tunk)
Volvía el metal extremo a la sala Tunk de Irún, lugar en el que este tipo de giras solían recalar hace años. Desde entonces la sala ha pasado por cambios de manos, amagos de cierre y un sinfín de vicisitudes. Por fortuna, finalmente sigue adelante una sala que personalmente me encanta, que me trae muy buenos recuerdos, y que en este tipo de carteles potentes ha solido funcionar muy bien a pesar de estar un tanto apartada. Pero su ubicación prácticamente en la frontera con Francia, también hace que se acerque gente del país vecino, algo que en carteles internacionales como el de esta noche suele ocurrir.
El caso es que pese a ser domingo la presencia de público no estuvo nada mal para este nuevo Zombie Jaialdia en el que nos encontrábamos con la gira de los polacos Hate, los valencianos Noctem y los belgas Atroxentis, a los cuales se añadirían en Irún los locales Histolysis y Aker Odol para completar un atractivo cartel para amantes de lo extremo, la oscuridad y las vísceras.
Con media hora de retraso comenzó la tarde noche. Pese a que la intención por parte de la organización, en pro de animar al personal a que en estos días previos a laborables la gente acuda a los conciertos; era que los horarios se cumplieran a rajatabla y las descargas terminaran a las 22:30, con tiempo para coger el transporte púbico, el retraso en la llegada a la sala de Hate lo hizo imposible. Aunque creo que quien más y quien menos a este tipo de conciertos ya acude precavido para estos casos, con lo que no creo que tuviera mayores repercusiones entre el personal, terminando a eso de las 23:00, una hora prudencial para quien a la mañana siguiente tuviera que madrugar.
Aker Odol se encargaron de abrir la noche. Una banda joven formada hace apenas un año en Hondarribia que repartió buena cera, agresividad y oscuridad con tema como el significativo “Akerran Semeak”. Satanás también se expresa en euskera. A él imploran con sus sonoras y profundas plegarias, llenas de visceralidad y odio. Tampoco tuvieron tiempo para mucho, pero con un buen sonido aprovecharon su presencia sobre las tablas de la sala Tunk, aunque el ambiente se quedara aun algo frio para el calor del infierno que ellos transmiten, algo que con las bandas de apertura en un festival con varios grupos suele ocurrir. Sin embargo, nada impidió que el aire se fuera viciando con sus sonidos extremos.
Posteriormente Histolysis continúo con la carnicería. Con Ohiana a la cabeza, una mujer que en nada tiene que envidiar a los registros guturales de cualquier demonio que se ponga por delante. Su propuesta es completamente extrema, y destaca su actitud como frontwoman, excelentemente secundada por una banda capaz de abrumar con un sonido rugoso y fiero. Temas como el que cerró su actuación “Camino Entre Sombras Vivas”, dan buena cuenta de lo que son capaces de hacer, resultando una banda en este estilo más que suculenta, aunque el manjar será quien se ponga ante ellos. Dejaron patente su sed devoradora. Su media hora dio de sí lo suficiente como para demostrar que en este estilo son un grupo de lo más interesante, del que se pueden esperar muy buenas cosas en un futuro inmediato.
Con los belgas Atroxentis llegábamos al cartel de bandas que vienen compartiendo fechas en esta gira. Un grupo aun bastante desconocido por estos lares, pero que causó grata sensación con un death metal elaborado y cavernoso. Venían presentando su último trabajo “Verus Dominus”, con cuyo homónimo rezo terminaron, repartiendo previamente cera de la buena con temas como “Initium Possessionis”. Temas de una considerable duración que hicieron que pese a pasarse del tiempo estipulado, su actuación se hiciera bastante corta. Sin embargo, con esa elaboración, sabiendo a su vez resultar una banda explosiva, trepidante en directo, causaron grata sensación entre un público donde costaba movilizar al personal. No considero que fuera en ningún caso porque Atroxentis no realizaran una destacable actuación. Un grupo que saca su sonido de lo más profundo del averno, sabiendo moldear a su antojo toda esta bola de lava que nos acaba arrastrando con ellos.
Hacía tiempo que no tenía oportunidad de ver a Noctem, banda con una vocación internacional que sigue colándose en carteles con grandes grupos entre los que en ningún sentido desentona. Los valencianos presentaban su última obra “Haeresis”, a cual dieron prioridad en la actuación, con temas como “The Submision Discipline” o “Through The Temples Of Disaster”. Su aspecto visual sigue siendo impactante en vivo, donde no falta el maquillaje, con sangre incluida para dar mayor dramatismo a las imágenes de un grupo portentoso, entregado e incansable a la hora de funcionar como un bloque compacto que arrasa con todo cuando sube a un escenario. Curioso que el final de la descarga sea a cargo de una rareza. El bonus track de la edición de “Exilium” en USA. Con ello dieron por solventada su sangrienta misión, dejando grandes sensaciones como siempre que les hemos visto en directo. Una banda, de hecho, muy dirigida por sonido e imagen a los escenarios.
Llegaba finalmente el turno de Hate. Formados en 1990, siempre encabezaos por el único superviviente original Adam “ATF Sinner” Buszko, son uno de los grupos grandes del metal extremo a nivel europeo sin duda alguna. Trabajos consistentes lo vienen demostrando desde hace años pese al ir y venir de músicos. El caso es que Buszko siempre encuentra buenos acompañantes para sus directos, ahora con el batería Pawel “Pavulon” Jaroszewicz como miembro fijo en la batería, secundado por profesionales y excelentes músicos en el bajo y la guitarra, que tanto a nivel de ejecución como visual dieron en vivo lo que la banda necesitaba.
El telón con la portada de su último disco “Crusade: Zero” dejaba bien a las claras lo que venían a presentarnos, del cual no faltaron canciones como el aplastante “Vellay Of Darkness”, si bien no se centraron exclusivamente, ni mucho menos, en sus nuevos temas sino que interpretaron temas de trabajos pretéritos como “Hex” u “Omega”, terminando con “Threnody” de manera atronadora.
Una banda que nos pasó por encima, que nos aplastaron con sus riffs pesados, que sonó con una consistencia impactante y que en sus directos refleja perfectamente cuál es el sonido y la imagen de la muerte en el metal. Tuvimos una cita con ella este pasado domingo 4 de diciembre.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
