CRÍTICA: DARDEM – LA BRECHA

DARDEM

(La Brecha)

8´5/10

Sorprendido y maravillado me he quedado con el tercer disco de Dardem, banda sevillana afincada en Madrid que muestra con esta obra una madurez y un poso muy consolidado. Grandes músicos son los que ejecutan y plasman estas canciones universales, no adscritas a etiquetas y que disparan directamente a un alma que seguro se ensanchará como los pulmones cogiendo aire hasta estar bien cargados, a nada que esté ávida de emociones musicales de categoría.

“La Brecha” es un disco de composiciones redondas, muy intensas, con grandes estribillos pero no por ello comerciales. De hecho, no es una obra que se capte a una primera escucha. Esas melodías tendidas y extensas invitan a darle al play una y otra vez. Y además hay un hecho importante que aun hace más atractiva la escucha reiterada de una obra que promete permanecer atemporal para volver a ella en cualquier momento de nuestra vida, la variedad de temas que no atienden a concreciones, sino que se nutren de lo que en ese momento necesitan para respirar.

“Eclipse” es un buen ejemplo de esa sincronía que hace que esta sea una obra de una fluidez total. La intensidad de un tema engañosamente relajado, hace que el sentimiento siempre se mantenga arriba. Y no tiene que tirar de guitarras excesivamente crujientes, aunque también le dan al rock más genuino en “Digo No”, con un riff que sostiene la composición completamente. Pero de lo que hablamos con Dardem no es de una etiqueta.

Muchos podrían decir que se acercan al pop en canciones como “Lunas Negras”, pero sin embargo, puede que canciones con un guitarreo algo más fuerte resulten algo más comerciales como es el caso de “Tus Dudas”. Aunque lo de comercial hay que ponerlo entre comillas. Música de esta imaginación y personalidad hace tiempo que no llega a los oídos de un público de masas. No al menos si hablamos de nuevas y frescas bandas como Dardem.

No tiene pérdida en todo lo que profundiza la expresividad narrativa que puede tener un tema como “Raíz”, su capacidad para guiarnos hacia el corazón de unos temas que laten con una fuerza propia y natural, haciendo que su pulidez luzca como algo consustancial y no como el fruto de sobar una y mil veces unas canciones con una producción excelente, pero para nada saturadas.

Resulta muy ligera, de hecho la escucha de la obra, con unos cuidados contrastes que hacen de temas como “El Reloj” un sube y baja de sensaciones, de intensidad sostenida con un tira y afloja que nos hace deambular con elegancia sobre un alambre sin medo a la caída y disfrutando de ese vértigo controlado. Admirando cada uno de los pasajes de un grupo de música que lanza su mensaje a todo ser vivo con oídos y emociones. Y es que no caer en la red de una ambientación como “Ultimas Estrellas”, que tanto nos recuerda a David Bowie, resulta casi imposible si tienes una mente mínimamente abierta y sensible.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

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Sello: Promociones Sin Fronteras