CRÓNICA: ESTAMPIDA + RADIKAL HARDCORE + IZU NAUK
ESTAMPIDA + RADIKAL HARDCORE + IZU NAUK
12 – 06 – 15
Erandio (Sala Sonora)
Hacía tiempo que Estampida no se dejaba ver por nuestros escenarios. Pero la banda argentina no ha querido que en este 2015, año de su vigésimo aniversario, quedara en blanco, editando un EP de título “Hard As The Wolfram” que fue la excusa para verles esta noche sobre las tablas descargando de nuevo material. A ellos se sumaron dos bandas de estilos bien diferentes que confeccionaban un cartel muy variado en todos los aspectos. Abrirían la noche los jóvenes metaleros guipuzcoanos Izu Nauk y entremedias tendríamos a todos unos veteranos del punk rock emergido en Basauri en los 80 como Radikal Hardcore, de vuelta a la actividad desde 2013 tras 20 años de disolución.
No faltaban alicientes en el cartel, aunque en una tónica bastante repetida, no tendríamos la entrada más calurosa en la sala Sonora de Erandio. Ante ello se quedó un poco fría la descarga de Izu Nauk. Los jóvenes músicos de Zumaia tienen dos trabajos ya entre manos, el primero de título “Metamorfosia” y el segundo “Herri Baten Oihua”. Lo cual les da ya un repertorio de un puñado de buenísimos temas en la línea más tradicional del heavy metal cantado en euskera.
Los propios temas homónimos, canciones con la fuerza de “Azken Hatsa” o “Amets Bahituak” dan fe de ello. Estos unidos a un excelente homenaje a Su Ta Gar brindan la oportunidad a la banda de lucirse, llamando la atención por su buen nivel musical, al que en un futuro con una mayor madurez y personalidad seguro que le sacarán aún más partido.
No pude vivir la primera época en la que Radikal Hardcore formaban parte de una efervescente escena punk en Bizkaia. Los motivos son evidentes. Cuando se separaron en 1993 aún me quedaban años de EGB y, por supuesto, no iba a conciertos ni estaba muy al día de lo que se cocía en la música. Además, el punk nunca ha sido mi estilo y estos desprenden esa actitud tan auténtica allá donde mires que casi asusta.
En ese sentido, comprendo perfectamente que son una leyenda con temas que para más de uno son parte de la historia del movimiento. Tras regresar en 2013 la banda demuestra estar en disposición de patear culos a base de bien. Y es que si algo llama la atención en su estilo es que van un paso más por delante de sus contemporáneos en cuanto a agresividad. No dejan títere con cabeza en una propuesta que busca generar pogos de manera constante, provocar la fiesta masiva a su particular manera y meterse de lleno en proclamas como las de “La Venganza” o “Donde Está La Libertad”, donde también se aprecia que pese a la utilización del castellano su sonido se ve más impregnado de influencias internacionales del estilo que de la corriente dominante en nuestra escena.
Fueron como una veintena de temas lo que en menos de una hora despacharon los de Basauri sobre nosotros, sin tregua alguna, sin dejarnos levantar del suelo tras cada nuevo directo, apuntándonos con “Esto Es Un atraco” al grito de manos arriba y provocando que los fieles disfrutaran de sus temas más clásicos, llegando a un final con dedicatoria especial para Iñigo Cabacas, asesinado por la policía tras un partido del Athletic sin que aún se haya hecho justicia. La propia imagen del hincha acompañó a la banda durante toda la descarga. Finalmente el grupo nos dijo hasta la próxima con “Manifestaciones”, en una visceral descarga que no deja respiro a los presentes. Bien merecen en cada concierto un buen número de público a pogo limpio abajo del escenario.
La noche fue un tanto atípica para Estampida, que anunciaron haber perdido ese mismo día a una persona allegada a la banda, siendo este un concierto duro para ellos. Pese a ello el grupo realizó una actuación con toda la entrega y las ganas del mundo. Su tiempo sobre las tablas resultó algo corto, a lo que hubo que añadir un arranque de actuación con algún que otro desajuste de sonido que sobre todo repercutió en unas guitarras algo descompensadas. Mientras que a Franco Sarlinga se le escuchaba nítidamente su hermano Juan quedaba un poco por debajo hasta que finalmente todo se igualó para atronar como solo ellos saben hacer.
Y es que con el tiempo Estampida se han convertido en uno de los grupos más demoledores de este estilo, resultando cada vez más consistentes, mejor engrasados y también mejores músicos, independientemente del cambio de componentes. Actualmente los dos hermanos en las guitarras brindan un juego tremendo, aunque en el plano solista sea Franco quien se luce. Lucas en la voz resulta más agresivo y su faceta de frontman cada vez la tiene más dominada, olvidándose poco a poco del bajo. Por otro lado, la base rítmica es cada vez más veloz, le meten zapatilla a los nuevos temas de una manera frenética, papel en el cual Edana al bajo ya le tiene tomada la medida al puesto, mientras que el nuevo miembro tras los parches, Walter Santoro, es todo un espectáculo a parte de un excelente músico. Vive el concierto de una manera tremenda, dando una gran imagen ante la atenta mirada, por cierto, de su predecesor y miembro fundador Gastón Reto (actualmente en Ferosz), presente en la Sonora esta noche apoyando a su excompañeros.
La banda comenzó la descarga con “Act Of God”, en un arranque potente pero que no terminó de resultar del todo engrasado. Tampoco lo hicieron con “Run” o “Crowd Control”, aunque la banda impactó sobre nosotros con agresividad y mucha fuerza. Serían precisamente los temas de su nuevo EP los que ya rayarían a la altura que Estampida verdaderamente posee en la actualidad. En el mismo orden que en el disco, que finalmente aparte de estar disponible para descarga en su web tiene edición física, fueron cayendo un furioso “Wolfram”, un atronador “Overfall Of Ignorance” y el tremendo “Face The Fear (Captive Soul)” donde considero que la banda más ha dado de sí hasta la fecha. “Strikeback” es el último corte de ese nuevo EP, único tema del EP no entrará en su próximo disco al haberse grabado en 2013 tras la consecución del triunfo en la batalla de bandas del Metal Lorca, contando en estudio con la colaboración de Juli de Crisix.
Tras este impactante tramo llegaría el tremendo final con “Jaws Of War”, con guitarras y bajo fuera del escenario, explosionando directamente delante de nuestras narices para terminar haciendo temblar completamente los cimientos del la sala Sonora a la vez que nuestros tímpanos. La única manera de salir de un concierto de un grupo que cada vez se ve más grande tanto en estudio como en directo.
Texto: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: Mari Jose Martin (mari@lamiradanegra.es)
