CRÓNICA: GRAHAM BONNET + READY AIM FIRE
GRAHAM BONNET + READY AIM FIRE
15 – 11 – 14
Bilbao (Stage Live)
Las oportunidades hay que cogerlas cuando se presentan. Evidentemente nos hubiera gustado ver a Graham Bonnet en su época más dorada, bien con Rainbow, Alcatrazz, M.S.G. o Impelliteri, porque brillante nos parece su aportación en cualquiera de estas bandas de contrastados guitarristas de nuestra historia. Bien es cierto que eso significaría tener bastantes más años en la actualidad, salvo que exista la posibilidad de viajar en el tiempo. Ante este impedimento nos ha tocado ver por primera vez a esta leyenda a sus 67 años. Decir que no íbamos a ver al mejor Graham Bonnet de su carrera creo que es de Perogrullo. Sin embargo, no sería la actuación personal del vocalista lo que tacharía de decepcionante, ya que en ese aspecto y teniendo en cuenta el paso del tiempo creo que Graham Bonnet puede dar un nivel lógico y esperado. Hubo otros condicionantes narrados en las siguientes líneas que sumaron puntos negativos en esta actuación en la sala Stage Live de Bilbao, que con otras premisas hubiera podido tener un resultado bien diferente.
Primera vez que visitábamos esta sala ubicada en el centro de Bilbao con unas buenas prestaciones para ofrecer música en vivo. No es de un aforo muy grande (unas 400 personas), pero para cómo están los tiempos es un recinto más que digno para disfrutar de nuestras bandas. Cierto que no me dio la sensación ni con Ready Aim Fire ni con Graham Bonnet que aquello sonara del todo bien, pero no creo que fuera por la propia acústica de la sala, suficientemente alta y espaciosa como para ofrecer unas buenas condiciones sonoras.
Ready Aim Fire se encargaron de calentar la noche ante un público que en buena parte doblaría la edad de cada uno de los componentes de los vizcaínos. La banda del guitarrista Iñigo Díaz de la Campa salió ilusionadísima de ser telonera de Graham Bonnet y de actuar ante un público que esta noche les pudiera conocer. Demostró el guitarrista su virtuosismo en los temas instrumentales, además de exponer como banda algunas buenas canciones de hard rock en la onda tradicional facturada por ellos. Me sobró el solo de batería, no por desmerecerlo en calidad, sino porque siendo teloneros es algo que no se entiende muy bien. No era una actuación tan larga que mereciera un descanso, ni a estas alturas dicho solo era algo que nos fuera a impresionar. Tal vez en una ocasión tan especial como esta se podrían haber marcado en su lugar alguna versión que conectara con el público. Independientemente de esta puntualización hay calidad en el grupo como para llegar lejos, aunque si en el caso de Graham Bonnet era evidente que pecaba de maduro, a Ready Aim Fire le pasaba todo lo contrario. Todavía se le notan ciertos aspectos verdes que con actuaciones como esta seguro irán curtiendo.
Se había anunciado la visita de Graham Bonnet como The Rainbow Clasic Tour, con lo que esperábamos un repertorio que prácticamente contara con la interpretación íntegra del “Down To Earth” que registrara allá por 1979 como miembro de la banda de Richie Blackmore, con algunas concesiones a otros proyectos suyos. Sin embargo, no sería exactamente así. Los temas de ese memorable disco serían mayoría en comparación al resto de temas de otras etapas del vocalista, pero ni de lejos vimos un repertorio basado fundamentalmente en temas de aquella obra; mientas que, por otro lado, apenas sí cayó un tema de Alcatrazz como reflejo de otra etapa del vocalista.
Le vimos salir al escenario elegante, como le recordábamos. A pesar del paso de los años se le ve en buena forma física. Vocalmente ha perdido, evidentemente, pero hay que tener en cuenta que Graham Bonnet siempre se caracterizó por llevar los registros bastante al límite, con lo que tampoco es como para echarse las manos a la cabeza. Le acompañaba una banda algo justa, destacando en mayor medida el batería Justin Lack, con una pegada potente. Conrado Pesinato estuvo cumplidor como guitarra solvente, haciendo de traductor al charlatán Graham Bonnet, acompañado en escena también por su actual pareja Beth Amy al bajo, que causó tanta pasión entre algunos con su sola presencia como la del propio vocalista británico.
Con temas como “All Night Long” para atacar de inicio un grupo puede tener mucho ganado. La gente mostraba predisposición a engancharse al carro de la descarga, aunque no me causó muy buena sensación que se alargara el tema tanto en su parte final para hacer cantar al personal. Al final de la noche nos explicaría Graham Bonnet que su batería no había tenido tiempo de aprenderse más repertorio, repitiendo este mismo tema como segundo bis. Puede que esa sea una de las explicaciones para tanta palabrería entre temas, algo que le quitó mucho ritmo a la actuación y que solo parecía una forma de hacer tiempo. Prácticamente no se encadenaron dos temas, y eso que este inicio dedicado a Rainbow lo hubiera requerido para llevarse al público de calle con “Love´s No Friend” y “Makin´ Love”.
Hasta ahí llegó, de momento, el repaso al “Down To Earth”. Posteriormente tendríamos el tema del “Line Up” de 1981, “Night Games”, cogido de manera suelta uno de los momentos más brillantes de la descarga. A partir de ahí llegó un tramo con acústica que partió por completo la actuación en dos. Hubiera tenido su punto, pero es que ocupó prácticamente todo el centro de la descarga desembocando ya en la recta final sin apenas haber saboreado el concierto soñado.
Este tramo lo comenzó Graham Bonnet cambiando su gafas de sol por otras que le hacían parecer el mismo Buddy Holly para interpretar su versión de “Peggy Sue”, posteriormente le siguieron “Allways Be There” y “The Wichwood”, con el que se tuvieron que contentar los que esperaran algo de Alcatrazz. No fue tampoco muy acertado meter “Mirror Lies” como nuevo tema en un tramo del concierto que pedía a gritos una reconexión y ya para colofón llega el momento de los solos de guitarra y batería.
El tramo final el concierto nos ofreció “Only One Woman” y un “Since You Be Gone” que levantó bastante los ánimos del paciente público. Se marcharon para regresar con un final “Lost In Hollywood”, que parecía ser el adiós definitivo, si bien tendrían la deferencia de interpretar de nuevo, finalmente, el “All Night Long”. Supongo que ellos mismos se quedaron con la sensación de que no habían cumplido con el personal. Pero no sería por ver a un artista en el ocaso de su carrera, sino mayormente por un repertorio incompleto y desacertado debido a las circunstancias, las cuales desconozco si vienen dadas por causas de fuerza mayor o por una falta de previsión, mimo y profesionalidad a la hora de encarar estos conciertos que sus fans hubieran merecido.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MAR JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)
