CRÓNICA: OVERKILL + PRONG + ENFORCER + DARKOLOGY

OVERKILL + PRONG + ENFORCER + DARKOLOGY

2 – 11 – 14

Bilbao (Kafe Antzokia)

Ante una gran expectación llegaba de nuevo Overkill a tierras vizcaínas arropado por un cartel nada carente de interés. Teníamos la oportunidad de presenciar la actuación de cuatro bandas no muy vistas por estos lares. A nivel de popularidad el cartel daba un salto a partir de la mitad con los también americanos Prong, en una posición de telonero no demasiado cómoda para ellos, equiparando su tiempo de actuación prácticamente al de las dos bandas menos longevas como eran Enforcer y Darkology.

De estos últimos poco conocía. Tampoco llamaron excesivamente mi atención, si bien sus destellos técnicos podían ser interesantes, pero no dejaban de ser una banda bastante típica dentro del metal, con una voz aguda de manera continuada. No le pongo reparo, en cualquier caso, a la ejecución de los temas, pero lo que más podrá recordar ahora mismo el personal tal vez sea de la versión de Black Sabbath de “Mob Rules”.

Enforcer fueron los que tras ellos pegaron un golpe sobre la mesa. Los suecos salieron a defender su heavy metal eterno como fieras. Precisamente a ambos lados del escenario se ubicaban las pancartas enarbolando el estilo que ellos practican heavy metal sin más aditivos, speedico y contundente. Enchufadísimos arremetieron con “Mesmerized By Fire”, resultando imparables en el escenario, donde son un grupo electrizante, como quedó reflejado durante la interpretación de “Live For The Night” y “Take Me Out Of This Nightmare”. La versión de Venom de “Countness Bathory” fue un guiño especial mediada su corta e intensa descarga, para terminar tan feroces como comenzaron con “Scream Of Savage” y “Midnight Vice”. Los suecos plantaron una tremenda batalla en medio de este cartel de grupos americanos, poniendo el listón alto hasta para los que vendrían luego.

Porque Enforcer contaba con un factor a favor que tal vez no tenía Prong, que su toque de heavy metal tradicional lo hacía más asimilable para los seguidores de Overkill. Y es que Prong son un influyente grupo que a partir de los 90 marcó un nuevo camino dentro del metal. Tal vez siempre se quedaran en tierra de nadie, sin encajar de lleno con las nuevas tendencias que posteriormente vinieron, pero rompiendo con el trash metal de la época.

Pese a que tal vez en otro ambiente creo que hubieran provocado mucho más entusiasmo, su actuación fue aplastante. El trío derrocha actitud, visualmente dan mucho juego con la imagen imponente de Jason Christopher al bajo, la contundencia que transmite una bestia tras la batería como Art Cruz, con una pegada descomunal, y Tommy Victor moviéndose por el escenario como si pisara cráneos.

El reparo que se le puede poner a la descarga es su corta duración. Para una banda de este calibre y trayectoria puede saber a poco. Bien es cierto que, como he apuntado, no creo que fueran multitud los seguidores del grupo congregados en la sala, mucho más expectantes ante la salida de Overkill.

Prong apenas sí tuvieron algunos minutos más que los predecesores para exponer un pequeño puñado de temas que diera fe de su dilatada carrera. De primeras aplastantes resultaron “For Dear Life” y “Beg The Differ”, rompiendo definitivamente en un clásico de la categoría de “Unconditional”. Pese a potentes detonaciones de su último “Ruining Lives”, no se pudo comparar nada al final arrasador de “Snap Your Fingers, Snap Your Neck”, dejando al personal en el momento cumbre tras una corta actuación sin tacha, por otro lado, en el nivel musical y, sobre todo, en la exhibición de fuerza que cabe esperar de Prong.

Había unos claros cabezas de cartel y esos eran Overkill. Estos ya con todo el escenario para ellos, con un gran telón en el fondo y el logo de la banda frente a la batería saldrían a arrasar con Bilbao y no dejar insatisfecho a ninguno de sus seguidores. Complicado contentar a todos cuando ya se tiene una trayectoria tan larga y el paso de los años va cayendo sobre sus componentes. Sin embargo, el tiempo no parece haberles castigado especialmente. El nervio que posee Bobby “Blitz” Ellsworth es de un adolescente aún, y su voz sigue chirriando como siempre. Además se respalda con una banda implicada y mortífera, con D.D Verni al bajo siendo su mano derecha desde siempre, la apisonadora Ron Lipnicki a la batería y las guitarras de Dave Linsk y Derek Tailer, tendiendo sus telas de araña, en las que todos caeríamos sin remisión.

Overkill hizo una actuación donde brillaron nuevos tema y grandes clásicos sin apenas encontrar altibajos ni en el nivel expuesto ni en la entrega de sus seguidores. Está claro que al final de la descarga se montaron los mayores pogos, pero aquello fue un tornado que hasta no terminar de pasarnos por encima no tuvo momento de respiro. Había que agarrarse donde se pudiera o dejarse llevar por el empuje demoledor de la banda, cuyas consecuencias podrían hacer satisfactorios hasta los golpes que más de uno se llevaría para casa.

Impactante salida a escena de la banda en medio de la intro tras la que “Armorist” deja bien a las claras su capacidad para seguir facturando buen material en la actualidad dentro de un estilo en el que son reyes. No tardarían en llegar los clásicos, con el homónimo Overkill, resultando temas mucho más recientes como “Electric Rattlesnake” impecables en ejecución y mortales de necesidad.

Cada vez que Bobby volvía al micro parecía poseer más fuerza, como apreciamos en “Wrecking Crew” o “Black Daze”. La gente ya estaba en el bolsillo, pero si cabe quedó un poco más claro con “Rotten To The Core”, cuyos ecos puede que se sigan oyendo por mucho tiempo en el Kafe Antzokia.

“Bring Me The Night” tendió un puente hacia otro tema favorito de los más clásicos seguidores de la banda americana como es “End Of The Line”. Tremendo de voz Bobby “Blitz”, que pudo descansar con el solo de guitarra de Dave Linsk tras el que entró “Long Time Dying” para volver a sacudir los cimientos de una sala cuyo tembleque se debería percibir fuera ante temas como “Under One”, “Pig” o un impresionante y grande “Hello From The Gutter”, tras el cual la banda demostró de qué están hechos con “Ironbound”, de ahí su eterna juventud.

Se atrevieron en la recta final con un nuevo tema como “Bitter Pill”, tras el cual “Elimination” pudo ser la gota que saciara el ansia de los amantes de los viejos tiempos de la banda, porque la habitual versión de The Subhumans “Fuck You” ya nos la esperábamos para terminar de echar abajo el recinto.

Increíble el estado de forma del grupo a sus casi 35 años de historia. Ya quisieran otros mostrarse como el señor Bobby “Blitz” Ellsworth a sus 55 años bien llevados. Pero es que en su caso hay que tener en cuenta que son pioneros de un estilo con un nivel de exigencia físico extra. Los hay que están hechos de una pasta especial.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)