CRÓNICA: METAL NORTE

METAL NORTE

LEO JIMENEZ + LEIZE + DOMINIUM + ASKI DA + DINKY DAU

04 – 10 – 14

Irún (Sala Tunk!)

De la consolidación al asentamiento. Si el año pasado el Metal Norte daba un paso de gigante con dos jornadas muy atractivas de metal en directo, tocaba corroborar que este festival norteño era capaz de mantener el nivel, algo tal vez más complicado. Pese a reducirse en esta quinta edición a una sola jornada así lo ha hecho con la calidad de las bandas en liza, apostando no solo por dos grandes nombres como los de Leize y Leo Jimenez, sino también por tres grupos que pese a su nombre más pequeño en el cartel eran unos auténticos veteranos de nuestra escena. El público entendió el atractivo de la propuesta abarrotando la sala Tunk! de Irún en una cita que ya es fija para muchos al inicio de cada otoño.

Para quien suscribe fue un honor hacer de presentador del evento junto a nuestro amigo Andoni, vocalista de Fiend y parte integrante de Metal Norte, junto al cual también repartimos entre los presentes regalos, incluidos unos bollos cuando ya pasaba la hora de la cena.

5 minutos antes de la hora en principio prevista comenzaban a sonar Dinky Dau. La banda vitoriana tenía ganas de aprovechar el tiempo del que disponía y demostrar lo injustamente olvidados que resultan tras 20 años de trayectoria y con cuatro discos a sus espaldas, el último editado en 2010 de título “El Aliento Del Dragón”.

El trío salió a por todas ante una sala aún muy despoblada, destilando su heavy rock de la escuela más clásica que, cómo no, tiene mucha deuda con Barón Rojo, de los que se marcaron la versión de “Hermano Del Rock & Roll” como una declaración de principios. No fue la única versión, ya que se marcaron un rockerizado “Black Is Black” de los Bravos. Tampoco sería única declaración de principios ya que de esa guisa comenzaban con “El Ritual Del Rock & Roll” de lleno metidos en la descarga, dejando constancia de lo hecho también bajo su propia firma como atestiguó el final “En Blanco”, que dio título a su tercera obra. Con este estilo tan tradicional el hecho de surgir en una época en la que este ya andaba de capa caída seguro que ha influido en su falta de reconocimiento, pero con cuatro discos en su haber deberían de tener entre los amantes del género de reminiscencia ochentera descarada un hueco un tanto mayor. Que el Metal Norte les haya servido para salir un poco de la cueva.

Tras 17 años de separación los guipuzcoanos Aski Da han regresado para celebrar los primeros 20 años desde su formación. Otros que han cumplido la mágica cifra de dos décadas. Han regresado registrando el EP “Paranoia”, el cual sin duda dejan en algo muy flojo si vemos cómo se las gastan en vivo. Los de Errenteria suenan demoledores en vivo y se mostraron plenos de agresividad, entrega y entusiasmo sobre las tablas.

Temas como el propio “Paranoia” demuestran cómo la banda hace crecer estos temas muchos puntos en directo. Lo mismo podemos decir de “Ludópata” o “Quien Pudiera”, incluidos en su rápidamente interpretado repertorio junto a temas como el propio homónimo de la banda, terminando la fiesta con el ideal para ello “Txin Txin – Pon Pon”, con Iker bajando del escenario para mezclarse entre el público entre carcajadas. Banda muy fuerte la que vimos.

Muy especial dentro del festival resultaba la actuación de Dominium, que llevaba dos años sin pisar los escenarios. Tras varios cambios de formación teníamos ante nosotros nuevamente a los irundarras ofreciendo un concierto de lo más entregado, con Luis a la voz literalmente comiéndose las tablas y la banda sacando toda la rabia del mundo en su thrash death de toque personal con letras en castellano.

No habría tregua en su actuación, que incendió la sala Tunk! definitivamente, con la agresividad de “Alucinación”, “Inerte” o “Mundo Oculto”, tema título de su obra de 2003. No se dejaron en el tintero “Cruda Realidad” de su último single de 2011, cuando dejaron de dar señales de vida por un tiempo.

La temperatura subió con ellos varios grados, cerrando con mucha tralla a cargo de temas impactantes al máximo como “El Precio De La Fe” o “Directa A Mi Cerebro”. Sudaron la camiseta como nadie en esta noche que afrontaron como si fuera la última. No hubo reservas de ningún tipo.

Me tenía que sacar una espina con Leize, ya que en su última visita a Bilbao no pude estar viendo a una de las bandas con la que he crecido, una de las bandas más grandes que ha dado jamás Euskal Herria, con la peculiaridad de haber conseguido más reconocimiento fuera de su tierra que en ella. Al menos esta noche se iban a dar el gusto de actuar en casa ante una sala con una excelente entrada, repleta de público que no dejaría de entonar sus canciones y de vitorear el nombre de la banda y de sus componentes.

Leize le ofrecieron a su gente un repertorio de lo más tradicional. A tenor de la calidad de sus temas nuevos y del importante papel que juegan en su reciente directo de 30 aniversario me esperaba que ocuparan estos un papel más importante en el repertorio. Pero salvo “Sin Sitio” para arrancar, “Héroe”, que se ha convertido en uno de los momentos más emotivos de sus actuaciones y “Demasiado Tiempo”, que movió de significativa manera al respetable; el resto fueron temas pertenecientes a la época previa al parón de la banda allá por 1997.

Es increíble comprobar cómo los años no parecen pasar por ellos. Al menos no por el feeling que desprenden estos temas, por el trabajo de guitarras de Felix y Patxi y el calor de esos coros en los que se hace un fantástico juego vocal entre estos dos y Toño con marca registrada. Un sabor único el que desprende la banda a estas alturas y al que el tiempo ha mantenido intacto. Si cabe, como ocurre con el buen vino, este resulta aún de mayor calidad. Hay que comprobar cómo les quedan a día de hoy temas como “Futuro Para Mi” o “Volveré A Salir” para entenderlo.

Así bordaron su descarga, pegando muy fuerte en “Y Otra Vez” o rescatando la sensibilidad de “A Tu Lado”. Si bien para mí en sus conciertos siempre supera a esta balada el medio tiempo “Otra Noche Más”.

En su plano más reivindicativo “Acosándome” o “Dar El Salto” tienen a día de hoy tanto sentido o más que cuando se compusieron, mientras que en el lado más hard rockero tenemos canciones como “Voy Buscándote” o “Pídeme” y en el más festivo “Todo Por El Suelo”, con globos lanzados desde lo alto de la sala.

Destacable también los temas de su primerísima época “Sangre De Barrio” y “Egun Batean” muy apreciados por su público. Momento en el que Toño ya estaba lanzado en su particular forma de disfrutar de la actuación. Es un gustazo ver a músicos que disfrutan de esta manera en escena y el bajista puede ser la encarnación más clara de lo que es sentirse libre y a gusto sobre un escenario. En un momento se atrevió a subirse a la batería incluso, no sin cierto suspense.

Por supuesto resultó nuevamente todo un zarpazo en su estilo “Buscando… Mirando” al igual que “Devorando Las Calles”, ambos clásicos que daban título a dos de sus obras más reconocidas. Con “Muros” amenazaban con despedirse, pero regresaron para brindarnos “Noche De Ronda” y despedirse con la sensación de no haber pasado el tiempo por este puñado de temazos imperecederos que sigue siendo un lujo poder disfrutar en vivo.

20 años sobre los escenarios celebra Leo Jimenez en esta gira con su heavy metal orchestra y con un repertorio muy especial. Personalmente me hacía especial ilusión ver en directo nuevamente temas de Saratoga que, sin que nadie se me enfade, sin él en la formación nunca fueron lo mismo. También me gustaba la idea de escuchar sus temas tanto en 037 como en solitario, mientras que me causaba más curiosidad que otra cosa el ver como se desenvolvían él y su banda con algunas versiones de clásicos del metal.

Por fortuna, no convierten esto en una verbena, ya que tienen más peso sus temas de Saratoga y de sus otros proyectos. De hecho el arranque fue brutal y, a la postre sería lo mejor de la actuación. Y es que fue de quitar el hipo ver a un Leo pletórico de voz salir con “Vientos De Guerra” y “Malito Corazón” de Saratoga, para continuar con dos temas de su primera obra con 037 como “Bebe De Él” y “Caminos De Agua”. Un arranque de diez ante el cual pocos podrían discutir quién es el vocalista con las cualidades más portentosas a nivel estatal. Como tampoco lo guapa que les ha quedado la camiseta del festival a los organizadores este año, la cual portó el vocalista durante casi toda la actuación.

Ante esto, por supuesto, Leo ya tenía al público a sus pies, lanzamiento de tangas incluidos, cuando se marcó las versiones de “Metal Warriors” de Manowar y “Domination” de Pantera. Llegados a este punto él propio vocalista se hace cargo de una tercera guitarra, sonando aquello demoledor. Le vino muy bien a un tema como “Enter Sandman” de Metallica.

“Misantropia” de su trabajo en solitario “Animal Solitario” fue dedicado por Leo para aquellas personas mal folladas que te miran con cara rara cuando saludas. No podía faltar algo de Stravaganzza como “Impotencia” (con la colaboración de Mero de Cuernos de Chivo) y, aunque fuera de Mecano originalmente, como si de este proyecto se tratara se acogió “Hijo De La Luna”.

Sorprende que Leo se decante por “Si Amaneciera” como balada de la noche, y no “Parte De Mi”, que en principio es más suya. Momento mágico, en cualquier caso, para arrancar tras el amago de despedida, destacando “Resurrección” como el tema con el que se dio a conocer como compositor. Así lo presentó el propio Leo, que también se acordó durante la actuación de haber estado hace 12 o 13 años con Saratoga en esa misma sala.

Siempre destacó el vocalista el papel de su banda, absolutamente profesional aunque algo sobria en su actitud. Especialmente ensalzó el papel Carlos Expósito, tachándolo como uno de los mejores baterías del país para arrancar “Painkiller” de Judas Priest. Tal vez sea porque cuando en su día versionó este tema con Saratoga no me gustó mucho el resultado, pero me parece una versión que salvo por el derroche vocal de Leo, algo que a estas alturas estaba de sobra demostrado, no alcanza la notoriedad de otras canciones que volaron muy alto sobre nosotros sustentadas en esos imponentes registros de La Bestia.

Excelentes bandas entregadas en el escenario, una organización que hace esto desde el corazón y gran respuesta de público. Un día en el que todos los condicionantes resultan favorables como para hacernos ver la realidad de nuestra música de otra manera. Una prueba de que gracias a estas iniciativas, a la gente que las apoya y cree en ellas esto sigue muy vivo. Habrá que repetir…

Texto: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: Mari José Martin (mari@lamiradanegra.es)