CRÓNICA: H.O.M. FEST – SEGUNDA JORNADA
H.O.M. FEST
Segunda Jornada, 5 – 07 – 14
Salas de los Infantes (Burgos)
No llegamos a ver la tempranera actuación de Human en el escenario principal. Era utópico poder ver todas las bandas del día ante tal cúmulo de actuaciones coincidiendo en uno y otro escenario, pero con la mencionada excepción, y aunque era imposible ver todas las actuaciones al completo, podemos decir que no perdimos la oportunidad de ver a ningún grupo. Por el interés de las bandas, nos centramos en el escenario principal, pero no dejamos de entrar al recinto cerrado para disfrutar aunque fuera unos minutos de las buenas propuestas que teníamos en el escenario cubierto, hoy con un sonido bastante mejorado, si bien por monitores los músicos sufrieron en algunos momentos.
Ahí estaban arrancando con gran contundencia los burgaleses Antecessor, habituales de las pasadas ediciones del festival que no faltarían a la cita. Impactante su comienzo de actuación con “En El País De Los Ciegos” y “Fronteras De Lo Absurdo”. Muy fuertes y compactos, animando al disfrute del público que guste del metal cañero desde primera hora de la tarde.
Les dejamos en el tercer tema porque no quisimos perdernos la actuación de Dawn Of Tears. Los madrileños son uno de los grupos que más nos han impresionado en los últimos años y que daban fe de la variedad del cartel de esta segunda jornada. Metal extremo, thrash metal, hard rock y heavy metal en distintas versiones nos iban a ofrecer las bandas este sábado cinco de julio en Salas de los Infantes. En ese sentido, Dawn Of Tears es un grupo difícil de encasillar y que, entiendo, puede aportar muchísimo al panorama actual. Sus tres trabajos editados hasta la fecha son de lo más recomendables y de todos ellos hubo algo que rescatar para este escaso periodo de tiempo sobre las tablas. Bien es cierto que su oscura propuesta pierde algo en un recinto abierto a plena luz del día, pero la banda dejó constancia de su clase y categoría, de su gran nivel musical y de su creatividad, en temas como “A Cursed Heritage”, “Cadent Beating” o el que podemos considerar su más aceptado clásico, ya de su primera obra “Descent” de 2007, “The Pit and the Pendulum”, donde un problema con el micro lo único que provocó fue que el público asistente mostrara todo el apoyo al grupo para salir del escoyo. Se habían ganado toda esa admiración.
De vuelta a dentro y a la espera del comienzo de la actuación de Döria, Six Miles Wide arremetían con mucha energía con un hard rock muy marcado por bandas como Guns ´N Roses o Mötley Crüe. Uno de los grupos para mi más desconocido, pero que me sorprendió en el poco rato que les vimos. No les falta descaro ni fuerza en este estilo.
Döria salieron a por todas en el escenario principal. Un grupo de heavy metal melódico que ya dio mucho que hablar con su anterior “Despertar” y que ha vuelto a la carga con “Golpea Otra Vez”. Una pena que en este día por temas discográficos aún no lo tuvieran a la venta. Martí se salió de tono en más de una ocasión, quien por otra parte tiene un registro que se ha convertido en personalidad de la banda, pero salvo esa puntualización dieron buena cuenta de sus excelentes canciones con grandes estribillos de los que destacan el propio “Golpea Otra vez” o temas con gancho como para permanecer eternamente en su repertorio, caso de “Pensavientos”. Remataron con “Hail And Kill” de Manowar.
Continuando con una tesitura melódica, pero esta vez más orientada al hard rock melódico, en el otro escenario teníamos a Strangers. Los madrileños han debutado con un destacado disco en este estilo. Les ocurre como a muchas bandas del palo, que la evolución no es uno de sus objetivos, pero su calidad no tiene dudas. Gran despliegue el que ofrecen y el que mostraron en el H.O.M. Fest, si bien el sonido les dificultó la labor. Sin embargo, temas como “Hopeless Town” o “Forbidden Love” encandilaron al respetable que tuvo en ellos un oasis ante las propuestas más duras que poblaban el cartel de este día.
Y es que menudo contraste el que nos encontramos con los grandes Avulsed, que la liaron parda. Pese a su larga trayectoria de 23 años nunca había podido ver en directo a esta institución de death metal y es una de las espinas que me saqué en este festival que se acuerda de grupos que otros no hacen. La legendaria banda hizo mella en el personal, que no tardó en comenzar con pogos y movimiento incesante en temas como “Breaking Hymens” o, de su nueva referencia, “Zampiro”. Se montó un wall of death de órdago durante su actuación, en palabras de Dave Rotten, por primera vez en la historia de la banda, eludiendo un tanto la moda de este tipo de acciones propias de los conciertos extremos. Y el final por todo lo alto llegó con “Exorcismo Vaginal”, con el vocalista mezclado con las primeras filas y finalmente levantado por los aires. Triunfal final para una descarga que merecía un gran colofón como este.
Pudimos ver el arranque de Diabolus In Extremis, sonando compactos y contundentes, causando una gran impresión. Banda muy rodada en el tiempo que pudimos ver. Aunque a veces es complicado dar una opinión con tan solo un par de temas. Lo cierto es que aquello sonaba impoluto en fuerza y técnica. No me extraña que los propios Avulsed los recomendaran.
Pero nosotros volvíamos al escenario grande para ver a Silver Fist. El luchador vocalista tras su reciente salida de Muro continúa apostando por su carrera en solitario y dio un destacable concierto. Es de los que no defrauda en directo. Sin apenas mediar palabra para aprovechar el tiempo repasó sus dos trabajos bajo esta denominación, con temas como “El Predicador”, “El Miedo” o “Lágrimas De Sangre” Un clásico como él dejó de lado tópicos a la hora de homenajear a una banda, brindado un sensacional “Gutter Ballet” de Savatage y tuvo tiempo para presentar algo de su próximo disco que va a entrar a grabar en septiembre, en el cual se incluirá “Se Acabó”, con una letra llena de conciencia que musicalmente defiende el estilo que Silver siempre ha enarbolado. Siempre entregado al metal.
Mistweaver atronaron en el segundo escenario. Banda con un trayectoria interesante desde 1997 que representó la vertiente más embrutecida del metal en esta edición de H.O.M. Fest y también la técnicamente mejor ejecutada. Pudimos ver en este directo la presentación de un nuevo tema de cara al próximo disco, llamado el mismo “Pandemonium” si mis oídos no fallaron. Hicieron temblar el suelo bajo nuestros pies.
Quién nos iba a decir que iba a ser en Salas de los Infantes donde veríamos la despedida de Oscar de Vhäldemar. Desconocía que el bajista de siempre de los vizcaínos había decidido abandonar la banda. Este fue el último día en que le veríamos con la formación. Se marcó para ello junto a sus compañeros “Metal Of The World”, para el que le cedió el puesto Adolfo, nuevo bajista de la formación que sorpresivamente para nosotros ya se presentaba en este festival en directo en su nuevo grupo. Buen remplazo el que han encontrado, procedente de los extintos Waldheim.
Desprendieron metal con su carácter personal, como en ellos es habitual, aunque con menos monólogos del vocalista por las apreturas de tiempo. Pero dieron buena cuenta en ese espacio de lo que supone la banda en directo. Con temas nuevos como “Rock City” o “The Old Man”, que comienzan a oler a clásico, y manteniendo en el repertorio temas como “Breaking All The Rules”, que sigue dando mucho de sí. Puños arriba y apoyo incondicional a la banda por parte de sus seguidores, que no les dejaron de lado en esta visita a tierras burgalesas. El final se acercaba con “Lost World”, donde vimos a Carlos Escudero entre el público en una habitual imagen de sus conciertos, terminando con “Energy” por todo lo alto pidiendo que ese estribillo se escuchara bien fuerte. Atronadores aprovechando el mejor sonido de esta jornada, con un tiempo más limitado a como les habíamos visto en sus últimas actuaciones, pero triunfantes como cada vez que pisan un escenario.
Los madrileños Rancor tenían una buena presencia de seguidores en el escenario cubierto. Cuando entramos se estaban marcando una portentosa versión del “Mob Rules” de Black Sabbath que tenía enganchada a la concurrencia. Y así continuó su actuación mientras les vimos con temas como “Dark Future” o “Wounded Wolf”. Un grupo de cabecera si nos tenemos que referir a una nueva generación de bandas de thrash.
Hemos visto a Grave Digger en mejores actuaciones. En esta ocasión el retraso pudo hacerles comerse parte del repertorio. Aunque hoy la organización luchó para no acumular el retraso de la jornada anterior el montaje del escenario y la prueba de los escrupulosos pipas de los teutones hizo que aquello se demorara más de la cuenta, con lo que de la hora y media estipulada en los horarios, Grave Digger cumplirían con una hora en la que desgranaron algunos sus temas más representativos.
Nos perdimos una parte de su actuación por dar fe de lo que Phobos Preacher hacían en el escenario interior, pero lo que vimos fue un concierto de los alemanes bastante bien planteado en cuanto a repertorio, comenzando con algunos temas más nuevos y pasando a los clásicos finalmente, provocando que todo el respetable coreara las canciones y levantara sus puños al aire como en un concierto suyo cabe esperar.
Le hubiera hecho falta tal vez algo más de potencia en el sonido. En cualquier caso, sin ser un concierto en el que pusieran toda la carne en el asador (a mi modo de ver), los de Chris Boltendahl no decepcionaron. Se trata de un grupo muy encaminado al directo, con temas que pegan fuerte cuando se ejecutan en vivo, algo que no dejó de ocurrir en esta ocasión.
La muerte les acompañó, como es habitual y fue la primera en aparecer ante nosotros, ocupando el teclado seguida por el resto de la banda. “United Grave” o “Hammer Of The Scots” formaron parte del inicio de la descarga, llegando a un punto de inflexión con “Excalibur”, un clásico coreado por el personal, como también lo fueron en la recta final “The Round Table (Forever)” o “Rebellion (Tha Clans Are Marching)”, tras el cual los bises no se hicieron esperar ante los oes que tanto gustan a los grupos extranjeros. El sonido de gaitas preludiaba “Highland Farewell”, para finalmente acabar con el certero “Heavy Metal Breakdown”. Aunque se reservaran algo, según mi apreciación, resultaron bastante más que cumplidores.
Phobos Preacher jugó un papel complicado en el festival. La que en principio sería una buena hora para cualquier banda, las 22:15, a ellos les coincidía de pleno con la actuación de uno de los cabezas de cartel actuando en el otro escenario. Pero en el par de temas que disfrutamos de los maños pudimos ver a un grupo entregado y muy fuerte animando muchísimo al personal que se decantó por su propuesta de thrash metal con una pincelada si cabe más extrema. Una pena que no pueda contaros mucho más, por estar pendientes de lo que ocurría fuera, porque sin duda Phobos Preacher merecían mayor atención y, cuando menos, no merecían quedar fuera de las crónicas del H.O.M. Fest.
Tras ellos Los Lügers aparecieron en el escenario cubierto, con su enérgico rock & roll que ellos convierten en directo en una especie de ritual de magia negra. Adoración al rock & roll y a lo oscuro que en él habita con temas directos que puedes escuchar en su trabajo “Lucifer”, remarcando la oscuridad estética de temas que suenan a sucio rock & roll sin más miramientos, directos a la cara, y que beben de fuentes del norte de Europa en la actualidad, pero sabiendo darles un tono personal. El trío pasó por encima de los presentes en la recta final de su concierto, con ritual de sangre incluido. Un trío que gana mucho en vivo y que lejos de quedarse en resultar un torbellino sonoro cuida mucho la puesta en escena. Fue ideal para revitalizarnos de cara a lo que quedaba de noche.
Que no era poco, porque otros de los cabezas de cartel de esta edición del H.O.M. Fest eran Sodom. Si entre todos esos nombres que aparecían en grande en el cartel hubiera que elegir a un grupo ganador, me quedo con ellos. Fueron los que más fuerte golpearon. Puede que hasta les viniera bien el cabreo que Tom Angelripper se cogió por no escucharse bien la voz cuando utilizaba uno de los micros. El caso es que el grupo sonó con una agresividad absoluta.
Lo hicieron desde el inicial “My Final Bullet”, sin compasión desde el inicio. También representó a su nueva obra “Stigmatized”, que no dejó de ser demoledor, aunque la gente pudo disfrutar de mayor esencia Sodom con “Sodomized”, “Agent Orange”, o auténticos clásicos del thrash metal alemán como “Christ Passion” o el final “Bombenhangel”. Sonido atronador por parte de un trío que descargó su versión del “Iron Fist” de Motörhead en homenaje a Lemmy Kilmister, subiendo como es debido el volumen del amplificador del bajo de Tom Angelripper y con éste posicionado en postura que emulara al propio bajista y vocalista de Motörhead.
Buenos momentos los que nos dejó su descarga, aunque la destacaría como un todo. Una hora de furia arrasadora por parte de unos clásicos a los que por mucho que se les vean las canas no dejan de dar una lección en estas lides.
Menudo descubrimiento el de White Coast Rebels que tenían al personal metido en el bolsillo cuando llegamos a su recta final de actuación. Suerte que pudimos ver al menos eso para tener constancia de que en la Costa Blanca (Benidorm) tenemos este grupo formado por algunos músicos internacionales residentes en esa zona que han sacado un primer disco de título “Hangin´With The Bad Boys”, al que pertenece “The Power Inside” que sonaba de cine cuando entramos por la puerta de la discoteca Pepes. Hard rock con un toque heavy, lleno de melodía que a esas horas de la noche sonaba con una frescura absoluta. Dice mucho que en un festival se pidiera “otra” siendo esta la última banda de este escenario, tras dos jornadas maratonianas. Y no nos privaron de ello. Qué pedazo de banda a descubrir como nosotros hicimos. Una de las sorpresas del H.O.M. Fest. Espero que no sea lo último que sepamos de ellos. Qué pulcritud en el sonido y qué calidad.
Por nosotros podían haber seguido tocando, porque Barón Rojo se hicieron de rogar. La prueba de sonido volvió a hacerse larga, de ahí que Armando de Castro saludara directamente con un qué paciencia tenéis. Puede que muchos se les echen encima por arriesgar con un repertorio diferente, pero lo cierto es que los Barones venían pidiendo algo de frescura en sus conciertos y creo que la han encontrado rescatando temas que yo, personalmente, nunca había visto en sus conciertos. La primera parte de la actuación se basó en temas poco habituales de sus últimas giras, algo que me hizo fruncir el ceño con “Arma Secreta”, pero que finamente no solo comprendí, sino que aprecié.
Por otro lado, tenía miedo de lo que la veterana formación podría ofrecer a esas horas de la madrugada. Cierto es que no han brindado en alguna de sus últimas actuaciones su mejor cara, pero esta vez vimos al grupo más en forma. Sobre todo a un Carlos de Castro mejor a nivel vocal, aunque también tuvo su cabreo en el inicio con el sonido que le llegaba por monitores. No tardó demasiado en subsanarse, por fortuna.
De esa primera mitad de actuación me quedo con cada momento. Y es que la vitalidad con la que interpretaron “Tierra De Vándalos” no sé si la hubiera tenido un clásico más habitual y esperado. “El Presidente” rescató un tema olvidado en sus conciertos, como también ocurrió con “El Precio Del Futuro”. Más allá de sus letras más conocidas, hay que reconocer lo visionarios que estos temas eran ya allá por los 80. Crítica para la radio fórmula por excelencia con “Alí-Babá y Los Cuarenta” y un guiño a una obra que me parece desafortunada como “Tommy Barón” con “Viaje Asombroso”, pero con un extracto de la misma que en directo les da juego y donde sobre todo Rafa Díaz se luce en la batería.
Como una reivindicación se acodaron de “Seguimos Vivos” de “Ostinato”. Y entre medias metieron dos clásicos para que el público cambiara un poco el semblante y cantara “Breakthoven” e “Invulnerable”. La reacción pasiva en principio del público espero que también conllevara la comprensión y el disfrute que a mí me produjo ver un concierto especial en cuanto a repertorio de Barón Rojo, que tras muchas veces de verles en directo agradecí.
Eso sí, para la segunda mitad aseguraron con clásicos de sobra conocidos, como “Hermano Del Rock & Roll”, “C.B.S.”, “Concierto Para Ellos” o “Cuerdas De Acero”. Me alegro de que ahí aparezca “Caso Perdido”, que tras haberlo recuperado hace unos años para los directos se ha convertido en un fijo. Lástima que aquí Carlos se equivocara en la letra, de los pocos percances reseñables de la descarga. Dedicatoria especial para una chica de la zona que nos había dejado con “Hijos De Caín” y “Los Roqueros Van Al Infierno” con un intermedio formado por “Desertores”, “Diosa Razón” y “Casi Me Mato”. Tras su salida del escenario sabíamos que no iba a faltar “Resistiré”, esta vez sin intro y directos al grano.
Tras las críticas negativas de algunas de sus últimas apariciones en vivo hay que decir que vimos a unos Barón Rojo con muchas ganas, con movilidad en escena incluso superior a lo que venían acostumbrando. Pese a la incomprensión que pueda provocar la parte inicial del concierto, una de las mejores ocasiones en la que les hemos visto en los últimos años. Claro que siguen vivos y lo celebramos.
Como viva está nuestra cultura gracias a iniciativas como H.O.M. Fest. Cuarta edición de este festival que pasa de Hontoria a Salas de los Infantes, emplazamiento encantador y excelente para un evento así. De esta manera dan un salto de calidad y popularidad sin tener como objetivo ser un festival masificado de los cuales uno acaba muchas veces saturado. De esta manera no hubo que aguantar caminatas extenuantes, colas en la barra y los baños desquiciantes, ni agobios típicos de festivales masivos en los que disfrutar de un concierto cuesta sudor y lagrimas. Bien es cierto que cabe mejorar el aspecto de sonido y procurar evitar retrasos excesivos cuando llegan los cabezas de cartel, algo que en cualquier caso en este tipo de eventos con tantas bandas es comprensible. Pero hay que felicitar y dar las gracias a la organización por reivindicar otro tipo de grupos que de otra manera es muy difícil ver en un mismo cartel y que colarse en otros grandes festivales les cuesta bastante. La sensación con la que nos marchamos es la mejor posible, pensando en volver dentro de un año y que el H.O.M. Fest encuentre la forma de consolidarse como una cita ineludible de cada verano con la lucha de sus organizadores y el apoyo necesario para que ello ocurra. Nosotros ya lo hemos marcado como prioridad para el verano que viene.
Enlace a la crónica de la PRIMERA JORNADA del H.O.M. Fest
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)
