WITCHBURN

13 – 11 – 11

Erandio (Sentinel)

Explosiva visita la que teníamos oportunidad de presenciar y disfrutar llegada desde Seattle (U.S.A.). Una banda totalmente desconocida para la mayoría que se ha embarcado en una gira por la península que les ha tenido tocando día sí y día también, sin apenas descanso, por los locales que les han ofrecido las condiciones necesarias, con indiferencia de aforo. Nosotros, una vez recibida la información del concierto y viendo la que se avecinaba, no dudamos en tildar esta gira como una de las más interesantes del año. No en vano, precisamente el desconocimiento general es el que activa de una manera más clara el factor sorpresa. Sorpresa que ya nos llevamos al escuchar su trabajo “This Is How We Slay Our Demons”, una obra que os recomiendo a todos, mostrando la raíz más pura del rock y el metal, sin arpegios innecesarios, con corazón, garra y contundencia. Por supuesto que luego se unen a todo ello las capacidades de los miembros del grupo. En concreto su vocalista Jamie Nova es todo un portento de mujer que por más que eleve su voz, nunca deja salir un gallo, ni se va de tono en ningún momento. Los carteles anunciadores de la gira rezaban imagina la voz de Janis Joplin en Black Sabbath. Como para perderse algo así.

 

Así lo entendió también un puñado de fieles e inquietos seguidores del metal que decidieron reunirse un domingo a la noche en el acogedor y estupendamente acondicionado Sentinel Rock Club de Erandio, pese a que no había teloneros y la banda apenas si podía haber llegado a sus oídos por la promo previa a este concierto. Sin duda, esta gira ha levantado una importante expectación, ya que me consta que la respuesta en otros lugares también ha sido buena. Puertas que se abren para que en un futuro puedan regresar a ofrecernos otro portentoso recital de rock.

 

Porque además aprovecharon la oportunidad dando un concierto convincente en todos los aspectos. Estiraron su estancia en las tablas interpretando la totalidad de su disco y alguna versión. La toma de contacto inicial “Be Purified”, ya fue una entrada a saco con esos riffs que la guitarrista Mischa Kianne saca de la más absoluta escuela Iommi. No es extraño que más adelante eligieran “Mob Rules” como versión, aunque sorprende que se decantaran por la época de Dio, ya que ellos suenan más a los 70 de Ozzy en Black Sabbath. Ello explica que un clásico de los 80 lo ralentizaran hasta un punto más acorde con lo que suelen exponer en su música.

 

Los temas sonaron a cada cual más aplastante, conectando cada vez más con la audiencia. Jamie cada vez se explayaba un poco más con su privilegiada voz, de esas que no necesitan sacar a relucir clases de canto, solo talento natural. Espectacular durante todo el concierto, pero hay que destacar la fuerza que transmitió en “Call To Arms” o el recorrido que puede dar a su inagotable chorro vocal en “The Haunted” o “Army Of Voices”. Simplemente un portento al servicio de canciones que estallaron esta noche en las distancias más cortas, donde la música se disfruta de una manera más plena que en grandes recintos. Por eso no conviene perderse oportunidades así, de bandas con proyección que es posible que no volvamos a ver en circunstancias tan íntimas. Porque, como en otros muchos casos, si la banda no adquiere un mayor reconocimiento no será por falta de condiciones.

 

Seguro que no hubo nadie que saliera con una mala sensación de un concierto que siguió mostrando un repertorio donde llegaron a adquirir el tono blues de uno de los temas destacados de la noche donde la cada vez más comunicativa vocalista dijo en castellano que la lluvia es muy importante para la vida en La Tierra. Una verdad como un castillo que contrasta con los tiempos enrarecidos que nos toca vivir, con la climatología alterada de una manera antinatural. “Rain Come, Cleanse Me” me pareció uno de los momentos mágicos de la noche. Entre la profundidad de temas como “Blood Soaked Banner” o “Perseverance”, también hubo espacio para subir aún más el tono con “Whiskey On My Breath”, aunque Jamie no dejara de beber agua, porque como nos dijo, una vez más en el mejor castellano de que fue capaz, la noche anterior ya le había dado bastante a lo otro, con lo que ahora tocaba pagar la resaca.

 

Una dulce resaca porque llevaron el concierto por donde quisieron en todo momento, haciendo disfrutar de lo lindo al personal hasta sacar a relucir el festivo “Stand Up And Be Counted”, dentro de un concierto donde cabe destacar la capacidad detonadora de temas como el que cerró la descarga “Bleed The Stone”. Una banda que dejó bien marcado su paso por infinidad de ciudades de la península, auténtica carne de escenario y alma de pasional, descarnado e incendiario metal de raíz setentera. Qué gustazo nos dimos.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)