CRÓNICA: VITA IMANA + OST + DABELYU

VITA IMANA + OST + DABELYU

2 – 11 – 12

Bilbao (Sala Black)

Una semana atrás vivíamos en Bilbao un lleno en el Kafe Antzoki para ver a Angelus Apatrida, exponente claro del reactivado metal más cañero. Precisamente en ese concierto ellos mencionaban a Vita Imana como otro de los grupos de ese carro de bandas dispuestas a dar mucha cera. Para ver el estado de forma real de un movimiento es importante cómo responde la gente no solo ante las cabezas más visibles, sino ante todos los que conforman el conjunto de una generación que está en plena explosión.

En esta ocasión la sala Black es un lugar mucho más modesto, pero la afluencia de público cabe calificarla de buena ante una banda que tan solo tiene dos discos, no lo olvidemos. Bien es cierto, que esos dos discos están haciendo mucho ruido en todos los sentidos, pero no están los tiempos como para hacer las cosas rápido. Mejor despacio y con buena letra asentando las bases de algo duradero.

Junto a Vita Imana formaban parte del cartel Ost y Dabelyu. Estos últimos abrieron la noche. No me gustó mucho el sonido, tampoco luego Ost sonarían del todo bien, y a ellos les vi un tanto encorsetados en el primer tramo de la actuación. Doy fe de que les he visto mejores conciertos. Bien es cierto que media hora no da para demasiado y eso influye, porque en la recta final de la descarga estuvieron mucho más sueltos y se les veía más lanzados.

Nos presentaron su primer trabajo llamado “11” con temas como el homónimo, que fue de lo mejor, “Martir” o “Cara Sin Cruz”. Al público todavía le costó mucho reaccionar, pero pudieron ver en directo a un grupo que sigue avanzando y cogiendo tablas.

Si en esto del metal estamos ya cansados de hablar de bandas sin el reconocimiento merecido, especialmente se hace real en el caso de Ost. Estos vizcaínos llevan 5 discos editados con un nivel que no deja lugar a la duda. Tal vez paguen el hecho de ser verdaderamente originales dentro de su cañero y contundente sonido. El caso es que no sé dónde se meten los que piden originalidad cuando de verdad tenemos frente a nosotros a una banda que ofrece precisamente eso.

Tuvieron que tocar probando sonido prácticamente sobre la marcha, lo que resintió en parte la brutalidad con la que ellos suelen descargar, pero dejaron grandes muestras de su calidad. El público probablemente en una gran parte desconociera su propuesta, pero recompensó a la banda con aplausos muy sinceros, porque Ost resulta un grupo convincente en todos los aspectos.

Los temas de su última obra, “Bost”, se llevaron la palma, caso de “Lotería Beltza” con el que comenzaron, “Errespetua”, “Ostikada”, “Tentelak” o el festivo (a su manera) “Ilargiarenak”. Realmente todo lo hacen a su manera porque tienen su estilo propio desde hace muchos años,  También se acordaron de su anterior “Inoren Ez Den Lurrean”, con ese emotivo “Ezagutzen Ez Dena” y luego al final del concierto con el impactante “Gutxiengoa”.

Doblemente especial resulta cuando recuerdan temas de su primera época. Con el paso del tiempo podemos apreciar que en nada se quedan atrás en cuanto a originalidad al lado de los nuevos. Como bien dijeron hace 14 años, ya ha llovido, la banda editó su segundo disco “Salbuespena”. Y de aquel 1998 extrajeron “Denonak”. También en aquel disco se  recogió una versión del “Cucarachas” de Leño, adaptada al estilo contundente de la banda. La ejecutaron en directo esta noche, siendo uno de los momentos que más agradó a la concurrencia, que esta sí se la conocía.

Esta vez no pudieron contar con su bajista Joni, al que deseamos se recupere pronto para volver a verle en los escenarios con su banda. Fue perfectamente sustituido por Jagoba (Konter, Luppulo). La ejecución de los temas no se resintió, aunque echamos de menos la presencia de Joni y esa imagen que siempre transmite en el escenario. Por su parte, el grupo cuajó una buena actuación, aunque Joni Guarrotxena en la batería pudiera perder el hilo en un par de ocasiones, pendiente también de algunas programaciones y de las segundas voces, lo que se tomó Iker desde su posición de guitarrista con alguna carcajada. Perfecto éste en esas rítmicas tan importantes en la banda. Y Kapi agresivo como siempre a la voz y bastante atinado en los solos. Creo que también como guitarrista es un hombre a tener en cuenta. Una pena que el sonido no fuera el mejor. Eso no impidió que demostraran una vez más ser una tremenda banda.

Vita Imana vienen de un verano en el que han tocado en muchos festivales. Acostumbrados a verles en esos grandes escenarios me apetecía mucho verles en un recinto pequeño. Me quedé con la espina de no poder realizar crónica de su actuación en el Granito de Collado Villalba por la demora en el inicio de su actuación, pero desde entonces ya había marcado esta fecha para desquitarme.

Su actuación fue bestial. Encima de un escenario estos dejan de lado cualquier tipo de análisis. Reparten estopa con la mayor potencia que te puedas imaginar. Además estos sonaron como un cañón, con lo que todo estaba de su lado. También un público que, aunque aún no se contara por centenares de personas aún en esta visita, es fanático de la banda y no deja de darlo todo en forma de pogos, circle pits, etc. No es mala base para seguir agrandando su nombre.

Presentaron un compendio de temas de sus dos obras editadas hasta la fecha, “En Otro Lugar” y “Uluh”. No dan lugar a la tregua desde los iniciales “Animal” y “Crudo Invierno”. Y la duda de si este escenario se les iba a quedar pequeño disipada. Un frontman como Javier Cardoso es capaz de moverse en cualquier emplazamiento. Su capacidad de conexión con la gente es un aval por el que muchos grupos pagarían.

Comienza a recitar el padre nuestro para arremeter con “El Edén”, en el que se mezcla con sus seguidores en medio del pogo provocando la de dios. No iba a desfallecer el concierto con temas como “Parasito”. Especialmente bien recibida “Gondwana”. Presentado como uno de los primeros temas que compusimos. Creo que es un tema que les va a acompañar todos los años que dure la carrera de la banda como un clásico, y tal vez deberían reservarlo para la parte final del concierto.

Tampoco es que le fueran a la zaga posteriormente “Romper Con Todo”, “Sistema Nervioso” o “Paranoia”, donde se formó un wall of death de lo más bestial. Imaginad la que se montó en algunos momentos durante la actuación, que alguno de sus seguidores compartió su sangre con el vocalista, nada serio. Desde ese momento ofreció a dicho seguidor más de un botellín de agua. Un cuidado especial para quien se había jugado el pellejo en esos salvajes bailes que se siguieron montando todo el concierto con temas como “Nada por Ti”, “Oculto”, “Cuando Despierta”, “Corpus”, “Cráneo” o “Un Nuevo Sol”.

Cuando quedaba solo finiquitar la descarga Javier Cardoso nos mandó agacharnos a todos en “Quizás No Sea Nadie”  para terminar saltando y despidiendo la descarga por todo lo alto. Sin descansos, sin bises, todo seguido y sin encontrar una escapatoria a toda esa descarga de fuerza atronadora. Los ritmos de la batería de Daniel y las percusiones de Miriam son una clave de todo este estruendo, qué gran labor la de ambos, pero no quiero dejar de destacar a una banda con los engranajes en muy buen estado en todos los sentidos. Se nota el rodaje de una banda que ha estado tocando de forma habitual. En Bilbao nos dejaron un concierto incontestable. Extenuados y, sobre todo, satisfechos pudieron salir de allí todos sus seguidores.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)