CRÓNICA: VARGAS, APPICE & SHORTINO + JORGE SALÁN

VARGAS, APPICE & SHORTINO + JORGE SALÁN

10 – 03 – 12

Deusto, Bilbao (Mao Mao)

 

El año pasado esta unión de músicos ya realizó una serie de actuaciones por diversas ciudades. Para los que entonces no pudieran asistir a la conjunción del talento de Javier Vargas, Paul Shortino y Carmine Appice estas nuevas fechas abrían una nueva posibilidad. Sobre todo para los vizcaínos, ya que ninguno de su anterior tanda de conciertos nos cogió muy a mano. Aún con ello, no podemos catalogar de espectacular la presencia de público en una Mao Mao extrañamente utilizada para conciertos de rock. De hecho, yo era la primera vez que pisaba este recinto, con bastante tramo a pie desde la boca de metro más cercana. Lo poco habitual del lugar y la distancia andando pudieron retener la presencia de algunos seguidores. Por otro lado, a impresión del lugar fue muy buena. Una sala amplia, con buena acústica y con buenas condiciones para disfrutar de las actuaciones en directo.

JORGE SALÁN

Pese a que no se le ha dado demasiado bombo en la publicidad que nos ha ido llegando de los conciertos, la presencia de Jorge Salán en el papel de telonero me parecía totalmente estelar. Un aliciente muy importante en contraste con la veteranía de los músicos principales. Aunque a Jorge ya se le puede considerar un músico de lo más experimentado a pesar de su juventud. Su estancia en bandas como Mägo de Öz y en la actualidad con Jeff Scott Soto son una buena muestra de lo que este músico madrileño arrastra a sus espaldas. Pero sobre todo, es de tener en mucha consideración la carrera que lleva con su sexto disco recientemente editado, fraguando una andadura en solitario que ni amantes de la guitarra, ni de la buena música en general, deberían dejar de conocer.

JORGE SALÁN

Nos estamos acostumbrando a verle con formación de trío ate la imposibilidad de contar siempre con un teclista en directo. Pienso que esto le quita una parte de la brillantez con la que los temas se plasman en estudio, como pudimos apreciar hace ya tiempo cuando les vimos taloneando a Cinderella. En esta ocasión, sin embargo, los efectos de sonido sacados de su guitarra y algunos samplers hicieron una labor de ayuda muy importante para redondear la gran calidad que el guitarrista no puede ocultar cada vez que sube a un escenario.

JORGE SALÁN

En esta ocasión tampoco pudimos ver a Fernando Mainer al bajo. Casualidades del destino, el bajista habitual de la banda de Jorge Salán se encontraba a escasos 6 kilómetros tocando con Tako en Barakaldo. Ese puesto fue suplido con solvencia por Juan Carlos. A la batería tuvimos a Carlos Expósito, otro joven veterano que suele acompañar entre otros a Salán.

JORGE SALÁN

La actuación se basó en los temas de su reciente “Sexto Asalto” demostrando la fe que el guitarrista tiene en su nueva obra. Con un estupendo sonido pudimos disfrutar del talento de un guitarrista que bajo su aparente timidez no solo esconde a un gran instrumentista, también un gran músico con la capacidad de crear y plasmar temas como “Depredador”, rompiendo el hielo ante un público bastante maduro en su gran mayoría, acorde con la propuesta de la banda principal de la noche, y que tal vez estaban conociendo esta noche a Jorge en algún caso. Tomarían buena nota de lo que expuso en “Mar De Cristal”, con ese regusto a Gary Moore al que más tarde homenajearía. Las ejecuciones perfectas continuaron con “Tocar Tierra” con el guitarrista en la tarima central del escenario mostrando pose del guitar hero innato que lleva dentro.

JORGE SALÁN

Se notaba en sus movimientos en el escenario que ya se había soltado por completo para encarar de lleno al público que aún no había dejado escapar más que las ovaciones de rigor. “Aprendiendo A Volar” la utilizó para hacer responder al personal ante su petición de que gritara, cada vez más fuerte. Igualmente la admiración ya se la había ganado entre los escépticos que pudiera haber en el lugar, con lo que tras cada nuevo tema se iba escuchando una mayor respuesta.

VARGAS, APPICE & SHORTINO

Después de haber calcado el inicio de su nueva obra rescató de la misma dos temas más. “Reflejos Del Ayer”, que continuó aumentando la conexión con la concurrencia, y el emotivo “La Lluvia Quedó Atrás”, iniciado con armónica por parte del propio Jorge. Para el final quiso dejar el homenaje a Gary Moore con el archiconocido “Over The Hills”, que pone un punto festivo final, aunque tanto me gusta la obra que Jorge Salán lleva a sus espaldas que yo me hubiera quedado con algún tema propio más o me hubiera decantado por ese “Dedication” de Thin Lizzy que tan bien plasmara hace unos años en estudio. Habrá que esperar a ver al guitarrista en un concierto propio con un set completo para saciarse, porque los 7 temas que cayeron se centraron en presentar fundamentalmente su nueva obra y este joven tiene mucha más historia detrás. Eso sí, fue una descarga tan corta como convincente en lo musical, incluso en el aspecto vocal donde Jorge levanta algunas opiniones dispares. A mi me parece que ha mejorado mucho desde la primera vez que le vimos ante el micro y, lo más importante, creo que transmite mucho más sacando todo el sentimiento de sus propios dedos y su propia voz. Una unión que en otros artistas ha dado espléndidos resultados en el rock por encima de una técnica perfecta y que en el caso de Jorge también produce un contacto especial.

VARGAS, APPICE & SHORTINO

Grandes sensaciones las dejadas por Jore Salán para que ahora salieran Vargas, Appice & Shortino y la rubricaran. Pese a los huecos existentes en la sala el ambiente estaba totalmente preparado para recibir una descarga del hard rock más clásico, con versiones añejas remozadas por el sonido de estos tres ases, a los que hay que unir uno más para completar el póker. Tras caerse Tim Bogert, Javier Vargas optó por la carta segura del bajista de su banda habitual Luis Mayo. No solo un músico para rellenar el expediente, sino un hombre experimentado, con calidad y con un carisma que la banda también exprimió en alguna parte del concierto.

VARGAS, APPICE & SHORTINO

“It´s A Long Way To The Top” fue el tema elegido para arrancar. Paul Shortino no tardó en conectar con la audiencia, muy enchufado desde el principio en su faceta de frontman. Mostró una estupenda voz, como ya le conocemos, aunque con el micro excesivamente alto, lo cual distorsionó en alguna ocasión. El vocalista mostró toda su clase en “Soul Of Love” de Paul Rodgers. La banda adaptó todas estas versiones a su manera, en ningún momento intentando clavar la original. En algún caso, como en estos iniciales, dio buenos resultados. También en un “Black Night” de Deep Purple, este de los más clavados al original de todo el concierto.

VARGAS, APPICE & SHORTINO

Sin embargo, atreverse con el “Piece Of My Heart” de Janis Joplin son palabras mayores. No les quedó esa versión, a mi modo de ver, del todo compacta. Además de resultar casi irreconocible. Tampoco me pareció de lo más acertado marcarse a capella el “Heaven And Hell” de Black Sabbath, ya que si con la ayuda del público resulta emotivo, hacerlo entero así, incluso la parte mas rápida del tema, y no poder degustarla en el momento con toda la fuerza de la base musical nos deja un tanto a medias. Shortino se la dedicó a Dio (que ya no está) y desde estas líneas se la extiendo yo a otro padre del heavy metal como Tony Iommi, que este aún está con nosotros y esperemos que sea por mucho tiempo y se recupere de la enfermedad que atraviesa.

VARGAS, APPICE & SHORTINO

Simplemente ese par de apuntes en cuanto a lo que no me convenció, si bien la banda brilló en los temas llevados a un hard rock más genuino como ese “Rocky Muntain Way”, “Got Fever”, “Lady”, “Must Be Love” (este parece ser que integrará su próxima obra) y ese “Spoonful” de Cream, que llevaron a un terreno más hard partiendo del blues del que emana una composición original de Willi Dixon.

VARGAS, APPICE & SHORTINO

Mientras que Shortino llevaba todo el contacto con el público Appice permanecía tan sobrio como Vargas. En el caso del batería incluso un tanto escondido en la parte de atrás. No hubiera venido mal algo más de luz para uno de los baterías más legendarios del rock. Donde pudimos contemplarle en plenitud fue en su solo, continuando a “Livin´ Alone”. Aparte de su calidad también ofreció una de las anécdotas divertidas del concierto cuando deja atrás su batería y simplemente con sus baquetas, golpeando una contra la otra, consigue que repitamos con nuestras voces lo que el hacía sonar frente al micro con gran habilidad. El público respondió con todo ante tal petición que levantó más de una sonrisa. Pero aún quedaba una parte más cómica cuando Luis Mayo taconeando sobre el escenario consigue reproducir los sonidos que el batería le propone. Parece que además de sus dedos el bajista coordina muy bien sus pies, puesto que cada nueva intentona llevaba más dificultad, ante lo que salió más que airoso.

VARGAS, APPICE & SHORTINO

Con las gargantas ya calientes nos tocó reproducir el sonido del teclado, ausente en el escenario, de “Do You Think I´m Sexy” de Rod Stewart. Como amante de la música estos detalles me gusta que se reproduzcan por los músicos, pero sirvió para marcar un momento festivo antes de terminar con un único bis, aunque los músicos no se llegaron a ir del escenario. Tras un pequeño parón apareció Jorge Salán que se lució junto a estos músicos de gran calibre en la versión que Shortino nos presentó en inglés como un tema de Quiet Riot y que Vargas tradujo como una versión de Julio Iglesias con el cachondeo general, sobre todo del vocalista que cuando le escuchó puso una cara de lo más graciosa cogiendo la pequeña broma de su compañero. Lo que tocaba para cerrar la noche era “Metal Health (Bang Your Head)”, una de las mejores interpretaciones para irnos con buen sabor de boca. Como no puede ser de otra manera con el nivel de músicos en escena, aunque sea interpretando mayormente versiones. Lo cierto es que siempre se agradece ver uniones de músicos de este tipo.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)