CRÓNICA: THIN LIZZY + A MEDIA TEA
THIN LIZZY + A MEDIA TEA
10 – 02 – 12
Barakaldo (Rockstar Live)
Tres veces en apenas un año hemos visto a Thin Lizzy. En enero del año pasado visitaban este mismo recinto, en junio pudimos verles cerrar el Azkena Rock Festival y ahora teníamos una nueva oportunidad de disfrutar de la banda británica que tan buen sabor nos ha dejado en sus últimas actuaciones. Tres veces en las que hemos visto un guitarrista diferente acompañando a Scott Gorham. Es difícil no entrar en comparaciones, así que me mojaré diciendo la obviedad de que Vivian Campbell es quien más deslumbró en ese puesto. Sin desmerecer a un Richard Fortus que también lo hizo muy bien. Ahora se presentaba en ese puesto Damon Johnson (Alice Cooper entre otros).
Antes que ellos el grupo encargado de calentar al personal llegó desde Granada. A Media Tea venían a presentarnos su primera obra “Con Uñas Y Dientes”. Haciendo honor a ese título, así defendieron su propuesta de rock & roll clásico cantado en castellano, con la huella de Platero lógica por la procedencia de los miembros del tributo A Pelo Y Tú, pero queriendo comenzar a marcar su propio territorio en la música.
Una sala que se iba poblando hasta el lleno prácticamente, con la pequeña trampa de reparto masivo de invitaciones, les recibió con una frialdad poco usual. Es normal que cuando no conoces a una banda te cueste reaccionar, pero es que A Media Tea tuvo que sudar la gota gorda parra arrancar los aplausos. Tal vez un sonido no muy nítido tuvo algo de culpa. Ellos se mostraban sonrientes y encantados de estar en el escenario, con constante incitación a la concurrencia. Tras temas como “Sin Trampa Ni Cartón” o “Dame Más”, la banda comenzó a sentir la respuesta de la gente en la recta final. Después de ese homenaje a Platero y Tú con un tema propio dedicado a la banda vizcaína llamado “A Un Nombre De Cuento” y con la versión de “Desertor”.
En todo momento A Media Tea había disfrutado sobre las tablas y se les veía recompensados con esos tardíos aplausos, que llegaron finalmente. Precisamente cuando aquello comenzaba a funcionar de forma reciproca llegó la hora de despedirse, alargando “Aroma De Bar” con solos de guitarra en lucha por parte de Alfonso y Elias, terminando con estos espalda contra espalda hasta que caen al suelo. Un final que había levantado del todo al personal, que parecía al principio un tanto congelado en medio del temporal de frío que había fuera.
En la sala estábamos bien arropados, tal vez demasiado, ya que al final hubo ciertas apreturas cuando Thin Lizzy se disponía a salir a escena con la formación habitual de los últimos tiempos, salvo la mencionada sustitución en el puesto ocupado ahora por Damon Johnson, que hace una labor un tanto más discreta que sus predecesores, pero no de menor calidad. Su posición en el grupo es menos espectacular, pero es una pareja muy compensada para Scott Gorham, que sobre todo con Campbell quedaba un plano por detrás. Vimos un perfecto entendimiento y un sensacional reparto del trabajo entre ambos.
¡¡¡¡¡Are You Ready!!!!! gritó Ricky Warwick para iniciar con un duro “Are You Ready To Rock”. A ese continuaron “Jailbreak” y “Don´t Believe A World”. La magia ya estaba de nuevo reinando el recinto. Y es que se pongan como se pongan algunos esto es algo más que una banda homenaje. Es de aplaudir que Brain Downey, como único miembro fundador en el barco, haya tenido la decisión de llevar adelante una banda en la que el alma de Phil Lynott sigue viva. Si no hubiera sido por él y los músicos que le han secundado nunca hubiéramos podido estar tan cerca del fallecido bajista y vocalista. La gente lo entiende, porque se llevó un par de grandes ovaciones más significativas que el mero hecho de recompensar su presencia al ser presentado o su solo de batería de “Sha La La”.
Pero hay que destacar a todos y cada uno de los miembros. Marco Mendoza regaló un saco de púas mientras se ganaba a las primeras filas con su hard rockera pose. Y Darren Wharton es un músico impresionante que no solo toca el teclado de maravilla, sino que muestra una gran voz en “Still In Love With You”. En las teclas hay que destacar su papel en “Angel Of Death”, que esta noche fue uno de los temas más destacados.
Puede que en principio ese puesto se reservara para otros temas más conocidos, pero la magia de un directo hace que el toque especial de un momento concreto pueda aparecer cuando no lo esperas. Aunque mágico fue todo el tiempo del directo, como siempre que esta gente sube a las tablas. Si además en esta ocasión bordan un superclásico como “Wiskey In The Jar”, las emociones se disparan. En otras ocasiones no me había gustado tanto. Estos temas tan trillados a veces parece que pierden emoción con el paso de los años, pero en esta ocasión, introducido y liderado por la guitarra de Damon Johnson, fue simplemente maravilloso. Nota alta para un guitarrista que supo transmitir el feeling adecuado, mostrando que ni mucho menos todo es virtuosismo.
El doblaje de guitarras seguía funcionando con un engranaje perfecto, parece mentira que a Scott siempre le cambien de pareja porque en el escenario todo va rodado. Y esas guitarras siempre han sido una de las claves y uno de los legados más importantes de Thin Lizzy para el heavy metal. Que se lo digan a los Maiden. Brillaron con luz propia en “Waiting For An Alibi”, con los dos protagonistas iniciando en medio del escenario un nuevo clásico que emociona.
Para emociones quedó un “Cowboy Song” iniciado con la armónica de Ricky Warwick mirando al cielo en memoria de Lynott y Gary Moore y secundado por una banda a la que en ningún momento dejas de ver creyendo en lo que están haciendo. Lo digo sobre todo por los que critican las ambiciones únicamente económicas. Solo debes ir a uno de sus conciertos para comprobar que se respira mucho más que eso. Es verdad que me gustaría ver proyectos más arriesgados como el reciente de Marco Mendoza, muy recomendable, bajo la denominación de Casa Mendoza, pero eso no quiere decir que un nombre como el de Thin Lizzy debamos darlo por desaparecido. Al menos mientras estos músicos lo lleven así adelante. Lejos de ver a unos tipos viviendo de rentas, apreciamos a unos músicos emocionando con mucho respeto al legado que representan y con una calidad fuera de dudas.
“The Boys Are Back In Town” fue el amago de despedida, pero todavía quedaban temas en el tintero, especialmente un “Emerald” siempre espectacular, con ese cierre en el que los solos de guitarra se encadenan. “Rosalie” fue momento para cantar por parte de un encandilado público y el final llegó con “Black Rose” dejando un coro de oes entre el público en señal, una vez más, de que aquello más que gustarnos nos había encantado. Insisto en que si otras bandas pueden quedar desvirtuadas cuando una serie de músicos se unen para hacer un homenaje, en el caso de Thin Lizzy es tal el nivel y el sentimiento que pareciera que los que ya no están, aún estuvieran en algún lugar del escenario. Puede que en parte sea así.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN OUBEL (antonio@lamiradanegra.es)
