CRÓNICA: THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA + TRAGEDY

THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA
THE NIGHT FLIGHT ORCHESTRA + TRAGEDY
Martes 4 de febrero de 2025 – Sala Groove – Portugalete
Al final vimos más recogidos de lo esperado este paso de The Night Flight Orchestra por Bizkaia, originalmente programado en la sala Santana 27 de Bilbao. El hecho de que pese a su brillantez la tripulación capitaneada por Björn Strid no cuente aun con un gran reconocimiento y que el concierto cayera en martes seguramente repercutió en la menos afluencia de público, pero al menos si que se llenó la sala Groove con 200 almas que disfrutamos de una velada de lo más divertida y agradable, saliendo con el mejor recuerdo tras ver a los suecos expandiendo un gran nivel de calidad con una propuesta que nos lleva a recordar sensaciones de los años 80, con aroma a rock melódico de pista de baile.


Antes que ellos pudimos disfrutar de la cómica actuación de Tragedy. Un grupo de broma que como tal cabe tomarlo. Si tienes oportunidad de verlos te aseguro que te van a sacar una carcajada, aunque conocemos bandas humorísticas que musicalmente aportan más en cuanto a calidad y originalidad. No se si en este caso ese análisis debe tener lugar aquí. Lo suyo es una gamberrada. Trabajada, eso si, porque son capaces de meter en un mismo cóctel versiones que en principio sería como juntar agua con aceite. El momento culmen sería el arranque de la intro de “Raining Blood” de Slayer para incrustar sin previo aviso “It´s Raining Men” de The Weather Girls. Lo mismo les da pop que metal, el caso es que traen a su manera a la actualidad temas por todos conocidos con ese condimento de ver a unos cafres haciendo el cafre.


De hecho, uno de los componentes se dedica exclusivamente a ello. Lo mismo le da por tirar confeti, que por salir a escena con unas muñecas hinchables, pasearse entre el público vacilando al personal, ponerse a hacer la limpieza del escenario en medio de la actuación o tocar una guitarra de juguete junto a sus compañeros. Destacar que como banda tributo a Bee Gees que comenzaron no faltaron algunas de sus clásicas canciones, también Abba e incluso para algo del musical “Grease”. Todo esto no es que suene muy rockero, pero ellos lo llevan a una actitud heavy hilarante, prácticamente bufonesca, priorizando este aspecto por encima de cualquier aspecto musical.


Lo único que quedó de lo anterior con The Night Flght Orchestra fue el aire retro que respira la música de los suecos. El AOR que practica la banda tiene ese punto que bien podríamos imaginar en no pocos casos petando una pista de baile de los 80. Con todos los condicionantes para llegar a un público mayoritario. Buenos estribillos, canciones pegadizas, ritmos adictivos y una elegancia que en imagen se personifica en la presencia de los componentes del grupo sobre las tablas, con protagonismo especial, evidentemente, para Björn, comandante de la nave lejos del estilo de Soilwork. No es un gran vocalista de rock melódico pero da resultado para degustar estos temas. Para redondear su voz principal cuenta con dos azafatas coristas que revisten a su vez de brillo cada uno de los temas de la banda. Ambas no dejarían de brindar con champan a lo largo de la noche, celebrando este vuelo de altura sobre la Groove de Portugalete.


Cierto que hubiera sido menos turbulento el viaje si los 8 músicos en escena hubieran contado con más espacio, porque el escenario de la Groove da para lo que da en este aspecto. Pero sin embargo nos brindó la posibilidad de ver en corto al grupo y de disfrutar del gran sonido habitual de la sala. También pasaron un tanto más desapercibidos algunos detalles escénicos que, imagino, en un escenario grande serían mucho mayores de lo que pudimos ver en esta ocasión.


La banda presentaba en esta gira “Give Us The Moon”, su nueva obra, que nos dejó grandes momentos a lo largo de la descarga, como “Stratus” para arrancar, el bailable “Shooting Velvet”, el especial “Paloma”, presentado con mucha emoción por parte de Björn, con dedicatoria para una amiga azafata de vuelo y que tuvo una mala experiencia con un piloto, y ya en los bises para un “Way To Spend The Night” que suena como todo un clásico ya.


Hay que destacar la actitud de una banda llamada a ocupar mayores aforos, sintiéndose en todo momento tremendamente agradecidos por estar allí, viviendo una gran noche junto a su público, al que ofrecieron temas que arrastraron al personal con la banda como “Californa Morning”, “Domino”, “Divinyls” o “Gemini”. Temas con tanto gancho como detallistas en cuanto a la riqueza sonora.


Con excelente interpretación y sin dar tregua más allá que para dejar escuchar las merecidas ovaciones y que de vez en cuando las coristas dieran un trago más mientras alzaban sus copas la banda fue dejando caer temas que invitan a no parar de moverse, como fue el caso de “Cosmic Tide” o “This Boy´s Last Summer”.


“Satellite”, con su memorable estribillo, aun dio un extra mayor de intensidad a la descarga, y más marcha para el cuerpo de los presentes. Tras ello “Transmissions” fue un contrapunto con mayor protagonismo instrumental, algo que ocurriría también con un espectacular solo de guitarra durante la interpretación de “Transatlantic Blues”, especialmente dedicada para el fallecido guitarrista de la formación David Andersson.


Más directos serían en este tramo cercano a abandonar el escenario por primera vez “Can´t Be That Bad” o un “Burn For Me” que fue de los más celebrados por la concurrencia. No en vano dejaba los ánimos para afrontar el final, con temas como “White Jeans” o el definitivo “West Ruth Ave”, con la conga propuesta por parte de Björn Strid secundada por buena parte de la sala. Porque la suya no deja de ser una música festiva, pero de gusto exquisito, con una calidad y una elegancia suprema.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)