CRÓNICA: STORMZONE + INIVISIBLE

STORMZONE + INIVISIBLE

26 – 10 – 18

Vitoria-Gasteiz (Urban Rock Concept)

Hace ya algunos años tuvimos oportunidad de ver a Stormzone por nuestros escenarios. En concreto hace cosa de una década telonearon de manera bastante consecutiva a Stryper y Y&T. Posteriormente les perdí la pista, pero por lo que he visto los irlandeses han seguido editando discos asiduamente, con fidelidad a los postulados del heavy metal más tradicional. De hecho abrazan ese género de la manera más amplia ya que tocan desde partes más power hasta terrenos de hard rock muy melódicos. Una joya para los amantes de este estilo que si además anuncian que van a contar con Jess Cox, vocalista original de los clásicos de la NWOBHM  Tygers Of Pan Tang y manager de los Stormzone en la actualidad, deberían suponer un reclamo importante. Sin embargo, una vez más la entrada se quedaría bastante floja para lo que, entiendo, merece una banda de esta trayectoria y calidad. Aún así, y adelantándome a lo que debería ser el desenlace de esta crónica, cabe decir que los dos grupos hicieron grandes actuaciones que en nada desmerecen a lo que pueda ocurrir en salas pobladas hasta la bandera.

Los maños Invisible llegaron con dos EPs ya editados y con algunos nuevos temas que nos anticiparon esta noche. Su estilo es también my tradicional, pero el trío se decanta por una actitud mucho más macarra. No es de extrañar que se marcaran el “Kill By Death” de Motörhead, con Oscar Rilo, vocalista de los gallegos Dark Embrace colaborando a la voz.

El trío pasó sobre nosotros como una apisonadora, con tres piezas que hacen una labor de conjunto impecable, donde Carmelo Landa no deja de sacar riffs, facturar veloces solos de guitarra y cantar de manera agresiva haciendo en momentos que el estilo se acerque mucho al thrash. Y la base rítmica de Adrian Bayona en la batería y Dani Metal en el bajo es un torbellino que no deja de generar fuerza y potencia para lo que la banda expone en temas como “Invisible”, “Ella” o “La Rueda”. Los temas nuevos parece que van a ir por la misma línea de rock rudo y directo, adelantándonos título como “Lobo”, “Diosa Del Motor” y “Sapos Y Serpientes”.

Mucha actitud la que transmitió una banda que rezuma una contagiosa diversión para los que asistan a sus conciertos, pero también nivel y calidad en este tipo de metal veloz y directo. Un gustazo encontrarse con ellos para abrir la noche.

Posteriormente lo que nos brindarían Stormzone fue digno de alabar. La banda deja traslucir una pasión por los sonidos más tradicionales que les llevan a ser totalmente fieles a los cánones, prácticamente tributando a los clásicos, pero no sin tener una personalidad propia. La sorpresa nos la llevamos al ver en la banda en esta gira a Joaquin Arellano en la batería. El ex de un sinfín de bandas como Saratoga, Ñu, Cuatro Gatos, Asfaltika… les está haciendo esta gira a los irlandeses y la verdad es que encajó perfectamente junto al elenco de músicos que componen una banda de mucha calidad en este estilo, encabezados por un vocalista como John Harbinson que es de esos hombres que desprenden carisma nada más pisar las tablas, con una sonrisa que aflora en su rostro casi sin proponérselo, pero sobre todo con un registro espectacular que manejó a su antojo a lo largo de toda la descarga, bien apoyado por coros solventemente realizados.

Vinieron a presentar su nuevo “Lucifer´s Factory”, donde siguen mostrando una evolución en su sonido hacia un estilo más heavy, pero no dejaron de lado un repaso a otros trabajos de su trayectoria en un concierto que no es que fuera exclusivamente de presentación de ese nuevo disco ni mucho menos, sino una defensa de una carrera que nos dejó su primer disco “Caught In The Act” en 2007. Eso sí, este sería el único trabajo que no brindaría ningún tema a su repertorio.

Porque la banda arrancó con “Where We Belong” de “Zero To Rage” de 2011 para posteriormente ofrecernos “Another Rainy Night” de su anterior “Seven Sins” de 2015. Tras ello llegaría el momento de comenzar la presentación de su nueva obra con “Albartach”, intercalando “The Pass Loning” entre el anterior y otro nuevo “Cushy Glen”.

Aquello sonaba muy bien y todo funcionaba a la perfección, con lo que los músicos se irían cada vez encontrando más cómodos en el escenario y conectando con un personal cada vez más metido en la descarga. Tras “Spectre” nos anticipaban su regreso a Irlanda después de estar cuatro días por escenarios peninsulares con “Coming Home”, acercándonos al momento de la colaboración de Jess Cox con “Hail The Brave” y “Cuchulainn´s Story”, tras el cual se anunció la presencia de la leyenda y vocalista original de Tygers Of Pan Tang en el escenario.

Jess Cox salió como quien se acaba de levantar del sofá de su casa, en chándal. Sin esa imagen de rock star que en ocasiones en las que vivimos un concierto en familia tal vez no hagan falta. Y lo cierto es que no por ello fue menos memorable ese recuerdo del “Wild Cat” de 1980, en plena eclosión del nuevo heavy metal británico. De aquella época cayeron un “Euthanasia” sensacional, al igual que “Sizie Smiled”, con “Rock And Roll Man” entremedias, donde hay que perdonar que el solo de guitara no saliera como debiera. Único percance que yo aprecié en toda la descarga.

Con la misma modestia con la que subió al escenario Jess Cox lo abandonó, dejando paso entre aplausos al vocalista de Stormzone, que se marcó una recta final de concierto de órdago y que definitivamente se ganó a todos los presentes con canciones como “You´re Not The Same”, “Three Kigs” o “Dark Hedges”, con el que se marcharían del escenario sin que se hicieran de rogar las peticiones más. Así que pese a estar en un ambiente familiar la banda regresaría a las tablas con triunfal sensación para brindarnos un gran clásico de su carrera como es un “Death Dealer” capaz de volcar a cualquier sala a favor de la banda. El estribillo se presta para ello y si además el vocalista arenga al público pidiendo su aliento ya es un tema que en directo se disfruta tremendamente. Además, con casi dos horas de conciertos a sus espaldas John Harvinson conservaba un registro pletórico. Registro que supo adaptar a una tesitura más rasgada para versionar el “Forever” de Y&T, haciendo que todos cantáramos “Por Siempre” y dejando el pabellón muy alto y un gran recuerdo en todos los asistentes.

De esos recuerdos que te hacen sentirte privilegiado de haber sido parte del selecto público que no se perdió una gira que no por venir en la letra pequeña de un otoño plagado de conciertos desmerece en nada los conciertos de los grupos más reconocidos.

Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)