CRÓNICA: SERRABULHO + ABSALEM + NUESTROCTUBRE

SERRABULHO
SERRABULHO + ABSALEM + NUESTROCTUBRE
Viernes 18 de abril de 2025 – Sala Mytho – Bilbao
La Semana Santa es una de las fechas más inapropiadas para realizar un evento que no sea una procesión o un partido del Athletic en Bizkaia. Incluso las procesiones por esta zona no es que gocen de un poder de convocatoria excesivo. No así los partidos del Athletic que celebraba su paso a semifinales de la Europa League con un record de asistencia en San Mamés un día antes de esta cita que nos ocupa. Pero eso es una religión aparte.


El cartel era ecléctico al máximo, contrastando sobre todo la presencia de los progresivos Absalem al lado de dos grupos tan cafres. Pero la gira de Serrabulho junto a los mencionados y Nuestroctubre se dio de bruces con la cruda realidad ante una escasa presencia de público que no creo que hiciera justicia a la fiesta que nos habían preparado las bandas. En este tipo de situaciones puede ocurrir, sin embargo, que el mérito que se le deba dar a banda y público asistente sea aún mayor, ya que luego todos se implicarían para dejar el mejor recuerdo posible.


Nuestroctubre pusieron de entrada un importante granito de arena sacando lo mejor de sí, con la mejor actitud y humor. Su vocalista se ganó al personal con un constante cachondeo y consiguió lo mas difícil en estos casos, que es que el público rompiera la timidez y participara de la propuesta de una banda de metalcore que no cesa en su empeño de dañar nuestras cervicales con aplastantes riffs y rompedores cambios de ritmo. Pero sobre todo intentaron y consiguieron que todos nos quedáramos con una sonrisa tras su descarga.


Habían venido a disfrutar y vaya si lo consiguieron los maños con temas como “Muerte Por Defunción”, “Monedas Sin Cruz” o “El Camino Del Oriente”. Bromearon con el habitual viento zaragozano preguntando si alguien que montara en bicicleta no había sufrido el hecho de que el viento venía en contra, incluso aunque cambies de dirección. Alguna buena enseñanza nos llevamos. Nunca hagáis caso a los que os dicen que no podéis conseguirlo. Si nosotros lo hubiéramos hecho hoy, no estaríamos aquí tocando para tan poca gente. Como para no quererlos. Ya después de esto se permitieron el wall of death más extraño que he visto en mi vida, con el vocalista a un lado de la sala y el público al completo al otro.


Se pasó el tío todo el concierto abajo del escenario, viviendo la descarga entre los presentes. Estábamos de Semana Santa, pero aquello no se iba a convertir en ningún Vía Crucis, sino en una celebración por todo lo alto con la actitud más gamberra y cordial que puedas imaginar. Rematando la descarga con más mensajes para el personal con “Entre Los Escombros de Mi Mente” y “El Cálculo Exacto”. Por poca gente que hubiera, mucho es lo que seguro nos dieron que hablar a los presentes, que no llegaríamos a casa contando que habíamos visto el concierto de nuestra vida, como nos pidieron, pero cómo no contar el buen rollo que generan estos chicos.


Mucho más sobria es la propuesta de Absalem, que exponen un sofisticado moderno metal extremo progresivo muy marcado por la voz de la espectacular cantante Gin. Una bestia capaz de lucir de igual manera en registros extremos o limpios. Una clave en su estilo que, por otro lado, exige mucho a todos músicos. El ahora cuarteto se compone por músicos de diferentes lugares aunque con base de operaciones en Salamanca.


El grupo me maravilló con la excelente ejecución de cada uno de sus temas, en buena medida pertenecientes a los EPs “Anima” y “Mortem”, que son las dos partes de una misma obra llamada “Vanitas”. En esos temas Absalem es capaz de exponer la fuerza cercana al death melódico de “Charcoal Heart” o llegar a terrenos mucho más góticos y profundos como los de “Sad Since 1995”, con sentida presentación de Gin, personalizada en lo que cada uno de nosotros hayamos podido vivir en nuestro entorno más cercano en cuanto a malas relaciones o experiencias.


También son capaces de resultar en cierta manera asequibles, como se demostró con el tarareo de “Heads Will Roll”, que posee una melodía que se te clava en mente. Y la banda llegó a conectar de manera diferente a sus compañeros de cartel con temas como “Lord Of Td Flies” y “Obscura”, con algún momento incluso para pedir y conseguir que encendiéremos las linternas de nuestros móviles. “The Forest” recordaría que la banda posee un primer disco editado en 2017 de título “Chaosvolition” y se despedirían con “Haunted” habiendo realizado una excelente exposición de un trabajado y original estilo, tan elegante como brutal. A tenerles muy en cuenta en el presente del metal.


Serrabulho cerraron la noche extrema con el grindcore más desenfadado que uno recuerda. Lo suyo tiene tinte de parodia desde la indumentaria de los músicos, pasando por los globos y balones de playa que fueron aparecido en el recinto previamente a su actuación y que acabarían volando de un lado a otro cuando la banda ya arrancaba la descarga con “Rest In Piss”, presentando su nueva obra “Piss & Love”. No tardaría el vocalista Carlos Guerra en saltar del escenario para meterse él mismo en los circles pits constates en los que todos los presentes participaron.


Tras nuevas sacudidas tan extremas como cachondas como “Congro”, “Grind E Grossa” o “Dingleberry Ice Cream” llegó un punto álgido con la particular adaptación del tema de Guns N´ Roses aquí reutilizado como “Sweet Grind O´Mine”, que puso patas arriba la sala.


Aun quedaban temas de su nuevo disco como “Piss Or Love”, aunque el final llegaría de manera algo un tanto acelerada ya que parece ser que se quedaban sin tiempo. Pero no faltó el momento en el que el vocalista pidió que hiciéramos una conga con “Toco Loco Du Moi”. Yendo tras él acabó guiándonos hasta la calle, donde los transeúntes alucinaban al ver a una cuadrilla de metaleros en fila tras un vocalista garrulo con un micrófono acoplado a un recogedor.


Ya de vuelta al interior del recinto llegó su clásico “Quiero Cagar Y No Puedo”, coreado por todos, para ir despidiendo su corta e intensa actuación con “Public Air In The Glasses”. Parece ser que el tiempo se les echaba encima.


Diversión garantizada de los portugueses que ya habían dado que hablar en diferentes festivales y bien hubieran merecido una sala con más calor que el que vivió esta noche la sala Mytho, pero ellos no necesitan mucho para tirarse al barro y revolcarse gustosamente invitando a todos a su locura extrema.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)