CRÓNICA: SECRET SPHERE + ALMAH + OVERTURES

SECRET SPHERE + ALMAH + OVERTURES

9 – 11 – 13

Erandio (Sala Sonora)

Para muchos esta noche pasaría desapercibida, pero para quien suscribe era una de las citas ineludible con la música en vivo durante este otoño. Tengo a Secret Sphere como una de esas bandas que sin ser de una primera fila en cuanto a popularidad han dejado mucha huella en mí. Más en concreto considero una obra maestra del metal italiano su segundo trabajo “A Time Never Come”. Lo conozca la gente o no, esta es sin duda una de las obras que habría que recomendar a todos los que gusten de estos sonidos en los que hubo mucho más que Rhapsody, aunque parece que el resto quedó eclipsado por estos.

Pero es que además venir acompañados por Almah también me parecía un reclamo importante. La banda del ex Angra Edu Falaschi  ha dejado trabajos de calidad y quería ver cómo se las gastaban en directo. No son bandas habituales de nuestros escenarios, con lo que era una oportunidad para no desperdiciar.

A este cartel se sumaban dos bandas más, aunque finalmente Ibridoma se cayó, pero nos quedamos con una excelente opción como Overtures. Tuve oportunidad de encontrar algo de los italianos y me causaron una grata sensación. Su estilo es típico de su país. Un power refinado con arreglos sinfónicos, tintes progresivos, ampuloso y melódico. Mucha calidad. Luego esto cuesta plasmarlo en directo de idéntica manera y no fue una excepción este caso. El sonido tampoco les acompañó ni a estos ni a Almah, mientras que Secret Sphere corrieron mejor suerte.

Overtures se basó en su última y tercera obra hasta la fecha “Entering The Maze”, del cual descargaron un buen puñado de temas como “Under The Nortern Star”, “Savior” o “Programmed To Serve”,  dejando para el final de la descarga un recuerdo a su anterior disco “Rebirth” con “Fly, Angel”. Ante una sala con muy poca presencia de público se limitaron a cumplir el expediente. Lo hicieron bien, pero bajo mi punto de vista le faltó algo de la brillantez del disco. Como ya he dicho, el debe de un sonido algo enmarañado les paso factura.

Y la tónica no cambió, sino que empeoró si cabe, con Almah. Edu Falaschi y sus chicos no tuvieron su mejor noche, sin duda. El propio Edu no cantó con la misma fluidez con la que 4 años atrás le vimos al frente de Angra en la sala Santana 27 de Bilbao. Parecía que  le costaba llegar a ciertos tonos rompiendo demasiado su voz, que por otro lado a veces era difícil de llegar a escuchar con nitidez en ese cajón en el que la banda parecía estar metida. Demasiado sucio todo para una banda de este estilo.

Ellos pusieron de su parte para sacar el concierto adelante. Edu tiró del carro y se comunicó con mucha simpatía en español con la concurrencia, pero el sabor que me queda es un tanto amargo. Pienso que esta banda puede dar mucho más de sí de lo que dio esta noche.

Su concierto se hizo un tanto extraño, puesto que teniendo nuevo disco bajo el brazo, de título “Unfold”, aún no lo pudieron presentar con todas las de la ley. Aún no estaba esta noche a la venta en Europa, pero la banda había traído copias, con lo que pienso que hubiera sido acertado presentarnos algo más en primicia. El caso es que de esa nueva obra solo cayeron dos temas como presentación del mismo. Estos  fueron “The Hostage” y “Rise The Sun”.

La banda se dedicó preferentemente a dar un repaso a sus dos anteriores discos “Motion” y “Fragile Equality” con temas como “Hypnotized”, “Days Of The New”, “Zombie Dictators”, “Trace Of Trait”, “Torn” o “Beyond Tomorrow”, dejando un recuerdo para el final de la descarga a su homónimo debut de 2007 con “King” La versión “Heroes Of Sand” fue el recuerdo al paso de Edu por Angra, si bien no es uno de los temas que más conecten con público. Les quedó el momento como su actuación en general, bajo mi punto de vista algo flojo.

Me desquité en buena parte con Secret Sphere. Discutía con algunos amigos sobre el orden del cartel, ya que para muchos Almah es el grupo con más nombre, pero lo cierto es que Secret Sphere le supera en discografía y en trayectoria, por mucho que tire tener en tu seno a un ex de Angra. Finalmente los italianos fueron los encargados de cerrar la noche de power metal, de lo cual me alegré personalmente. El plato fuerte para el final.

Su sonido sí brilló a la altura que merecía la banda, dejando a la vista la calidad musical de sus componentes, entre los que ciertas figuras destacan dentro del conjunto.  Michele Luppi es una de las voces privilegiadas del heavy metal melódico de la actualidad como ha demostrado en Vision Divine y en el menos conocido proyecto Los Angeles, que aprovecho para recomendar si no lo conoces. Su trabajo “Neverland” me parece uno de los mejores discos de hard melódico de los últimos años. Otro que no pasa desapercibido con semejante nivel es Aldo Lonobile a la guitarra, miembro fundador de Secret Sphere y único superviviente de los comienzos esta noche, ya que por razones que desconozco Andrea Buratto no estaba con la formación en este concierto. Igualmente me ha sido imposible encontrar información sobre su sustituto al bajo, que cumplió perfectamente.

La banda desplegó buena parte de los temas de su reciente obra “Portrait Of A Dying Heart”, al que dedicaron la primera mitad de la descarga. Luppi, siempre sonriente, se ganaba el favor del público. Su simpatía se une a su excepcional voz y se transforma en un talento imposible de ocultar encima de un escenario. Marcó el trazo de las melodías de una manera prácticamente perfecta, con una imagen siempre optimista de cara al público.

“X”, “Haeling”, “Union”, “The Fall” y “Wish & Steadiness” cayeron de manera consecutiva, dejando claro que apuestan por una última obra que lleva cosechadas una impresionante cantidad de buenas críticas en diferentes medios.

Podemos decir que hasta ahí disfrutamos de la calidad de la banda, pero el personal se enganchó indudablemente más a la descarga con “Mr. Sin”, mirando al pasado reciente de su anterior “Archetype”. Y lo verdaderamente impresionante llegó cuando “Legend” revivió las sensaciones que ese teclado con el que se iniciaba “A Time Never Come” ha dejado impresas en los que lo consideramos un clásico de los que deberían ser presentados en enciclopedias que definan lo que representa el metal italiano de un tiempo a esta parte. Impresionante Aldo a la guitarra. Entre la opulencia de estos temas puede pasar desapercibido, pero desde su modesta pose es impresionante tanto en técnica como en sentimiento.

No dieron espacio para un repaso total a todas sus obras, ya que “The Scars That You Can´t See” volvió a rescatar algo de “Archetype” y tan solo una pequeña mirada al 2005 de “Heart And Anger” nos mostró una imagen de lo que la banda ha hecho a medio camino entre sus clásicos (seguro que alguno de los presentes hubiera agradecido algo de su debut del 99 “Mistress Of The Shadowlight”) y la actualidad. Porque el final volvió a ser para uno de los temas del eternamente recomendado por quien suscribe “A Time Never Come”, en este caso “Lady Of Silence”. La voz de Luppi redondea las melodías como Roberto Messina no hizo en su momento, pero sin embargo el encanto adquirido por aquella obra hace que pudiéramos añorar aquella forma no tan perfecta de cantar. Y es que la música adquiere una subjetividad que hace que a veces no lo más próximo a la perfección sea lo mejor. Y con esto no quito ni un mérito a uno de los mejores vocalistas que hoy por hoy podrás ver en este estilo. De quitarse el sombrero la interpretación de Michele Luppi a lo largo de toda la actuación, en ocasiones ayudado por Marco Pastorino, que desde la segunda guitarra es capaz de hacer algo más que coros para estar a la altura de las circunstancias. Buenos registros los que mostró el segundo hacha de la banda cuando tenía que echar un cable a la voz.

Cuando parecía que se marchaban, el vocalista animó a sus compañeros a regresar al escenario e interpretar la balada “Lie To Me”, con la inesperada colaboración de una chica que subieron al escenario y que tímidamente se atrevió a cantar junto al vocalista de Secret Sphere en este guiño final más desenfadado por parte de unos músicos de una increíble calidad y talento que tras causar la admiración entre los presentes se despidieron con este entrañable gesto.

Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)