CRÓNICA: MFC CHICKEN
MFC CHICKEN
12 – 02 – 15
Bilbao (Kafe Antzokia)
Con unas críticas sobre sus directos espectaculares llegaban MFC Chicken a Bilbao. Eso unido a los video clips de la banda que veíamos a través de la red londinense nos animó a pasarnos por el Kafe Antzokia este jueves a la noche para disfrutar de lo que prometía ser una fiesta de rock & roll. Promesa que se cumplió entre un gran ambiente en la sala superior de reducido tamaño del Kafe Atzokia, lugar en que en nuestro caso cubríamos un concierto por primera vez y que da bastante buen juego para conciertos de reducido aforo. En cualquier caso el ambiente era excelente, con un buen puñado de amantes de los sonidos más clásicos del rock & roll reunidos para disfrutar moviendo las caderas.
Se anunciaba esta como la gira de despedida de la banda tras dos trabajos editados, ya que al parecer una pieza clave como la del saxofonista y vocalista de la banda, Spencer Evoy debe regresar a Canadá, dejando el lugar de origen del grupo. Origen que se centra en el Holloway Road londinense al lado de una tienda de pollo frito a la que deben su denominación.
Su intención era recuperar el espíritu del rock & roll del Pacific Northwest, algo que han hecho con la brillantez que podemos apreciar en sus discos y en sus directos, en los que parece que volviéramos 40 años atrás en el tiempo. La imagen de la banda y el rollo que transmiten es de esa época, con pajarita y trajes incluidos, al igual que sus pelos engominados, peine en ristre para cuando algún cabello se sale de su sitio. Chulería y media sonrisa en la cara de manera perenne.
Todo ese rollo se transmitió a un público que no dejó de moverse al ritmos de temas de sus dos obras editadas hasta la fecha “Music For Chicken” y “Solid Gravy”, más el reciente single “Like Bears” y alguna versión como la de “Lucille” de Little Richard. Con algunos solos entre la concurrencia, de rodillas si era preciso, y aprovechando las tarimas ubicadas a ambos lados del escenario para montar un buen espectáculo que implicara a todos los presentes.
No quedaba duda que su fiesta había convencido, y como suele ser habitual, cuando una fiesta gusta se quiere más. Con lo que ante la insistencia del respetable debieron regresar en un par de ocasiones, o más bien permanecer en el escenario, ya que no les dejaron salir de él. Un poco a juego con su entrada de ¡one chicken, two chicken, three chicken…! al final fueron hasta cuatro temas extra los que brindaron a un público que seguía con ganas de mover el esqueleto, así que pese a haber saludado y a que había que terminar de manera tempranera, ya que a las 21:30 había espectáculo en la sala grande, la banda generosamente no se reservó nada y contagió a todos esa sonrisa de aire seguro. Saben que el rock & roll hecho con esta elegancia y pulcritud, unido a un espectáculo curioso y mucha diversión, es garantía de satisfacción.
Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)