CRÓNICA: METAL NORTE – LABYRINTH + MEGARA + VALKYRIA + ANKER
METAL NORTE
LABYRINTH + MEGARA + VALKYRIA + ANKER
Sábado 15 de octubre de 2022– Larratxo Kultur Etxea – Donostia
Tras un par de años de obligado parón regresó el Metal Norte. Uno de los festivales de referencia en otoño que en esta ocasión se realizó en el Centro Cultural de Larratxo en la capital guipuzcoana con un ecléctico cartel en el que sobresalía la presencia de Labyrinth como cabeza de cartel. Un grupo difícil de ver por estas tierras al cual se añadieron tres dispares formaciones como Megara, Valkyria y Anker.
En medio del saturado panorama de conciertos actual, si bien no se viviría ni de lejos un lleno en un recinto, por otro lado, bastante amplio, se vivió un gran ambiente. Nos consta que con mayor cantidad de público con respecto a lo que los italianos cosecharon en Madrid la noche anterior. Y es que se deja notar que un festival siempre ofrece mayores alicientes a los asistentes, en este caso con regalos para los presentes entre las actuaciones.
Fiel a su filosofía el festival añadió alguna propuesta novel. Anker es un grupo de Legazpi formado en 2019 con una insultante juventud, que nos presentó los temas de su reciente debut “Gizagaitza”.
Parece que sus paisanos Elbereth les han influido bastante, porque fue escucharles y venírseme a la mente ese estilo entre el heavy metal y el thrash que los guipuzcoanos han asentado de un tiempo a esta parte. Pues Anker se mueven en esos terrenos agresivos y melódicos a la vez, aunque en su caso contando con un ápice mayor de rabia con las aportaciones vocales agresivas de su bajista, como complemento a las limpias del guitarrista. Sin dejar de mencionar que hay una tercera voz por parte de su batería que deja un vistoso resultado. La banda podrá asentar un estilo más personal, pero arrancan con un labrado trabajo.
Con un buen sonido desde el principio de la tarde aprovecharon la oportunidad para rodarse, sin poder desprenderse de esa tierna timidez que solo sacuden las tablas que da la experiencia. Por eso es de agradecer que haya festivales dando este tipo de oportunidades a bandas que las necesitan y se las merecen.
Con tremenda ilusión salieron Valkyria ante la audiencia donostiarra en esta primera actuación de la banda por estas tierras. Damos fe de que el grupo venía mostrando un gran estado de forma en las repetidas ocasiones en las que les hemos visto desde el regreso de la actividad en vivo en condiciones normales. Por eso puedo comparar y tengo claro que esta no fue su mejor actuación.
Eso no impidió que dejaran buena muestra de la capacidad para llegar al público que hay en los temas de sus dos discos editados hasta la fecha “Principio y Fin” y “Tierra Hostil”. Temas que concierto a concierto se van haciendo clásicos en la mente y el corazón de sus seguidores, algo que queda patente con “Vida Eterna”, o más claramente con temas de su debut como “Estandarte”.
Sin embargo, algo no cuadraba en el sonido de la banda esta noche, con un habitualmente pulcro Yeray Hernández que tuvo algún problema con su guitarra. Los que les conocemos podemos dar fe de que estamos ante un joven guitarrista técnicamente espectacular, pero esta noche su instrumento no fluía ni sonaba con la afinación acostumbrada.
Aun así no creo que defraudara a los que les pudieran ver por primera vez, con himnos como “Código De Honor” calando hondo en Donostia o un “Ecos Del Mañana” en el que la banda fue presentada y el público tuvo que poner a prueba su garganta a petición del guitarrista y vocalista de la formación.
Por otro lado, el trabajo del cuarteto no deja de ser notable, con un buen trabajo de coros que cada vez parece arropar mejor al propio Yeray en su faceta vocal, donde cada vez le veo más destacado. Eso aunque no descuide la pasión por la guitarra, a la cual le dedica “Tus Secretos”, tema que suele acabar sus actuaciones por todo lo alto, como ocurrió en esta ocasión de nuevo.
Me quedo con otras actuaciones muy recientes que les he visto, pero no deja de ser un grupo que sigue mostrando una proyección espectacular. El heavy metal tradicional puede nutrirse de válida savia nueva con ellos.
Alguno dirá que Megara quedaban un tanto fuera de la línea metalera del festival. De hecho, son un grupo que en su música tienen bastantes más influencias que el heavy metal, rozando la música electrónica e incluso el pop, pero si se trata exclusivamente de hablar de lo que supuso la actuación de la banda en el Metal Norte parece claro que su espectáculo gustó, y mucho. En cualquier caso, es una banda tan peculiar que daría la nota en casi cualquier cartel en el que estuviera, tan llamativa visualmente como a nivel estrictamente musical.
La puesta en escena de la banda tiene un importante trabajo, no solo con Kenzy como una vocalista que no puede pasar desapercibida, sino con unos compañeros que salen también caracterizados y con un par de bailarinas que realizan algunas vistosas coreografías en algunos momentos acordes al tema que suena. Un espectáculo que transciende lo meramente musical.
La propia vocalista se encargó de hacer de DJ, disparando las secuencias de cada tema e incluso mostró en un momento una guitarra acorde a su larga melena mitad rosa mitad morena, dentro de un repertorio que repasó temas de sus discos “Siete” y “Aquí Todos Estamos Locos”, con los que ya dieron mucho que hablar, como algunos de sus singles más recientes.
Cada instante de la actuación te obliga a no perder ojo de lo que ocurre sobre las tablas, como en “Involución” con una performance antimilitar. El discurso de “El Gran Dictador” encarnado por Charles Chaplin pone cada día el bello más de punta viendo la deriva que va tomando el mundo. Temas tan significativos en su estilo particular como “Ni Contigo, Ni Sin Ti” o la versión de “Naufrago” de Saurom, hecha suya e incluida en el disco tributo a los gaditanos “Mester De Juglaría” sería un momento central de la descarga muy destacado.
Y en la buena elección del orden del repertorio se reservaron para la recta final dos bazas fuertes como “Bienvenido Al Desastre”, con Kenzy cantando con mucha rabia y un teatral “Truco O Trato” como preludio a la noche de Halloween que se acerca.
Llamar la atención no es lo más complicado, sino hacerlo por cómo se llama la atención, con criterio y encuadrando todo dentro de un concepto al que Megara le da mucho sentido. Su locura no deja de estar bien amueblada y de seguir así se van a hacer un puesto propio en el actual panorama musical, abriendo un propio camino dando que hablar allá por donde pasen realizando una auténtica fiesta, provocativa y vistosa, con un trabajado arte para una propuesta que solo se entiende íntegramente si les disfrutas en directo. Tal vez entonces, como me ha pasado a mí, revalorices lo plasmado en estudio.
Mucho más sobrios son Labyrinth, pero la calidad musical de los italianos fue tan estratosférica que el espectáculo fue verles ejecutar tan pulcramente esta colección de temas de su carrera. Una carrera que les colocó en una posición muy alta dentro del power metal cuando el estilo resurgía a finales de los 90, siendo junto a Rhapsody uno de los exponentes del estilo más ampuloso que nos llegaba desde Italia, aunque en este caso nunca llegaran a ese nivel de orquestación de sus paisanos.
Probablemente si hubieran venido por aquí hace algo más de 20 años hubieran triplicado la afluencia de seguidores a la cita, pero el estilo entonces muy en boga no goza ahora de la misma popularidad. Al margen de ello Labyrinth han mantenido una trayectoria más o menos constante a pesar de haber ido saltando por diferentes sellos discográficos.
Pese a esa constancia en el trabajo no ha ido fácil verles por tierras vascas. Su paso por el Metalway de Gernika a mediados de la primera década de siglo y su actuación en la desaparecida sala Rock Star Live de Barakaldo en 2011 acompañando a Sonata Arctica es lo único que recuerdo de ellos por estas tierras. A partir de ahí, si no se me pasa nada, la banda no había vuelto a subirse a un escenario en tierras vascas. Así que la oportunidad era como para que ningún fan la dejara pasar.
Y si alguno acudió con la nostalgia de los años de mayor popularidad de la banda al concierto saldría plenamente recompensado, porque Labyrinth aparte de ofrecer un concierto técnicamente espectacular no dudó en que esta pareciera la gira de presentación del “Return To Heaven Denied” del 98.
Para ello la banda sigue contando con el talento de una formación de lujo comandada por las guitarras de Andrea Cantarelli y Olaf Thörsen, destacando a su lado excelentes instrumentistas como Matt Peruzzi (Shadows Of Steel, Vision Divine) en la batería, Oleg Smirnoff (Eldritch) a las teclas y Nick Mazzucconi (Edge Of Frever, Jorn, Sunstorm) en el bajo, todos ellos con experiencia en otras formaciones de verdadero nivel, como el que exige un grupo como Labyrinth que ralla al excelencia. Por su parte Roberto Tiranti no solo mostró intacto con el paso del tiempo su espectacular registro, sino que no paró de arengar a la concurrencia, inmortalizando el momento grabando con su móvil en varias ocasiones siendo el primero en disfrutar con una modestia que contrasta con la calidad inmensa expuesta sobre las tablas.
El inicio con “The Absurd Circus” nos recordaba que la banda había venido con nuevo disco bajo el brazo, pero a partir de ahí las intenciones del grupo irían quedando claras con “Lady Lost In Time”, “State OF Grace”, “New Horizons”, “Night Of Dreams” y el sensacional colofón para este tramo del instrumental “Feel” de forma consecutiva. Todos ellos temas del destacado trabajo clásico del grupo ejecutadas con un nivel exquisito. La forma en que los dos hachas de la banda doblan las guitarras esta a una altura de instrumentistas de otro plano existencial. Tan solo pudimos ver un fallo a lo largo de la descarga por parte de Andrea Cantarelli, que hasta se disculpó humildemente ante el público. Lo cierto es que deberíamos agradecerle que demostrara que son humanos al fin y al cabo.
Tras permitirse un rescate de su penúltima obra hasta la fecha con “Still Alive” de “Architecture Of Gods” de 2017 la banda no cejaría en el empeño en viajar al pasado con mas canciones que han quedado como clásicos de su estilo como “Thunder”, la emotiva balada “Falling Rain” y “Die For Freedom”. Incluso ahondaron más en sus orígenes con “Pîece Of Time” de su debut “No Limits” despidiéndose entre la aclamación popular con “Freeman” este del homónimo trabajo de 2005.
Tras abandonar las tablas regresarían para rematar un concierto que dejaría un gran recuerdo entre los asistentes con dos temas más de su primera época que estarían a la gran altura de toda la actuación. “In The Shade” y “Moonlight” con Roberto Tiranti tirando de agudos serían el colofón a una actuación de ejecución fabulosa con la que Labyrinth regresaron y nos hicieron regresar a ese cielo que nadie les puede negar.
Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)