CRÓNICA: METAL NORTE FESTIVAL – AVALANCH + ZENOBIA + HEADON
METAL NORTE FESTIVAL
AVALANCH + ZENOBIA + HEADON
Sábado 19 de octubre de 2024 – Larratxo K.E. – Donostia
Nueva cita con el Metal Norte, uno de los festivales en sala más consolidados del otoño en tierras guipuzcoanas. Esta decimoquinta edición se realizaba en una jornada plagada de eventos en todo Euskal Herria. Morboso podría resultar que mientras que Avalanch actuaba en Donosti el mismo día Warcry hacía lo propio en Bilbao. La victoria de este derbi, en cualquier caso, sería para los asistentes, que espero que disfrutaran en ambos casos de buenas actuaciones. En el caso de lo acontecido en el Centro Cultural Larratxo con sold out damos fé de ello.
Desde Murcia llegaron unos entusiastas y, a la vez, tremendamente asentados Headon. El recorrido ya es largo para ellos, con 4 discos editados en una carrera que arrancó en 2006 con debut discográfico en 2010. Bien es cierto que su concierto se centró en sus dos últimas obras, “Génesis” de 2021 y “Éxodo” de 2023, reflejo del presente de un grupo de heavy metal melódico que se puede recomendar a día de hoy a los seguidores del estilo sin temor a equivocarse.
La banda la lidera sobre las tablas un vocalista con una voz prodigiosa. Por algo ocupó Andy el puesto dejado por Leo Jiménez en Zero3iete. Y es que dentro de esa escuela de vocalistas estamos ante uno de los alumnos destacados, con proyección ya de maestro. No solo interpretó junto a sus compañeros de maravilla, sino que supo conectar con un público, algo no tan sencillo cuando te toca abrir un cartel en el que te suceden grupos como los que veríamos luego.
La actuación fluyó sin contratiempos, arrancando con “Mascara” tras la intro, haciendo que diera de sí su tiempo sobre las tablas con un buen elenco de temas de sus dos últimas obras, siguiendo con “Sombras”, con un deje más agresivo con un Andy excelentemente arropado en segundas voces por sus compañeros. La banda parte del heavy metal tradicional, pero le da un guiño mas moderno a su música. Así se fue reflejando en “Canto De Sirena”, “Fuego” y “Revolución”.
“Asphyxia” de nuevo hizo aflorar algún guiño más extremo en segundas voces y “Constantine” dio paso a un “Libérate” que puede ser el tema más redondo de la banda hasta la fecha, ideal para ir remachando una actuación que aun nos ofreció, ya con el tiempo pisándoles los talones, “Desátame” de Mónica Naranjo. Ya sabemos que la diva del pop se ha rodeado habitualmente de músicos de heavy metal, dejando patente que temas como este encajan perfectamente en un grupo de guitarras más duras con el resultado que pudimos apreciar. Ni qué decir que, quien más quien menos, se sabía la letra y fue un tema muy cantado para cerrar una actuación muy bien aprovechada por la banda, con grata sensación arriba y abajo del escenario.
El mágico ambiente creado en una sala repleta fue acicate para que Zenobia se marcaran uno de los mejores conciertos que les recuerdo. Se contagiaron de las buenas vibraciones que recibieron nada más salir al escenario con “Sin Perder la Pasión”, ideal para arrancar una descarga donde público y banda se fundieron tan plenos de pasión como de camaraderia, haciendo memoria junto al público de la cantidad de veces que habían tocado en Larratxo o en los alrededores siempre bien recibidos. Un buen rollo que se reflejó también en el momento en el que Javi Herrero recibió el regalo de una chulísima camiseta por parte de alguno de los seguidores. El batería es todo un superviviente en el grupo con una aportación excelente desde 2009, siempre al lado del pilar Jorge Berceo en la voz, que se erige sobre las tablas en un frontman con mucho carisma, más si cabe sintiendo el aliento de una sala que rugía a la par que la banda riojana.
Dentro de esa formación el papel adquirido en los últimos tiempos por parte de Ernesto Arranz en el teclado es fundamental. Sobre todo en los temas de “VI”, con un punto más purpeliano. La solidez del bajo de Héctor Hernaez es básica para que el grupo sonara como un cañón, mientras que el trabajo en guitarras de Marcos Lorente y Maro Suárez sigue siendo muy heavy. Y recalco este hecho, porque algunas criticas han caído por parte de algunos que no han aceptado con agrado un disco tan especial como “Melodías Encantadas”, lo último editado por la banda dando un punto diferente a algunos de sus viejos temas. Y como trabajo especial que es… se queda en eso. En algo puntual. Porque la banda dejó claro sobre el escenario esta noche que su apuesta sigue siendo por la electricidad sobre la que han dejado plasmados para la posteridad un buen puñado de himnos.
En sus 6 discos completos de temas originales han quedado recogidos muchos temas que ya son parte de esas canciones que rondan por la eternidad en la cabeza de los seguidores del heavy metal de habla hispana. Solo hizo falta ver el efecto que fueron produciendo “La Danza Del Diablo”, “Corazón De Hielo” o “100 Dardos”. Apostando de entrada por sus últimas obras, por las que ya han pasado unos cuantos años.
La banda lleva una carrera que ya empieza a ser larga. El año que viene se cumplirán 20 años de su debut, y con el paréntesis de su más reciente lanzamiento, que también cuenta con algunos temas nuevos, puede ser que se conmemore de la mejor manera, con un nuevo disco que, no me cabe duda, volvería a ofrecer un buen puñado de canciones que conecten con todos sus seguidores. Sin decirlo creo que tanto público como banda lo están pidiendo a voz en grito. Llegaría en un gran momento a tenor de lo que vimos esta noche, con un grupo plenamente asentado que pisa como una realidad sólida plasmando con tremenda fuerza toda una declaración de principios como “Sigo Rugiendo”, pasando a la pegada del comprometido “El Sueño De Un Loco”, que hizo levantar el puño de todos los presentes.
“Ícaro” fue un punto de inflexión en el repertorio, rescatando un clásico de su segundo y añorado “Alma De Fuego”, pero sin perder de vista su más reciente obra convencional, “VI”, que fue especialmente defendida con otro tema como “Jamás”.
Tras ello ya llegaba el momento de ir rescatando temas infalibles. “Borraré Tu Nombre” sigue teniendo esa mala baba que se le imprimió desde el mismo momento que se concibió, y en “Una De Piratas” tendríamos a Jesús, vocalista de Killwolf, vestido de corsario para montarla en escena como él sabe en dueto con Jorge. No perdió la oportunidad de lanzarse sobre el público.
Los clásicos de la banda siguieron con “La Tormenta” para cerrar con el himno por excelencia “Lo Llevo En La Sangre”, muy cantado por todos los presentes. Y es que aquí no hablamos ya de un himno de Zenobia, estamos ante una de las canciones que por lo que significa toda esta cultura se debería acoger como himno popular. La huella que han dejado durante los últimos lustros quedó plasmada en esta actuación donde la repleta sala fue un clamor con cada una de sus canciones.
Puede que por ese efecto de halo que se produce después de una gran impresión me quedara la sensación de que Avalanch tuvo más complicado para conectar con el personal. Claro que también puede influir que salieran algo dubitativos con algún problema técnico y el hecho de que Manuel Ramil siga de baja, teniendo que contar la banda con los teclados disparados. Evidentemente, se echa de menos al teclista, al que deseamos una pronta recuperación, presente como espectador entre el público apoyando a sus compañeros y recibiendo el merecido cariño de los asistentes.
Que se le eche en falta y que les hayamos visto mejores conciertos no significa que no disfrutáramos del puñado de temas que nos ofrecieron afrontando una gira que les llevará a conmemorar los 30 años como banda. Además, ahora cuentan en sus filas con Bjorn Mendizabal en la batería, jugando en casa y demostrando que tiene nivel técnico de sobra para ocupar ese puesto todo un virtuoso como él. También hay que destacar la bestia que ahora mismo tiene la banda en la voz. José Pardial hace un recital de fuerza y melodía en cada interpretación de unos temas abarcando cada diferente época del grupo, mientras que Nando Campos en el bajo aporta en coros y además visualmente muy expresivo, en contraste con un Alberto Rionda habitualmente serio, concentrado en sacar adelante unos temas donde su guitarra es guía fundamental.
“El Oráculo” fue la toma de contacto con el público, siguiendo con dos temas de su última obra, el single “Horizonte Eterno” y el homónimo “El Dilema De Los Dioses”. Los teclados de “Alas De Cristal” junto con su riff hicieron que el público pareciera engancharse a la descarga, si bien el grupo entró en un terreno más profundo con “Pies De Barro” y “Mil Motivos” que desembocó en el emotivo “Niño”. Temazos excelentemente interpretados, aunque dejaran el recinto un tanto más frio que sus predecesores.
“Antojo De Un Dios” fue la balada elegida para la ocasión. ¿De haber estado Ramil hubiera sido “Vientos Del Sur”? El caso es que el clásico de “El Ángel Caído”, pese a continuar con esa tónica relajada me pareció de las mejores interpretaciones de la noche, con Pardial aportando mucho sentimiento. “El Peregrino” contó con la colaboración de Jorge Berceo, recordando el corto periodo de tiempo en el que el vocalista trabajó con la banda de Rionda hace unos años.
Tras ello y mientras sonaban las primeras notas de “Lucero” José Pardial decía que era la última, aunque como bien notó y apuntó, no nos lo creímos nadie. Sin abandonar el escenario, ni ademán alguno de marcharse, la banda siguió con “La Flor En El Hielo” y con “Pelayo”, tema que siempre tuvo buen resultado en directo. No sería menos esta noche. Me alegro de que lo hayan recuperado para los directos.
Esta vez sí el público respondía. Es lo que tiene rememorar el pasado en el que la banda despuntaba con “Llanto De Un Héroe” y “El Ángel Caído”. De este último se echó en falta “Delirios De Grandeza”. No faltó sin embargo “Xaná”; iniciado, como es habitual, con el vocalista dando pie a que la gente cante a coro el estribillo antes de entrar con el tema. Se acordó el vocalista de Manuel Ramil, antes de que entraran grabados los teclados de “Torquemada”. Un tema en el que el vocalista demuestra la versatilidad que posee en esos registros que pueden ir de lo más limpio a lo rasgado con suma facilidad.
Creo que se echaron de menos algunos temas, algo lógico si hay que echar la vista atrás a lo acaecido a lo largo de 30 años, pero también es verdad que ello se puede deber a que la banda está a la espera del regreso de su teclista, algo que deseamos se produzca cuanto antes y en plenas condiciones para seguir escribiendo la historia de Avalanch de la misma manera que esperemos siga sumando ediciones Metal Norte Festival tras una memorable edición de la que nos llevamos enormes sensaciones.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)