CRÓNICA: KOBA LIVE

KOBA LIVE

ANGELUS APATRIDA + PRIMAL FEAR + EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO + MOSH + SWEET RAGE + BLACKHEARTH

Sábado 24 de junio de 2023 – Abadiño, Bizkaia

En tan solo dos ediciones el Koba Live ha dado un salto tremendo. A priori, porque ya contar con una banda internacional del trayecto, relevancia y categoría de Primal Fear así lo atestiguaba. Y, a posteriori, porque esta jornada del sábado 24 de junio de 2023 quedará en el recuerdo de la enorme cantidad de asistentes al evento, porque todo fluyó como debía hacerlo. Con un público hermanado entre el que siempre es un gusto poderte encontrar con grandes amigos fieles a la música en directo, porque también las bandas en el escenario pusieron todo de su parte y por una organización a la que no queda menos que felicitar por la que han montado por segundo año consecutivo en el corazón de Bizkaia.

Si el año pasado se agradeció la carpa para cobijarse de la ligera lluvia que tuvimos que padecer, este año se agradecería su sombra en una jornada de más de 30 grados que ni la presencia en el cartel de El Altar Del Holocausto nos truncó. Por ahora su gafe se queda en el Z! Live. También se agradeció la sombra de los árboles presentes en el recinto y que el mismo cuente con una fuente que no paró de refrescar a los asistentes. Así mismo lo haría una barra que tampoco paró de surtir a todos y que en un evento gratuito se hace fundamental para garantizar la continuidad del festival.

Blackhearth tuvieron que animar a acercarse al escenario un pelín más tarde de las 5:30 de la tarde. Y pese al calor un buen número de asistentes arroparon a la banda, en este caso con calor humano, no solo viéndoles a refugio del sol desde la distancia, sino con un buen número de personal acercándose al escenario a disfrutar del excelente heavy metal de este combo vizcaíno liderado por Asier Larrea en la batería y Alex Hernández en la guitarra.

Tal vez se les pueda achacar una puesta en escena excesivamente sobria, recayendo buena parte de la transmisión emocional en un enorme vocalista como Alain Concepción, pero la calidad de los componentes y de los temas que han confeccionado en sus dos discos editados hasta la fecha salta a la vista. Es curiosamente el bajista Jorge Sánchez quien más aplomo muestra sobre las tablas, aparte de ejecutando a la perfección los temas moviéndose con mucha soltura sobre las tablas.

La banda ha editado dos discos que no deberían pasar de largo los amantes de la época de Tony Martin en Black Sabbath o de bandas más modernas como Nevermore. Esto es heavy metal y como tal atesora fuerza y oscuridad, algo que brilló bajo el sol de Abadiño cuando la banda arrancó con “Betrayal” y “Rotten To The Core”. Tras “This World” la banda no se cortó a la hora de interpretar un tema menos contundente, pero plagado de matices y en el que Alain se lució en la voz como “My Bornless Child”. ¿Quién dice que un medio tiempo con un tono intimista no funciona en directo?

Supuso un relajante pero emotivo reposo para recordar algo de su debut homónimo con “Earls Of Darkness” y retomar una tremenda fuerza con un sonido que fue francamente bueno en todas las actuaciones. Incluida la del conejillo de indias de los festivales, que suele ser el que abre la traca. Con ese ímpetu siguieron con “True Belief” llegando a un momento culminante con el homónimo de su segundo disco “Wrath Of God”, con Victor de Orion Child haciendo en casa el papel de Tim Owens, que colaboró en este tema en estudio.

 “Into The Unknown” y  “Face The Enemy” representaron a las dos obras editadas por la banda hasta la fecha para despedir una descarga que siempre puede pasar un poco más desapercibida al ser la de apertura de un festival, pero ante ello Blackhearth pusieron toda la carne en el asador para que, seguro, hoy consiguieran algún acérrimo más a su excelentemente facturado heavy metal.

De hecho, y ante el perfil del público que asistió al evento, a buen seguro que gustaron mucho más que Sweet Rage, a los que tampoco hay que ponerle pega ante su entrega y actitud en escena. Pero su metal alternativo se aleja un tanto del seguidor más clásico que atrajeron los cabezas de cartel y, también hay que decirlo, se acerca muchísimo al pop. El nombre de la banda es de lo más acertado, puesto que si bien hay una base rabiosa la voz de Cris Ibarra suaviza mucho la propuesta. Se agradece que tengan a quien dispara esas programaciones en directo como un integrante más de la banda, que puede hacerlo todo menos artificial.

El grupo presentó “Abian”, trabajo con el que han puesto en marcha una carrera que no parte de cero, ya que se destaca el pasado de algunos de sus componentes en Muted. Banda que poseía mucha más contundencia metalera en su música. De hecho, solo hubo que escuchar cómo sonó “Ez Naiz Gai” de los propios Muted, con la colaboración de Pitxi y que a la postre creo que fue el mejor momento de su descarga, superando a unos temas propios que se atragantan entre puristas y metaleros.

Mosh se erigen por su parte en todos unos colosos en estos trillados terrenos del metalcore. Su tercer disco “Vértigo” les ha hecho ganar enteros en cuanto a calidad y emotividad. Poseen una gran fortaleza sonora, pero también se han trabajado unos textos y unos coros en sus canciones que, sobre todo en este último disco, se han convertido en himnos que te arrastran en sus directos en una espiral de adrenalina y sentimiento.

“Química”, “Estamos Muertos” y “Heridas” ya de entrada fueron la muestra de la actitud y el estado de forma en el que se encuentran los navarros. El calor no les amilanó, con Iñaki haciendo una labor de frontman intachable. Viviendo y haciendo vivir cada una de las canciones. Y se juega el tipo si es preciso, porque antológico resultó el wall of death que montó tras “El Salto” con “Dale Más”. El tío se bajó del escenario para colocarse en medio del pasillo que se había formado y no contento con eso hincó la rodilla en tierra para quedarse en el punto exacto del choque de los dos bloques que le venían por cada lado.

Salió indemne para seguir con “Con El Agua Al Cuello” e “Impune”, de nuevo con algún pogo de lo más brutal. Y es que el vocalista seguía arengando a la concurrencia y bajando de vez en cuando del escenario, preocupándose por el estado físico de algunos asistentes que acabaron por los suelos. Pero la descarga no rebajaría intensidad con “Vais A Caer” y una traca final donde se puede comprobar la fe de la banda en su más reciente obra, ya que de manera consecutiva estallaron sobre nosotros “No Busques Problemas”, Tiembla Destino”, “Entre Mis Manos” y “Viejos Perros”, todos ellos de ese “Vértigo” que ha supuesto un golpe sobre la mesa definitivo de Mosh, completamente corroborado en unos directos donde se ven como una banda imponente.

Una década lleva El Atar Del Holocausto ganándose el respeto y siendo una de las bandas instrumentales actualmente de cabecera. Por fin pudimos verles sin percance alguno una actuación completa, ya que los dos últimos años en Zamora les tocó lidiar con cancelaciones o con abruptos finales de actuaciones por la lluvia. Sí que les vi en perfectas condiciones hace algunos años en un Dimetal.

Desde entonces he visto a un grupo que se ha ganado paso a paso el respeto por parte de todos los que tengan la mente mínimamente abierta a un metal instrumental arriesgado y particular. Pero no solo eso, sino que han conseguido que su estilo, pongámosle la etiqueta de post metal o la que queráis, diste mucho de ser una aburrida propuesta. No solo se trata de la imagen misteriosa de unos tipos encapuchados bajo unas curiosas túnicas, sus canciones llegan a la gente sin mediar palabra. Al menos en esta actuación creo que se produjo esa química a veces inexplicable. La música siempre tiene algo mágico y subjetivo.

Sus plegarias fueron secundadas desde el inicio por toda la parroquia, que disfrutó desde el inicio ceremonial con “Amenra”. Sin necesidad de mediar palabras el grupo conseguía que el personal se metiera en temas en los que el grupo no dejaba de incitar a dar palmas. Nada de la impasividad que alguno podría prever en un estilo así. Por otro lado, solo escuchar cómo interactúan los cuatro músicos es una maravilla para los oídos, sobre todo con el juego de guitarras que ofrecen, que es puro sentimiento y que cuenta con un entendimiento entre ambos hachas maravilloso.

Una voz nos daba las gracias por asistir a la ceremonia y apoyar la música en directo antes de encarar el presente del grupo con un evocador “De Euforia”, dando paso al wall of death de “El Que Es Bueno…”, casi una imagen icónica de sus conciertos ya, con uno de sus componentes entrando de lleno entre el público. Y el final sería con “Lucas”, con el guitarrista principal mostrando en el dorso de su guitarra el lema amen sin tilde. Dándole la vuelta a otra referencia bíblica, tan presentes en todo el aura que les envuelve. Porque para disfrutarlos solo hay que tener fe en la buena música.

El Koba contaba como principal atractivo con una de las pocas presencias en directo en festivales este verano de Primal Fear. Una oportunidad especial de ver a los de Mat Sinner y Raf Scheepers en vivo en un periodo entre discos. Y es que ya han anticipado un tema de su próximo trabajo que se editará a la vuelta del verano, pero nada de ese nuevo disco vimos en este directo. Tocaba dar un repaso a su trayecto como uno de los grupos que en el presente siglo más y mejor ha enarbolado la bandera del heavy metal.

En el puesto de un Mat Sinner que sigue recuperándose de graves problemas de salud tuvimos al bajista holandés afincado en Alemania Alex Jansen, al cual vimos hace unos meses girando con Hardline y que hizo un solvente papel, aunque falte ese carisma del bajista oficial del grupo, al cual esperemos ver de nuevo en un futuro sobre un escenario. Desconozco exactamente su estado de salud actual y tampoco el grupo hizo referencia a su ausencia.

El caso es que los alemanes nos brindaron un gran concierto, como en ellos suele ser habitual. La voz de Ralf Scheepers tardó un poco en calentarse como es debido, con algunos registros un poco más quebrados de lo habitual en “Final Embrace” y “Angel In Black”, que por otro lado fueron una declaración de intenciones sobre un show que al no contar con nuevo trabajo como tal nos brindaría muchas miradas hacia sus tiempos primigenios.

Porque luego ya con un vocalista más entonado llegaron “Running In the Dust” y “Face The Emptiness”, tras el que el vocalista se recreó con los oes del público, que no tardaron en aflorar. Cedió el centro del escenario, como si pusiera alfombra roja, para que los hachas Alex Beyrodt y Tom Naumann abrieran el excelentemente recibido y mejor ejecutado “Under Your Spell”, nuevo viaje a finales del siglo pasado y a su inolvidable “Jaws Of Death”, disco que fue seguido por un “Nuclear Fire” cuyo homónimo tema sigue siendo uno sus himnos más coreados.

“Hear Me Calling” relajaba un tanto la situación, rescatando ya bien avanzada la descarga algo de su último LP “Metal Commando”. Era la previa a la balada “Fighting The Darkness”, con un vocalista espectacular que sin desgañitarse a sus 58 años sigue alcanzando los registros que cada canción requiera. Sería entonces cuando tras volver a pedir escuchar los oes haría alarde de voz para que la concurrencia le contestara, separando en un momento voces masculinas y femeninas.

Para hacer más completo el repaso a su trayecto “King Of Madness” y el aplastante “The End Is Near” y “When Death Comes Knocking” nos traían a recientes discos como “Apocalypse”, “Rulebreaker” y “Delivering The Black”, de una última década que no ha dejado de ofrecer buenas canciones por parte de la banda.

“Chainbreaker” fue recibido por un público ya entregado a lo que sabíamos iba a ser la recta final. Un momento en el que se esperaba ese grito de “Metal Is Forever” que no se hizo de rogar tras el anterior clásico de la banda. Y pensábamos que podía ser el final pero la banda nos sorprendió con un significativo “In Metal We Trust” que fue todo un regalo para un festival cuyo lema es where metal comes true. Hecho plenamente consumado por Primal Fear.

Pese a que una parte del público se marchara tras Primal Fear Angelus Apatrida siguió contando con una gran afluencia. Puede que tras la edición de su homónimo disco, aunque séptimo en su carrera, la banda esté en su momento de convocatoria más alto. Ya lo dejaron patente en la gira en la que llenaron grandes salas en capitales importantes y a pesar de que están entrando en casi todos los festivales siguen arrastrando a un público al que no le importa repetir experiencia.

La banda muestra cuando sube a un escenario una profesionalidad incuestionable, con un rodaje que pocos grupos a nivel estatal pueden ofrecer. Así que una vez que se dispara la maquinara de thrash metal aquello ya no hay quien lo pare.

“Bleed The Crown” e “Indoctrinate” presentaban su más reciente disco. De nuevo con un sonido del que poco o ningún reparo creo que haya que poner. Tras “One Of Us” la banda nos dispararía sin piedad “Vomitive”, uno de sus clásicos ya intocables en su repertorio. Categoría que también ha adquirido ya “Of Men And Tyrants”.

El repaso a su trayecto continuó sin tregua con “Childhood´s End”, “Call Of The Nation” y “Violent Down”, antes de retomar su nuevo disco con “We Stand Alone”, un tema surgido en tiempos pandémicos y con el que creo que Angelus nos dice muchas cosas de lo vivido en esos días. De hecho significativo me pareció también el deseo de que nos sigamos viendo y que nos cuidemos porque vienen tiempos difíciles. Menos mal que nos quedan jornadas como la vivida en el Koba, que esperemos nunca nos vuelvan a privar de vivir.

Aún les quedaba tralla a los albaceteños con temas como “Serpents Of Parade” o un “Give ´Em War” en el que veríamos su wall of death particular. El personal demostró que quedaban fuerzas a esa hora de la madrugada. La banda abandonaba las tablas con “Versus The World”, pero regresaron con un par de temas más donde el personal echó el resto para acabar el festival como se merecía, por todo lo alto con “Sharpen The Guillotine” y el definitivo “You Are Next” con el que cerraron una actuación en su línea.

Pese al tiempo que llevan en un estatus alto ganado por méritos propios siempre se les ve motivados y disfrutando de lo que hacen. Seguro que esa es una de las claves de la fidelidad que les profesan sus seguidores.

Con ellos se despedía una segunda edición del Koba Live con la mejor de las sensaciones. Destacando, al margen de las actuaciones, una afluencia de público que denota las ganas que tiene el personal de vivir en esta época del año eventos al aire libre como este y que será lo que haga viable que el Koba Live se convierta ya en cita fija por estas fechas. Que podamos vivirlo todos por muchos años.

Texto y fotos: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)