CRÓNICA: FREEDOM CALL + DÖRIA
FREEDOM CALL + DÖRIA
25 -03 – 12
Donostia (Doka)
Los tiempos han cambiado. Hace unos años, en pleno auge del power metal en el que surgió y creció Freedom Call, este concierto se hubiera realizado en otro lugar, pero las dificultades de un estilo que no está en su mejor momento de popularidad, a lo que se le añade la omnipresente crisis lleva a los promotores a buscar salas que se adecuen a las posibilidades imperantes. Una década atrás no me cabe duda que, cuanto menos, este concierto hubiera tenido lugar en la sala Jam de Bergara, pero en la actualidad nos tocó desplazarnos hasta la sala Doka de Donostia, con un aforo inferior que para una banda internacional de la talla de los alemanes debería quedarse corto en circunstancias normales. No sirven excusas de que fuera domingo, puesto que el concierto estaba programado a una hora temprana y para las 23:00 estábamos en la calle. Simplemente los tiempos que nos toca vivir para nuestra música se han vuelto así de duros.
Pese a ello hay muchas bandas que intentan asomar la cabeza. Entre ellas una de las que más fuerte está sonando en los círculos del heavy metal más tradicional son los catalanes Döria, que acompañaban en esta gira peninsular a la banda internacional. Venían a presentarnos su primera obra de título “Despertar”, demostrando en directo que la buena sensación de esas melodías no solo se quedan en lo plasmado en el plástico, sino que cuentan con las prestaciones suficientes para defenderlas en vivo. Llevan buena parte del peso protagonista el vocalista Marti y el guitarrista Víctor Vázquez, del cual conseguí una curradísima púa con el logo de la banda. Aunque hay que destacar el funcionamiento del bloque, donde hacen un trabajo un poco más oscuro Laura Moral a la guitarra, Pep Rovira a la batería y Lluís Ripolles al bajo, pero acoplado a una banda que funciona perfectamente encima de un escenario.
Temas como “Ciudad Esperanza” o “Despierta” demostraron ser capaces de enganchar a los tradicionales seguidores del heavy metal allí reunidos. Aunque marcaría como punto de inflexión la emotividad de “Carta Al Barquero”, con el que se empezó a notar el aumento de la respuesta del público, que en su gran mayoría desconocía las canciones. Bien es cierto que por allí se encontraba algún seguidor de la banda que les ayudó con la balada “Si Te Vas”. Y en la recta final el propio Marti pidió y encontró la colaboración del público en temas como “Por Si Sirve De Algo”. Tampoco faltaron sus dos piezas que entiendo más emblemáticas de este comienzo de su carrera (la banda apenas lleva dos años formada) como son el power metalero “Pensavientos” y el hard rockero “Caperucita Feroz”, que en directo demostró por qué ha sido elegido como single para la grabación de ese espectacular video clip con la participación de la actriz porno Silvia Rubí. Fue el final a la actuación de una banda con una parte que madurar en cuanto a tablas en directo, pero ya con mucho que ofrecer. Seguro que esta gira les viene fenomenal para continuar creciendo hacia ese prometedor futuro que tienen a la vuelta de la esquina.
Caí en el error de pensar que tal vez Freedom Call se reservaran ante una audiencia que no se si superaría el centenar de personas. De hecho, en el set list habitual de la gira aparecían dos temas tachados, pero ningún caso hicieron a ello y nos descargaron un largo repertorio de 17 temas que satisfizo a los seguidores de toda la carrera de los alemanes, incluidos esos dos temas emborronados. Se debieron sentir a gusto encima del escenario a tenor de lo que transmitieron, con Chris Bay liderando la formación, sonriente, simpático, bromista y comunicativo. Se deshizo en halagos a la ciudad de San Sebastián y no paró de hacer gestos a su audiencia, lo que provocaba una entrega por parte del personal que el grupo, encabezado por el guitarra y vocalista, se ganó.
Él sigue siendo la cabeza más visible y la imagen de una banda en la que teníamos a un curtido Klaus Sperling a la batería, quien sabe lo que es tocar con muchas bandas, entre ellas Primal Fear. Al bajo teníamos a Ilker Ersin, que ha debido regresar a la formación o les está echando un cable en esta gira, puesto que en su web aparece Samy Saeman como bajista oficial. Por otro lado, el trabajo de Lars Rettkowitz a la guitarra fue espectacular. A ninguno de los miembros se les borró la sonrisa de la cara y demostraron disfrutar de lo lindo encima del escenario.
Eso se transmitió en seguida al personal, que se volcó con la banda desde el principio con “66 Warriors”, acrecentando si cabe tal respuesta en “Eyes Of The World” y demostrando que también les gusta el tinte hard rockero con cierto detalle al rock de estadios del comercial “Hero On Video”, presentando su reciente “Land Of The Crimson Dawn”.
Pero como decimos la banda hizo un repaso a toda su trayectoria, montando una buena con esos teclados grabados de “Tears Of Babylon”, que pese ser de su trabajo de estudio inmediatamente anterior parece ser uno de los favoritos de los seguidores. Supongo que más importante que tener ante ti una multitud es que quien esté responda. Y esta noche los seguidores se volcaban ante Freedom Call como ante unos auténticos ídolos. Por eso ellos correspondían con todo, sin reservas.
Todavía quedaba presentar algún tema nuevo más como “Rockstar”. Espectacular Chirs Bay en la voz, trazando con nitidez todas las melodías con mucha potencia. Bordaron temas más clásicos como “Farewell”, le dejaron espacio a la lucidez de Klaus en el solo de batería intercalado en “United Alliance” y ofrecieron toda su elaboración en “The Quest”, que más que un momento romántico, tal y como Chris la presentó, marcó el momento más elaborado y detallista de concierto antes de iniciar una recta final que se alargaría más de lo que esperábamos.
La gente había entonado himnos de batalla como “We Are One”, pero demostró tener fuerzas y ganas para “Far Away”, por lo que en ese momento Chris le hizo un gesto a sus compañeros e interpretaron uno de los tachados, “Perfect Day”, que sembró el terreno para un final donde la banda echó el resto y más aún.
Quedaban más himnos como “Warriors”, “Land Of The Light” y, por supuesto, “Freedom Call”. Tras el cual podría parecer que aquello terminaría, pero sin dejar tiempo a que nadie les echara del escenario por cuestión de horario se apresuraron con otro tachado que pensándolo mejor decidieron descargar. Era “Metal Invasion”, con el que ahora sí la banda se despedía bajo el caluroso aplauso de un público saludado por los músicos que aun permanecieron un rato sobre las tablas disfrutando del premio de sus seguidores. Estos tienen motivos para querer a un grupo que se ganó ese cariño con creces. Más no se le puede pedir.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
