BAO KAS 46

21 – 12 – 12

Bilbao (Crazy Horse)

 

Los mejores músicos se encuentran en su estado más puro lejos de grandes eventos, cuando se pueden juntar para tocar haciendo lo que, literalmente, les de la gana. Esos momentos están limitados a ocasiones puntuales en lugares lejanos del público de masas. Sin embargo, los aficionados a la música que de verdad sienten ese anhelo de lo auténtico, no sobado y corrompido por el afán de llegar a esa gente de gustos acomodados que solo se apunta a grandes citas, estaban en el lugar adecuado. El público que entró en el Crazy Horse esta noche de el fin del mundo sabía bien a lo que iba. Frente a nosotros en las más cortas distancias, lejos de las dificultades de las grandes aglomeraciones, íbamos a tener a tres músicos de impresionante nivel. Pepe Bao y a Rafa Kas, de O´Funk´illo, junto a Miguel Lamas de Raimundo Amador, prometían una jam session muy especial con temas propios y versiones siempre ejecutadas con el virtuosismo y la calidad que les caracteriza.

A Pepe Bao le vimos en un apartado parecido hace no demasiados meses en esta misma sala, aunque en aquella ocasión se trató de algo diferente, destinado a la improvisación y al destape de virtuosismo sin techo. Aquella vez se apuntó el propio Raimundo Amador a la sesión improvisada. Esta vez había temas más definidos y el trío se marcó un extenso recital de tres horas en el que disfrutamos de los temas de Pepe Bao en solitario, como “Isla De Palma” integrantes de su última obra “Navegando Por Un Mar De Olivos”. Entre estos temas, que nos dejaban boquiabiertos con ese nivel musical del trío, alternaban ya versiones, caso de “Walking On The Moon” de The Police, donde Rafa Kas demuestra que además de ser un genial guitarrista con estilo propio y calidad, es también un hombre que se defiende a las mil maravillas a la voz.

Hubo más temas instrumentales de la cosecha de Pepe Bao, en los que los músicos se explayaron con una fluidez propia del entendimiento más allá del lenguaje habitual. Química que se proyectaba con las miradas, unos simples acordes que indican el camino al resto de los compañeros, y sin seguir un repertorio definido iban sacando una tras otra piezas en las que todo se tornaba progresivo. No me cabe duda de que tuvimos a tres de los mejores en los suyo frente a nosotros. Y en el caso de Pepe Bao merece un capítulo aparte, porque puede ser perfectamente el mejor. Pocos he visto a nivel internacional que puedan hacerle sombra con el bajo. Golpee de la manera en que lo haga esas gruesas cuerdas suenan a su antojo con una precisión en el sonido que no se va un ápice de lo que el músico pretende.

Versiones como “The Boys Are Back In Town” de Thin Lizzy nos iban acercando a una traca final de clásicos del rock, aunque entre medias todavía quedaban temas propios y piezas instrumentales que crecían sin límite en manos de unos músicos disfrutando y expresándose con tres instrumentos a los que les sacaron todo tipo de recursos.

Pero no era esta una noche destinada exclusivamente a músicos. Aparte de esa calidad técnica en la que el más estudioso puede reparar, cualquiera puede disfrutar de lo lindo de esos toques blues y flamencos, y más si a medida que nos acercábamos al último tramo del concierto los clásicos iban encendiendo más al personal. A Rafa Kas su visera de AC/DC le delataba. Era de esperar que cayera algo de los australianos. “Highway To Hell” fue cantada en principio por el público, luego Rafa se hizo cargo del micro y finalmente acabaron enlazándolo con guiños al “Rock & Roll Ain´t Noise Polution” y a “TNT”, con el público entregado y respondiendo. No solamente se trataba de versionar unos temas que de por sí hacen reaccionar al personal. La forma en que fueron ejecutados era diferente de la original, manteniendo esos virtuosos destellos y ejecutando de maravilla.

Otros ejemplos son un “Who Lotta Love” de Zeppelin, en el que Rafa se lució a la voz y a la guitarra, y “Highway Star” de Deep Purple. Tan solo tres tipos fueron capaces de sacarlo, sin el teclado, con una visceralidad especial. Alguno se animó a pedir ZZ Top, y los músicos ya lanzados tocaron “La Grange”. El blues se hizo hueco con “Walking By Myself” de Gary Moore, no faltaron Kiss con “I Was Made For Loving You”, muy potente en manos de estos tipos que parecían dar el concierto por finiquitado con “Rock & Roll” de Led Zeppelin, con solo final de Miguel Lamas que se atreve con todo. Este chico de 19 años prácticamente nació sentado en una batería y no se queda corto de experiencia aunque por edad no lo parezca, pero si no le visteis esta noche y no le conocéis os costará imaginar cómo toca.

La insistencia en que volvieran era abrumadora, con lo que regresaron para interpretarnos una de O´Funk´Illo. Ahí quedó esa representación de “El Planeta Aseituna”. Posteriormente Pepe se marca los acordes de The Trooper” de Iron Maiden medio en broma, pero el caso es que sus dos compañeros terminan por atreverse, le animan a continuar y la hacen solo en su parte instrumental, siendo el público quien se encargó de cantar. Rafa Kas se reservaba para “Whole Lotta Rosie” de AC/DC, que esta vez sí que parecía redondear la noche.

Sin embargo, de nuevo fue insistente la aclamación de los presentes. Si después de casi tres horas de concierto, el público no deja que te vayas, no es solo que lo hayas hecho bien; es que además allí estábamos disfrutando de aquello como si pudiera ser de verdad nuestra última noche sobre La Tierra. El grupo regresó para ofrecernos la guinda al pastel, que no podía ser de cualquier manera. Un concierto así merecía un broche de oro de esos que todo buen aficionado valora especialmente. Bao Kas 46 se marcaron un “Xanadu” de Rush que fue la joya de la corona. Ver temas así, interpretados con este nivel, con un acercamiento al sonido propio de quien está interpretando, es una auténtica pasada. Algo que en manos de cualquiera podría ser divertido pero no tendría este efecto, que en manos de Miguel Lamas, un batería de presente y futuro que puede marcar una época; Rafa Kas, actitud, carácter, técnica y versatilidad a las seis cuerdas y la voz; y Pepe Bao, maestro de maestros en el bajo; agrada e impresiona a partes iguales.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotsos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)