CRÓNICA: ARTILLERY + GAMA BOMB + TORTURE SQUAD + TANTARA

ARTILLERY + GAMA BOMB + TORTURE SQUAD + TANTARA

15 – 05 – 13

Erandio, Bizkaia (Sala Sonora)

Menudo cartelazo el que se presentaba este miércoles por la noche en la sala Sonora de Erandio, combinación de savia nueva con experiencia, de promesas con leyendas de esto del thrash metal. Las puertas se abrieron pronto y para eso de las 19:20 de la tarde ya estaban Tantara en el escenario. En principio era el nombre que a todos se nos olvidaba cuando enunciábamos el cartel, pero después de ver lo que vimos deberemos de grabarnos bien su denominación en la mente. Los noruegos contaron con muy escaso tiempo, pero lo aprovecharon a las mil maravillas. Su juventud no fue sinónimo de falta de tablas, ya que pese a lo temprano de la hora y a que el público aún iba entrando a cuentagotas la banda no se amedrentó y bordó una actuación que no dejó indiferente a ninguno de los seguidores de la vieja escuela que se dieron cita esta noche. Seguro que tomaron buena cuenta de cómo este cuarteto con una media de edad de apenas 20 años es capaz de ametrallarnos sin piedad, destacando su hacha Per Semb, con un parecido razonable al Kirk Hammett de imagen más añeja. Dieron buena cuenta de su nueva obra “Based In Evil”, editada en 2012, con temas como “Trapped In Bodies” y “The Killing Of Mother Earth”. Si los más desconocidos ya habían repartido su tralla de la manera más satisfactoria, solo quedaba que los tres grupos siguientes simplemente cumplieran con lo que podíamos prever.

Sin embargo, las dudas se instalaron en mi cabeza cuando vi a los brasileños Torture Squad convertidos en terceto. Su vocalista durante casi 20 años Vitor Rodrigues abandonó la formación durante 2012. A los tres que han quedado ya les vimos en su último paso hace un par de años por la capital vizcaína como cabeza de cartel de su propia gira. Ahora es André Evaristo quien se hace cargo de la voz y de la única guitarra de la banda. Pues pese a tan sensible situación para nada queda cojo el grupo. De hecho, me sorprendió lo cómodo que le vi en escena a André compaginando ambas facetas, sin perder el grupo nada de agresividad y sin dejar de sacar esos mortíferos riffs de guitarra de ese thrash más pesado y aguerrido que el de sus predecesores en el cartel.

Eso hizo que la gente conectara tal vez un poco menos, pero su corto espacio de tiempo a mí me causó grandísima sensación. El grupo sonó de cine y fue un espectáculo ver a la batería a Amilcar Christofaro, que a veces resulta increíble que sepa dónde tiene que ir el próximo baquetazo. La fuerza y la consistencia de la banda se corrobora con el miembro más longevo en la formación Castor, que no solo es protagonista con un bajo de mucha presencia, también lo es con unas segundas voces que fortifican la propuesta.

Así que solo puedo decir buenas palabras sobre la atronadora descarga cuya única pega es que se hizo algo corta. Apenas fueron seis temas donde intentaron repasar su carrera, que como bien nos recordaron es ya de 20 años. En otro tiempo tal vez ya serían unos clásicos que no necesitarían insistir en la respuesta del público, que debería llegar sola con temas como “Mad Illuions”, “Pandemonium”, “Living For The Kill” o “The Unholly Spell”. Dieron todo y sudaron la camiseta en el sprint que se marcaron durante su estancia encima del escenario. Una fantástica banda de thrash metal llegada desde Brasil que, a juego con los daneses Artillery, siempre me ha parecido infravalorada.

Curiosamente era una noche de bandas procedentes de lugares no tradicionales en la exportación de este tipo de música. El thrash metal se asocia a San Francisco en U.S.A. o a Alemania en Europa. Pues ninguna de estas bandas pertenecía a ninguno de estos lugares. Gama Bomb en concreto son irlandeses y demuestran que de esas tierras puede venir mucho más que folk. Finalmente se cumplió la lógica y pese a estar anunciados en el cartel como banda principal dejaron el puesto de cierre de la noche para Artillery. Creo que ambas trayectorias no dan lugar a duda hasta día de hoy de cuál es la banda más relevante de las dos para nuestra escena. Pero lo que Gama Bomb están consiguiendo en la última década ha hecho que su nombre resuene en los cerebros de todos los thrashers a nivel internacional.

Su actuación fue una auténtica locura. No sabría decir el número exacto de temas que interpretaron entre ramalazos que concatenaban unos con otros y teniendo en cuenta que en muchas ocasiones apenas llegan al minuto de duración.

Estos eran los que tenían una obra más reciente que presentar, ya que “The Terror Tapes” se ha editado en este mismo 2013. A presentar ese trabajo fueron destinados momentos como los de “The Wrong Stuff”, “Backward Bible”, “Shitting Yourself To Live”, el single “Terrorscope” o el cachondísimo “Smoke The Blow With William Dafoe”. Ellos mismos son en sí un grupo hecho para la diversión en directos que prometen mosh y risas.

Aunque no sea la propuesta más adecuada para dejarse los huesos entresemana si quieres al día siguiente levantarte para trabajar en condiciones, hicieron pasar un buen rato al personal. Desconozco si Philly Byrne canta siempre en esos tonos o tenía una pequeña afonía, pero escuchando sus trabajos en estudio da otra sensación. En cualquier caso dio el todo por el todo junto a su banda, siempre sonriendo e inyectando dosis de adrenalina que invitan a perder la compostura en un buen circle pit. Bien es cierto que en una sala con bastantes calvas y un miércoles a la noche no abundó ese tipo de hechos, pero nos quedamos con el impacto de temas como “Three Witches”, “Hammer Slammer”, “Evil Voices”, “Mussolini Mosh”, “Bullet Belt” o la tralla final de “Zombie Brew” y “Zombie Blood Nightmare”. En tiempo record rondaron los 20 temas ejecutados en una propuesta de infarto para un directo anárquico que requiere de la comunión con su público, tanto es así que terminó su guitarrista mezclado con el personal, incluso dejando colgada su guitarra sobre las espaldas de una buena amiga nuestra que se encontraba en las primeras filas. Un final en fusión directa con su público.

Y llegaba el turno de ver a la leyenda danesa del thrash metal. Siempre me he preguntado qué hubiera sido de esta banda fundada a primeros de los 80 de haber pertenecido a algún movimiento concreto. Ya sea el de la bay area o el thrash teutón. Pero es que además de estar un poco fuera de esas oleadas en el plano geográfico, musicalmente también han sido un grupo que ha ido por libre. Nunca han sido la típica banda de thrash metal y siempre han tenido un tratamiento próximo al heavy metal más tradicional, solo que evolucionándolo, afilándolo y endureciéndolo a su manera.

Las últimas incorporaciones a la banda son la del batería Josua Madsen y la del vocalista Michael Basthol Dhal, quienes asumen un reto importante. Sobre todo este último que, desde luego, vocalmente es un portento, aunque se pudo notar algo nervioso fundamentalmente al principio de la descarga. Ellos se unen a los otros tres miembros de la antigua época. Actualmente el bajo lo lleva Peter Thorslund, quien ya estuviera en la banda del 88 al 92. Y la capitanía la comparten los hermanos Morten y Michael Stützer. Era increíble ver a estas leyendas montando y afinando sonido antes de empezar el concierto para sin marcharse del escenario comenzar la descarga como si fueran unos amigos que ya de estar allí nos iba a brindar unos temas. El estatus de estrella parece que no va con ellos.

Pero lo importante es que en el escenario cumplieron con tanta naturalidad como calidad. Intentaron hacer un repaso fiel a su carrera. Desde temas de sus más recientes trabajos como “Death Is An Illusión” de su último “My Blood” o “Rise Above It All” de su anterior “When Death Comes”, llegando hasta a un clásico en este arranque que ponía alto el listón de cara a lo que venía después, como fue “By Inheritance” de la homónima obra de 1990. Este gran clásico es el que más aportó al repertorio, además de con el mencionado con “Beneath The Clay”, “Bombfood” y el coreado “Khomaniac”. Estos temas se llevaron los momentos más brillantes de la noche, si bien no vamos a dejar de lado clásicos con más historia aún como ese “Terror Squad” datado en el año 87 o un “The Almighty” soberbiamente interpretado. Y también es de aplaudir la defensa en directo de sus canciones recientes, entre las que cayeron “When Death Comes” y “10.000 Devils”. Hicieron un compensado despliegue de sus dos épocas, partidas por los años de separación de los 90.

Se les puede achacar una puesta en escena poco espectacular o que su nuevo vocalista aún no pareciera del todo cómodo en escena. Tal vez algo más de rodaje pueda necesitar, aunque sus condiciones vocales son alucinantes. Sin embargo, considero un lujo haber podido disfrutar en vivo de una de las bandas de culto más legendarias de Europa, por mucho que no hayan conseguido pasar esa barrera que a otros contemporáneos les dio el éxito masivo y el ser la imagen del movimiento thrash metal para el que raro sería que a alguno se le viniera primeramente a la mente Artillery. Pero ellos surgieron en aquella época de los 80 con tanta o más dignidad que cualquiera. Todavía están en disposición de recordárnoslo.

Texto: Antonio Refoyo (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: Mari Jose Martin (mari@lamiradanegra.es)