CRÓNICA: AMORPHIS + LEPROUS + NAHEMAH

AMORPHIS + LEPROUS + NAHEMAH

24 – 11 – 11

Barakaldo (Rockstar Live)

El otoño de este 2011 sigue caliente con bandas de primera línea que no dejan de visitarnos. No reincidiré demasiado con la dificultad de que en todos los casos se refleje en la respuesta de público merecida. El caso es que la sala esta noche de jueves no estuvo mal en cuanto a presencia de espectadores, aunque cuando Nahemah subieran a las tablas aún se viera demasiado hueco para lo que una cita con Amorphis mereciera. Tal vez a muchos les pasó como a nosotros, que seguro que tenían que currar. En nuestro caso, tuvimos que cumplir con nuestra emisión del programa en Bi FM, ya que no pudimos grabarla íntegramente. Eso sí, la segunda mitad la dejamos grabada porque no queríamos perdernos a los de Alicante, de los cuales guardamos el buen recuerdo de su paso por el Villa de Bilbao hace unos años, pero a los que les habíamos perdido la pista.

Como otros tantos grupos Nahemah apuesta por la salida internacional de su música. Mirando en su web he visto que venían de hacer unas cuantas fechas europeas. No queda otra cuando sabes que tienes calidad pero que vives en un país con los ojos cerrados ante la creatividad de una impresionante escena. Si dentro de esa escena te centras en los sonidos densos, oscuros y complejos de esta banda, que llames la atención ya es casi una labor imposible. Llegamos con su actuación ya empezada y comprobamos que el grupo sigue siendo magistral en esos ambientes oscuros en los que debes de captar el detalle. Un death metal progresivo que debería de acaparar la atención de esos que apenas hace unos días renegaban de lo que Opeth nos ofrecía en Bilbao. Lástima que la tempranera hora les impidiera que una mayor cantidad de público estuviera frente a ellos. La banda hizo todo el esfuerzo del mundo por conectar con una música que incita más a una escucha atenta que participativa, y les costó bastante ante un público muy reservón. A pesar de ello, la banda tuvo el detalle con los presentes de ofrecer un tema nuevo que entendimos como “The Wait” (disculpad si el idioma me jugó una mala pasada).  La imponente presencia de la banda y su calidad musical fuera de toda duda. Unos maestros para un público demasiado selecto en nuestro país, por desgracia.

Seguro que para muchos Leprous era una banda desconocida. Al menos así lo eran para mí. Sin embargo, he de agradecer la inclusión en el cartel de un grupo que podemos considerar como una absoluta sorpresa. Aunque esta banda, no por ser tan joven lleva poco tiempo en esto. Son ya cuatro trabajos editados por parte de estos noruegos que no creo que en ninguno de los casos se afeiten aún la barba. Me pregunto con qué edad comenzaron a hacer música estos niños prodigio.

Su propuesta resulta una de las más incalificables que hemos descubierto en mucho tiempo. Metal progresivo sí, pero que lo mismo te va al metal extremo que al más tradicional, que con la misma facilidad tira de lo agresivo y lo limpio, y que nunca se centra en un ritmo estándar. Estos chicos buscan lo ilógico, y lo encuentran. Puede que para muchos fuera complicado discernir lo que allí escuchábamos ya que la mezcla de influencias sería innumerable, pero las ovaciones sonoras entre temas dejaban claro que al público le gustaba lo que veía y oía. Y es que en el aspecto visual el grupo también está muy trabajado. Que su vocalista tenga la función también de teclista no le ata para nada, ya que siempre que puede abandona esa ubicación, y cuando se ve obligado a ocuparla es para ver como salta y como hace headbanging moviendo sus rastas de manera espectacular. Solo su rostro enrojeciéndose ante la rabia con la que canta ya es un espectáculo, una muestra de fe en sus posibilidades y de hasta que punto se esfuerzan estos tipos por arrancar el beneplácito de los presentes.

En cuanto a lo visual y lo musical, muy unido en un grupo cuya sola técnica ya es un espectáculo (mención aparte para su batería Tobias Ornes Andersen), hay que destacar de lo más completo ese “Waste Of Air” donde se vio la sincronización de una banda alucinante en todos los aspectos. Por el camino quedaron temas que dejaron boquiabiertos a propios y extraños como “Restless” o “Dare You”. No negaré que no es un plato para todos los públicos, pero la sensación que reinó en la sala al término de su actuación fue de admiración mientras que los músicos se despedían del respetable saludando desde el centro del escenario recibiendo una merecida última ovación. Para no olvidar lo que vimos de ellos, porque puede ser una de las bandas que más fuerza le insufle a la escena internacional.

Finalmente con una digna presencia de seguidores llegó el turno de Amorphis. Una banda que veía en vivo por primera vez, ya que no recuerdo haber tenido oportunidad antes. Así que no es un grupo que tengamos por aquí todos los días, con lo que es de rigor intentar aprovechar estas ocasiones.

Después de lo visto con los predecesores nadie diría que estos también son un grupo de los que no dejan de evolucionar y que también fusionan diferentes estilos. Casi se diría que volvíamos a los cauces que marca la normalidad. Sin embargo, la arriesgada carrera de Amorphis quedó plasmada en un set list que perfectamente mostró toda la trayectoria del grupo. Desde los puntos más progresivos, hasta los más góticos, los más melódicos y los más death metaleros, con todo lo que hay implícito en todo ese gran terreno.

La banda no tardó en conectar con su gente a base de temas de su último trabajo y de otros que han jalonado su trayectoria, como un “Againts Widows” que animó al personal; desarrollando un concierto que fue siempre a más, cosa que se reflejó en un público siempre entregado a la banda, pero que terminó definitivamente explosionando en algunos momentos, caso por ejemplo de ese “Sky Is Mine” que fue estupendamente recibido e igualmente interpretado por una banda que, sin derroches técnicos, es capaz de hacer llegar sus canciones a las cuotas de elaboración que estima oportuno. Otros de los grandes momentos fueron los más death metaleros como “Vulgar Necrolatry” o “Into Hiding”, que nos llevaron a los comienzos de la carrera discográfica del grupo. La gente reaccionó más en este tramo que nos acercaba a los bises que en una parte anterior con recordatorios a su nueva referencia como “You I Need”, single de la nueva obra que aún debe de conectar más con sus seguidores.

Hubo ese pequeño instante en que parecía que el concierto podía hacerse algo lineal, terreno del que salieron con “Sampo” y en el que no volverían a caer. Sin demasiadas palabras Tomi Houtsen se erige como un frontman sobrio, pero a la vez espectacular, que juega con sus rastas y con su especial micrófono como la parte central de un espectáculo en el que sin grandes aspavientos es capaz de transmitir lo que emana de las profundidades de estos temas tan variados.

Si el público no reaccionó de una manera tan grande en los bises no será porque los temas elegidos no fueran de calidad. Tal vez influyó que fuera jueves, pero el caso es que me pareció soberbio en esta fase final “My Kantele” y tal vez hubiera merecido algo más de entrega desde abajo del escenario. Bajo mi punto de vista musicalmente la cima más alta alcanzada en toda la noche, aunque tampoco le fueran a la zaga otros momentos como “Black Winter Day” o ese “House Of Sleep” con el que definitivamente se marcharon habiendo completado una actuación en la que vimos un engranaje casi perfecto por parte de Amoprhis, dejando que por su propio peso un repertorio de canciones de todas sus épocas con una buena interpretación contentara a todos sus seguidores.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)