CRÍTICA: THIRTEEN BLED PROMISES

THIRTEEN BLED PROMISES

(The Back Legend)

8´5/10

Lo de brutal no solo se lo aplico a Thirteen Bled Promises por su visceralidad, que la tienen hasta poner a prueba los límites de lo posible, sino porque son tan tremendos musicalmente hablando que no cabe menos que calificarlo de eso: brutales. Este segundo disco, editado tres años después de su debut, viene a corroborarlo de una manera tan rotunda que dudo mucho de que alguien pueda poner en duda su puesto de referencia dentro de las lides de toda la tralla que se os ocurra con la coletilla de core.

Cierto que uno ha acabado ya un poco cansado del metalcore, pero hay excepciones. Y es que Thirdteen Bled Promises no se quedan en el estereotipo de este estilo. Y ya no porque ellos se autocalifiquen de brutal deathcore, sino porque un álbum como este “The Black Legend” es una explosiva caja de sorpresas que no permite el aburrimiento ni un solo instante.

Ya no voy a irme a la temática alienígena que tratan sus temas, porque de inglés tampoco ando muy bien, y si ya sumamos a ello la guturalidad de Turri se me hace complicado llegar a entender el significado completo de todas estas letras. Pero lo cierto es que la locura de su música refleja perfectamente el caótico sinsentido que rodea a este mundo. O tal vez ellos hayan encontrado en ese caos todo el sentido del mundo, porque tal y como están las cosas pensar que los aliens hayan invadido la tierra no sería tan extraño, al menos tendríamos respuestas a algunas preguntas.

Ellos de lo que no se quedan cortos es de técnica, calidad y visceralidad. Su música es un torrente de agresividad impredecible, pero con estructuras sin embargo muy buscadas. Nada queda al azar en este laberinto que se abre con “The Irrevocable Judgement Of The Inner World”, una intro que definitivamente da paso a la hostilidad de “Species Landfill”, donde los tempos son rotos una y otra vez con una naturalidad absoluta para la banda, pero capaz de provocar escalofríos en el oyente. Aquí hay curvas, así que el que se maree fácilmente que se abstenga. Siempre ofrecen un trato guitarrero variado, como volvemos a apreciar en “Sons Of The Northwhard Clash”, con punteos y riffs alternados de gran nivel, entre cuyos resquicios se cuela imponente la voz de Turri.

Más contundencia tenemos en “Year 666 (The Firts Arrival)” y mareas vivas nos agitan en cortes como “A Fully Stabbed Face”, “Beeldesntorm”, “Cosmic Depletion” y “Biblephagy Slender Phytobezoars”, con una constante variedad en estructuras y sin permiso para que tu oídos descansen. Dedico un apartado especial a “Death Of An Angel”, con un amplio recorrido instrumental, antes de cerrar el disco con “The Day After Roswell”, repartiendo estopa, como no puede ser menos, y con ella demostrando una categoría musical en este estilo que no puede pasar desapercibida. Tal vez los extraterrestres tengan algo que ver el ello.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Blood Fire Death