tesseract_polarisTESSERACT

(Polaris)

7´5/10

 

 

 

Difícil reseña la que me dispongo a hacer de este grupo por varias razones. Hace tres años, cuando estos británicos irrumpieron en el panorama metalero más vanguardista, lo hicieron con un disco que definitivamente les abrió puertas en cuanto a popularidad en toda Europa. Presentaron su disco «Altered State» por grandes festivales demostrando que efectivamente son unas de las promesas ya no solo a relevar a nuestras grandes glorias que irremediablemente irán desapareciendo, sino elaborando y explorando otros subgéneros, creando y desarrollando algo que un gran sector de oyentes reclama cada vez con más fuerza.

Pero estos chicos no empezaron ayer, llevan ya cinco añitos, que no está nada mal. Les ha dado para perfeccionar en todos los aspectos su propuesta y hasta han tenido un importante cambio de filas como es el de su actual frontman Daniel Tompkins, quien abandonara en su día la formación para finalmente regresar.

Decía difícil al principio porque su disco anterior me sorprendió por unos elementos musicales y rítmicos que adoro, como son esas atmósferas ricas en melodías fusionadas con todo tipo de métricas aplastantes de su base rítmica. Pensé: «Por fin un grupo que ha cogido la complejidad brutal y nítida de unos Meshuggah, ha mandado a la mierda la voz gutural y encima carga de bellas melodías sus temas«. No es que lo considere un discazo pero me entretuvo bastante con temas muy significativos que, desde luego, me hicieron acercarme a ellos.

Ahora regresan con este «Polaris». Tenía ganas, muchas ganas de escucharlo. Aunque puede que mi corazoncito se decline por sonidos mas clásicos, también me declino por otros géneros, muy variados, que van desde lo más oscuro a lo más claro, de lo más triste a lo más alegre, de lo más largo a lo más corto… Siempre que esté bien hecho me gustará y eso es lo que importa.

Eso mismo es lo que me pasa con este disco. A bote pronto me tiró como un metro para atrás el hecho de que hayan logrado un sonido apabullante y nítido como pocas veces he escuchado. Todo suena brillante, potente y compactado, completamente engrasado. Los golpes de batería casan a la perfección con las imposibles líneas de bajo, los sonidos de teclado envuelven increíblemente bien todos los temas, la voz de Daniel Tompkins suena cristalina y envolvente. Tras este gratísimo primer golpe me dispongo a escucharlo sabiendo casi fijo que me va a encantar pero…algo pasa.

Efectivamente el disco es una obra maestra en cuanto a ejecución. Han vuelto a dar un giro de tuerca y sus continuos ritmos matemáticos te dejan perplejo, primero por tratar de averiguar el principio y final de cada compás (lo cual es muy divertido) y segundo porque estos tecnicismos no desvirtúan la canción en sí, consiguen empastarla. Un ejemplo es su tema «Survival», de gran estribillo, delicado y pegadizo.

El problema se me presenta cuando a pesar de que los ingredientes son de muy buena calidad y magníficamente cocinados el paladar no acaba de encontrar ese ingrediente que no solo hace al plato perfecto si no que lo determina todo, el ingrediente de la emoción. Y es que a pesar de transcurrir el disco con muchos elementos que te atraen a él, ese halo de frialdad aséptica se convierte en la tónica general de todas las canciones, con lo que enseguida tu atención deja de estar tan encima de la escucha. La progresión de acordes lógicos, aunque bañados en métricas, enrevesadas supuestamente, te lo pone fácil. También la bonita voz de Daniel, que aunque carente de personalidad, fría y poco acogedora resulta agradable en cuanto a timbre y sí que hay momentos chulos. También esto último suma, pero una y otra vez me enrabieto porque el resultado sigue siendo el mismo, monótono y carente de chispa, de emoción.

Es un disco que me pondría muchas veces porque sus secciones rítmicas me sorprenden muchísimo. También, como decía antes, su increíble sonido, pero puesto todo en un lado de la balanza, en el otro estaría la carencia ese algo que te toca y te hace sentir y, desde luego, pesa muchísimo mas este otro lado. Estoy seguro que muchos dirán que para nada, que precisamente son abanderados de atmósferas envolventes, pero sé lo que me digo y a día de hoy ese «algo» que se necesita para enamorarte no lo tienen. Aun así, es un gran disco que seguirá marcando esa tendencia creciente hacia nuevos sonidos.

GUILLERMO FERNÁNDEZ

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Top Artist Promotion / Kscope