CRÍTICA: SYSMO – ODOLAZ BLAI
SYSMO
(Odolaz Blai)
6´5/10
Primer disco que recibo de Sysmo como una grata sorpresa. Brutal Death Metal hecho desde Bizkaia con credibilidad y agallas. Puede que en el futuro tengan que ganar algo de variedad, pero lo cierto es que la brutalidad que desprende la obra, el sonido cavernoso que han sacado, el rancio hedor a muerte que desprende y lo gore que llegan a resultar son buenas credenciales para presentarse con autenticidad ante los seguidores de este estilo. Estos chicos sienten así la música y así la plasman. Y esa es la manera de hacerla sentir en tus propias carnes.
Vamos que si lo tuyo son las vísceras, aquí te vas a dar un buen atracón, y como su propio título indica un verdadero baño de sangre. “Empapado En Sangre”, así te sientes desde que te decapitan con “Burua Galduta”, entrando en la locura de “Killing”. Una letra escrita por el mismo Satán, según aparece en los créditos de la obra. Puedes sentir la agonía de “Muerte Septika”, aunque te regocijarás en el merecido que le dan al empresario cabrón que protagoniza la historia. Esto sí que es mala baba. Como lo es “Autoingestión”, que lo podemos tomar como una contraofensiva a la violencia machista, en este caso con un castigo también más que merecido, con la afilada aportación de la voz de Miriam (The Howl). Si prefieres algo más gamberro, estos chicos también saben divertirse. Por ejemplo, profanando tumbas (“Hilobiak Profabatzen”).
El terreno espeso que siembran a su paso tiende a una tesitura bastante densa, pareciera que en momentos pudieran tender al doom, como en el tema homónimo con alguna parte más lenta, pero es un amago que no los aleja de ese brutal death cuya viscosidad es el hábitat ideal de esta banda. Así lo muestran en un trabajo fantástico para conocerles, teniendo en cuenta que en este underground esta pureza cada vez es más difícil de encontrar. Tal vez para algunos seguidores a la cuna nórdica choquen los temas en euskera y castellano, pero no perjudican ni interfieren para nada en el sentimiento pútrido de los temas. Para eso se inventó la guturalidad. Reto al que les entienda sin las letras en la mano. Apuntan a que pueden dar más de sí, pero la autenticidad no engaña y ya son una banda a disfrutar por los amantes de las emociones fuertes de verdad… Pueden herir su sensibilidad.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
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