CRÍTICA: PRODUCERS – MADE IN BASING STREET
PRODUCERS
(Made In Basing Street)
8´5/10
La unión de reputados músicos y productores que han estado detrás de grandes éxitos desde los años 60 da como resultado Producers. Sería largo decir el palmarés de cada uno de ellos. Lol Créme lleva en la música más de 40 años, cosechando éxitos con Hotlegs y 10CC y trabajando con bandas como The Police o Duran Duran; Trevor Horn formó parte de Buggles y de Yes, produciendo a artistas como Pet Shop Boys o Rod Stewart; Stephen Lipson ha producido a gente como Paul McCartney o Rolling Stones, siendo nominado a los Grammy por su trabajo con Jeff Beck; y Ash Soan es un reputado batería que ha trabajado para Adele, Rick Wakeman, Lisa Standfield o James Morrison. Y me dejo mucho del curriculum de estos cuatro maestros en el tintero.
Pero el palmarés queda a un lado cuando los verdaderos músicos se unen para hacer lo que más les gusta. Ni mucho menos necesitan tirar de pasado para justificar esta obra. El resultado que encontramos en “Made In Basing Street” es maravilloso para cualquier amante de la música sin fronteras. Evidentemente el disco tiene el toque británico de sus creadores, pero allí donde se encuentra la cuna de buena parte de la cultura del rock a nivel internacional sirve para abrir de par en par las puertas y encontrarnos con un trabajo totalmente ventilado, libre, limpio y abierto a la imaginación sin ataduras de sus cuatro creadores.
Teniendo en cuenta la trayectoria como productores de los componentes de la banda, comprenderéis que no flojea el sonido lo más mínimo. Perfecto para apreciar los detalles de cada instrumento y del excelente trabajo vocal. En ocasiones parecerá que hay un aroma setentero en la forma de confeccionar esas armonías, pero si la obra no se ciñe a estilos, tampoco se queda en una época. Se trata de un disco atemporal para amantes de la música de calidad, clase y talento. Imposible ponerle vayas al campo.
El tema que abre la obra ya es un indicio de este libre camino que inicia un extenso trabajo de 5 cuartos de hora. Bien es cierto que al final se recogen dos versiones alternativas de dos temas integrantes de la obra y un tema instrumental. Uno de esos temas es este “Freeway” de apertura en su versión extendida. Muestra que el grupo puede ser más progresivo y ofrecer más detalles, algo que a mí no me hubiera importado lo más mínimo. Creo que incluso valoraría aún mejor esta obra de lujo musical. Y es que también en el elegido para hacer videoclip “Garden Of Flowers” se marcan dos versiones, y la alternativa con mayor desarrollo instrumental me deja mucho más saciado.
Tal vez en lo finalmente reflejado en el trabajo hayan querido plasmar un toque más pop. En cualquier caso es incuestionable el nivel musical de una obra que nunca deja de contar con fuertes ritmos y guitarras más que visibles. Un ejemplo es uno de mis favoritos “Every Single Night In Jamaica”. La obra tiene también momentos más intimistas como los de “Man On The Moon”, con reflejos de acústicas en el caso de “Stay Elaine”, pero también hay espacio para mucho más ritmo en temas como “Seven”. En una tesitura u otra el caso es que el disco no tiene desperdicio. Un trabajo de música imposible de encorsetar, que puede acercarse al buen pop británico tradicional o al rock progresivo si queréis alguna orientación, pero una calidad que rebosa todos los límites no se puede recoger en un recipiente concreto. Mejor que seas tú el que abra los sentidos sin prejuicios a la inmensidad de estos sonidos.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Sello: Big Lake Music
Fecha lanzamiento: 26 de noviembre de 2012
