CRÍTICA: LEAFBLADE – THE KISS OF SPIRIT AND FLESH

 

LEAFBLADE

(The Kiss Of Spirit And Flesh)

8/10

 

 

 

Leafblade se formó en 2003, siendo el grupo de Sean Jude, Kevin Murphy y Daniel Cavenagh de Anathema. A estos se une Daniel Cardoso para completar esta banda que ya nos dejó su primera referencia en 2006 título “Beyond, Beyond”. Ahora regresan con este “The Kiss Of Spirit And Flesh”. Tal vez no suponga el acontecimiento de un nuevo disco de su banda principal, pero sin duda por calidad merecería la misma atención.

En comparación a Anathema aquí hablamos de una banda mucho más luminosa, nada de oscuridad, aunque sí un componente místico e íntimo fundamental para el desarrollo de una obra progresiva y penetrante. El título de “El Beso Del Espíritu Y La Carne” deja pistas de lo que tenemos en estos ocho temas, a lo que también contribuye esa portada tan bella como impactante. Esa es una buena definición para el conjunto de esta obra. Belleza y fuerza unidas y expresadas en música.

En el libreto aparece una frase de Paracelso que también te ayuda a encontrar el camino a la comprensión y al pleno disfrute de la obra. Y es que el ser humano no es solo un cuerpo, sino todo un espíritu que alberga sensaciones. Haciendo un juego con el título de la obra, un beso de verdad no se puede quedar en un contacto corporal, sino que implica una emoción que toca mucho más que nuestros labios. Para los que abren ese espíritu inmaterial e infinito que cada uno lleva dentro, sin duda esta obra será mucho más recomendada. También lo puede ser para el resto, porque apreciarán el buen trato de unos excelentes músicos, pero hay algo mucho más allá de lo superficial a lo que cada uno debe abrirse por su cuenta y riesgo. Ahí reside la inmensidad de la música y de esta obra.

Los ocho temas viajan por pasajes de un trato instrumental basado en acústicas a las que se les unen eléctricas de manera muy acertada en diferentes tramos. Puede ser para dar intensidad como en el caso de “Bethlehem”, pero en contraposición tenemos el siguiente “The Hollow Hills (Starry Heart)”, que actúa justo al revés. La composición se corta en un punto para que las acústicas demuestren la fortaleza de lo sutil. No hay reglas, aunque sí un latir permanentemente aferrado a la personalidad de estos músicos. Pero todo esto se puede desarrollar en temas netamente relajados como “Sunset Hypnos” o “Fuchsia” o arremeter con guitarras atronadoras que rompen las aguas calmadas en “Oak Machine”. Eso sí, mi recomendación es que te encuentres en paz contigo mismo para escuchar este disco, porque la obra desprende eso, paz. Un ambiente en el que tu imaginación pueda dibujar mejor las evocadoras composiciones del disco, que deja para el final el tema más extenso de casi 11 minutos, “Portrait”. Una composición que juega con nosotros desde tramos acústicos, arranques potentes e incluso un  curioso detalle a capela. Sutileza llena de imaginación y personalidad. Música para soñar lejos del mundanal ruido, pero sin cambiar de planeta. Las imágenes del paraíso han sido tomadas en La Tierra.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Sello: Kscope / Top Artist Promotion (www.topartistpromotion.com)

Fecha de salida: 27 de mayo de 2013

www.kscopemusic.com/leafblade