ISTHAR

(El Destino Del Mundo)

8/10

 

 

 

Pese a lo que ha evolucionado el rock, no hay nada como volver a patrones tradicionales. La libertad que percibo en la mente de los músicos más clásicos no la encuentro en los esquemas de muchas bandas nuevas. Y que no se me enfade nadie, porque calidad hay de sobra en los nuevos grupos, pero cuando estamos ante un veterano, como es el caso de José Luis Rodríguez, alma de Isthar y músico en su día de  bandas como Ñu, tenemos algo que se sale de clichés por completo, que indaga en la música desde un sentido atemporal y amplio al máximo. Ya dejamos constancia de lo que fue su segunda obra “Sangre, Sudor Y Lágrimas”, después de bastantes años de su debut con Isthar “En El Mundo De Los Sueños”. Ahora, con mucho menos tiempo de espera, recibimos este genial “El Destino Del Mundo”.

El rock sinfónico del que hace alarde la banda es influencia directa de los grandes de los setenta e incluso 60. No hay ataduras, solo imaginación volando para aprovechar lo que una banda de rock puede ofrecer en toda su expresión. Con ayuda de elementos como la Coral Polifónica de Candeleda, que realza la ampulosidad del homónimo tema de la obra dividida en dos partes. La primera de ellas consta de diez minutos de maravillas, de música en estado máximo, de virtuosismo, pero ante todo de detalles que se entrelazan para llevar a nuestros sentidos a lo que ya la intro nos anunciaba, “Entrada En El Paraiso”. Excelentemente reflejado en la grandilocuencia de ese teclado, como si unas grandes puertas se abrieran ante nosotros para dejarnos pasar a este nuevo mundo de los sueños, que no deja de ser la música de Isthar. Reflejada con sangre, sudor y lágrimas cargadas de pasión para llevarnos a la duda existencial de ese destino tambaleante del mundo en un pequeño deje reflexivo.

Reflejar en imágenes que nuestra cabeza puede percibir con cada uno de estos temas lo que en ellos se cuenta es la mejor muestra del objetivo de la música cumplido. Y es que al igual que visualizo esa entrada a la obra puedo imaginarme parajes o situaciones con cada tema, simplemente dejándome llevar por lo que me dicen unas canciones más allá de sus letras. Y es que la melodía folk de “Mal Asunto El Día Que No Cante” me lleva al sentimiento de un apasionado de la música con el que es fácil identificarse si llegas a la escucha de este disco. Porque supongo que entonces estarás también entre los amantes de la música de verdad, de la que pasa de comercialismos y lo que busca es tocar la fibra más sensible que te emocione, que esparza un halo mágico, aunque el título de “No Soy Ningún Mago” nos diga lo contrario. Simplemente dejando fluir un instrumental como “Preludio” comprobarás que si no es magia se le parece. Al menos destapa sensaciones que sin canciones no se pueden percibir igual. Y hablando de pasión, la colaboración de Angelita Gómez en “La Sagrada Familia” pone los pelos de punta.

El estilo clasicista que ha tocado la música de Isthar se refleja especialmente en “Paganini”, sin olvidar, como comprobamos en temas como “Yo Estuve En Ti Situación”, que esta es una banda de rock & roll con arrancadas como esta que casi finiquita la obra, antes de un espectacular juego de voces corales y unos arreglos de nuevo clásicos pongan una guinda de un par de minutos que te quedas saboreando después de terminar la escucha. Elegancia en estos sonidos más elocuentes, pero también cuando escuchamos la guitarra a pelo o cuando el saxo hace maravillas en el plano solista. Destellos y más destellos que afloran a lo largo de 66 minutos de música impecable, libre y fluida. Con el granito de arena de colaboraciones como las de Javier Mira a las guitarras y Juan Olmos, este como productor de la obra, aportando también mucho en el subrayado trabajo vocal.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

www.isthar.com.es