DEE SNIDER

(We Are The Ones)

6/10

 

 

 

Nunca he sido de Twisted Sister especialmente mas allá de sus clásicos más radiados. Sé que son un grupo que vendió millones de discos en Estados Unidos, que influyeron a varias generaciones y que ataviados con sus ropajes, sirvieron de entretenimiento visual más que musical en la década de los 80. También se que esa podría ser la definición más injusta de esta banda y es que aunque yo no lo haya hecho, me consta que, indagando un poco en su discografía, además de esos himnos imperecederos, figuran canciones bien elaboradas y con músicos de verdad. Uno de ellos, se convirtió en todo un líder y no solo de su banda. Dee Sneider ha protagonizado diversos escándalos sobre todo tipo de temas, su verborrea e inteligencia le ha hecho destacar también no solo como frontman si no como agudo polemista.

Su personalidad inquieta le ha llevado a no relegarse a giras de refritos y múltiples versiones de sus temas más exitosos con su banda de toda la vida. Ahora con este primer trabajo en solitario parece querer demostrar que hay vida después de Twisted Sister.

Este “We are the ones” se presenta como un sencillo de 10 temas que sinceramente, “ni chicha, ni limoná”. En general es un disco que dista bastante de los sonidos conocidos de su banda de siempre a excepción del tema que da título al disco “We are the ones”.

Una clara apuesta por descubrir nuevos sonidos y, aprovechados de las nuevas tecnologías, convertirlo o adaptarlos a los nuevos tiempos. Licito por una parte, intención la hay, pero el resultado para un seguidor del “animal pintado” mucho me temo que vaya a ser el esperado y es que si esperas Rock, salvo alguna cosa, seguramente te va a decepcionar.

El disco no es malo, si lo sacamos del estilo que esperamos. Y ojo, porque hay ciertos temas que te invitan a moverte pero no con ese regusto que quizá debiera.  “Over Again” es uno de estos temas, ligerete pero con una progresión de acordes sosa.

Hay varias “rarunadas” que sinceramente no me gustan en este disco. Temas que habiéndole querido dar un aire moderno, realmente se ha convertido en algo ya bastante repetitivo, es el caso de “Close to you” que empieza lánguido y demasiado sintetizado y termina…pues igual.

“Rule the world” suena guay pero de esos temas que de empalagosos que son, se te quedan un par de horas y luego olvidas. Comienza con susurros queriendo emular a unos Bon Jovi de la última etapa pero enseguida se muestra como lo que es, un tema muy de MTV, destinado a un triunfo más de anuncio de refresco que a otra cosa.

Como queriendo decir “Eh!, este tema es mío y tocándolo con piano va a serlo más aun” o “Eh Dee, a que no te atreves a hacer el tema en piano solo?”…si no es algo de eso no puedo entender el por que esta revisión de su clásico tema “we,re not gonna take it” al piano. Su voz eso sí, suena muy bien conservando ese rasgueo tan característico.

“Crazy for nothing” no suena mal y si que podemos considerarla como un Rock directo y entretenido. Además  su estribillo es pegadizo y la vedad es que me gusta.

“Believe” me suena adolescente pero mola, su voz suena con garra aunque una vez mas me deja bastante frio, no veo gancho.

La revisión del Head like a hole” de Nine Inch Nails, dejando presentes los aspectos industriales del original, deja bien a las claras el estilo hacia el que ha llevado Dee Snider su música. Y es que es una pieza que podría representar el álbum excelentemente.

Despiden este desafortunado álbum, en mi opinión “Superheroes”, un corte bastante popero en su construcción e incluso en la forma de cantar de Mr. Snider. Su estribillo es pegajoso a tope pero ni por esas me acaba de entrar.

Por si fuera poco, una nada acertada forma de despedir este disco es su último tema “So what”, que bajo unas guitarras acústicas y coros lejanos nos muestra  como único atractivo la conservada voz de  Dee.

En resumen, un disco que desde luego no dejara ningún tipo de poso en mi. Tampoco podría destacar uno o dos temas que pudieran salvarlo. En general esperaba  más, al menos ese gancho compositivo que la unión de verdaderos músicos que pelean por su banda hubiera conseguido, no un puñado de músicos de sesión al servicio de la leyenda Dee Snider. Aburrido y difuso.

GUILLERMO FERNÁNDEZ