´77

(High Decibels)

7/10

 

 

Ten cuidado cuando veas esta portada y este título en una estantería de discos, no es un disco de AC/DC, tampoco se trata de una banda de tributo, pero si que hablamos de uno de los grupos estatales que mejor encarnan las mayores esencias de los australianos. Un sonido eléctrico, una base de rock & roll tradicional con una pizca de blues y una tendencia al hard rock. Esto es ´77. Y precisamente por ello no sería justo quedarse con ellos como un clon, porque el rock, el blues o el hard rock se deben entender de forma más amplia y, mientras que los seguidores del sonido de alto voltage van a poder apreciar una banda continuista que reverdece viejos laureles, los nuevos seguidores pueden apreciar la parte más personal del grupo y como captan la raíz del rock de todos los tiempos en torno a este sonido.

Porque sí, tenemos adictivos cortes para AC/DCmaniacos como el propio “High Decibels”, pero la banda nos lleva al toque country blues americano de “Backdoor Man”, al básico y deudor de los 50 “Give Me A Dollar”, más sesentero puede resultar “Lets Beat It Up”, por supuesto que el guiño a los 70 está constante, y también un toque, como no, ochentero en piezas hard rockeras como el sucio “This Girl Is On Fire”, o el de tendencia más elegante “Melting In A Spoon”. Eso sí, a partir de los 90 estos chicos ya no quieren saber nada, lo suyo es el sonido orgánico y directo, perfectamente sacado de los estudios Gutterview de Estocolmo por Nick Anderson (The Hellacopters, Imperial State Electric), manteniendo una esencia muy clásica y aportándole una potencia extra para sacar todo un torrente de energía que en nada tiene que envidiar a las bandas que presumen de vanguardistas.

Como decimos, no hay que dejar a ´77 anclados en el pasado para nada, aparte de que el rock siempre se mantiene joven. Ellos se marcan una opera rock para terminar dividida en 5 partes que muchos tal vez no esperarán de una banda tan directa. Su título es “Promise Land” y cierra el disco a lo grande con las colaboraciones de Dregen de Backyard Babies y el propio Nick Anderson. Todo un temazo de casi 10 minutos con una esencia en ocasiones muy a lo The Who, pero que tiene un poco de todo, desde el rock clásico que te hará mover las caderas, hasta pasajes más eléctricos. Ese es el término que mejor define el disco: eléctrico. Es evidente que con ello nos vamos a acordar de los reyes de la corriente alterna, pero creo justo reconocer a ´77 su propio espacio de independencia bebiendo de esta y otras fuentes, siempre tradicionales.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

INFORMACIÓN ADICIONAL:

Discográfica: Kaiowas Records