CRÓNICA: AVALANCH + KNIGHTSUNE

AVALANCH + KNIGHTSUNE

Viernes 31 de marzo de 2023 – Sala Santana 27 – Bilbao

Apenas hace unos meses que hablaba de una nueva reválida de Avalanch, con su actuación en el Z! Live de Zamora presentando a Alirio Netto como vocalista. Las sensaciones no fueron las mejores, aunque tal vez el vocalista brasileño le hubiera aportado a la banda un empuje a nivel internacional. De hecho, Alberto Rionda ha confirmado que ha dejado un disco grabado con él que tal vez se edite algún día. Sea como sea, el paso fugaz de Alirio ha dado paso a una nueva etapa ahora con José Pardial como vocalista y con Alberto Rionda ocupándose de la única guitarra que queda en la banda tras la marcha de Jorge Salán. Siguen en el grupo Mike Terrana en la batería, Manuel Ramil en los teclados, supervivientes de lo que fue la era All Stars, y Nando Campos en el bajo, al que ya vimos con Alirio en la formación.

Una nueva etapa que ha echado a andar de forma mucho más fulminante que la anterior. Y de hecho, con esta formación ya nos han dejado un disco como “El Dilema De Los Dioses”, que oficialmente se editará en abril, pero que ya estuvo a la venta en esta cita inaugural. Aunque para que la gente no llegara sin conocer sus temas al directo, la banda anticipó el EP de cuatro temas “El Dilema”, que ya habían dado mucho que hablar en redes antes de este momento. Ahora solo quedaba comprobar si es verdad eso de que siempre es bueno que hablen de uno… aunque sea bien.

Pero antes del momento de la verdad disfrutamos de una pura actuación de heavy metal a cargo de los maños Knightsune, que entraron en sustitución de Xeria apenas unos días antes del evento. Y con toda la ilusión del mundo se subieron a las tablas de la sala Santana 27 para presentarnos un puñado de temas de su único y homónimo LP. Temas que no nos van a descubrir el estilo, ni a revolucionarlo, pero que guardan ese sabor de unas guitarras dobladas muy maidenianas y temas de melodías directas y estribillos para acaparar la atención de una audiencia con la que el vocalista trató de conectar en todo momento. En alguna ocasión de forma algo más forzada cuando había que hacer un poco de tiempo para subsanar entre temas algún pequeño problema. Un tiempo que no creo que les hiciera destacar sobremanera entre un público ávido de Avalanch, pero tampoco se puede decir que defiendan nada mal el heavy metal más puro y tradicional.

La expectación era palpable momentos antes de la salida de Avalanch a escena, que llegaría precedida con la introducción de “El Oráculo”. Y la misma sensación que había tenido con los nuevos temas de estudio la tuve en directo a las primeras de cambio. Que después de muchos años parece que una nueva etapa de Avalach parece funcionar desde el primer momento. Creo que otros periodos de la banda han tenido inicios mucho menos prometedores y, sin embargo, han acabado cuajando. Pues en esta ocasión la sensación es de aceptación ya desde el principio entre sus seguidores.

Se podía percibir cierto nerviosismo, especialmente en José Pardial, que entró en algún momento un poco a destiempo, aunque nada que no sea comprensible en un primer concierto. El mismo no quiso disimular para nada la relevancia de la cita cuando se dirigió al público tras “El Peregrino”, dando paso a un “Delirios De Grandeza” que fue iniciado con Alberto Rionda dando entrada con su guitarra a que fuera el personal quien siguiera con la melodía del tema, respuesta que hizo que se mostrara una sonrisa en su habitual semblante serio.

Ya a las primeras de cambio tuvimos uno de los clásicos de “El Ángel Caído”. Aunque no sería un repertorio que tirara de nostalgia, sino que buscó presentar los nuevos temas con un repaso por los diferentes periodos de la banda. Una colección de temas que dejaban bien clara la versatilidad de un vocalista que puede abarcar sin dificultad todas las épocas del grupo, siendo fiel a lo que plasmaron los vocalistas originales y aportando su propia personalidad a la vez.

Se ganó al público de Bilbao muy rápido. Su nombre fue coreado antes que el del propio Alberto y tan agradecido se le vio que presentó “Otra Vida” diciendo que, precisamente su tuviera otra vida elegiría Bilbao para arrancar esta nueva aventura otra vez. Y si ya se había mostrado cómodo con temas compuestos para otros cantantes, cuando llegó “Horizonte Eterno” clavó las sensaciones recogidas en estudio.

Cuando nos preguntaba si queríamos más pop o más metal, lo decía con la seguridad de que va a desenvolverse con igual soltura en el terreno más dulce que en el más agresivo. Además, de una voz que puede ser tan melódico no solo sorprende lo heavy que puede ser en agudos, sino que sea capaz de desgarrar la voz como lo hace en algunos momentos. En cualquier caso, por encima de estilos la gente lo que pidió fue más Avalanch. Deseo cumplido con “Pies De Barro” o el emotivo “Mil Motivos”, que solo fue el preámbulo para “Niño”, diría que la joya de la corona de la noche, donde de nuevo hay que destacar la interpretación del vocalista, aunque volviera a tener alguna pequeña entrada a destiempo.

Y no es cuestión de centrarse en una o dos figuras en la banda, porque Nano Campos es un bajista que ha entrado en la banda con mucha fuerza. Cómo vive el concierto y qué labor la suya en coros junto a Manuel Ramil, que por su parte en esta actuación estuvo muy expresivo en todo momento. Además, entre los dos adornan y apoyan los temas para suplir la posible carencia de una segunda guitarra que en buena parte de la época de Avalanch ha sido básicamente rítmica. Con lo que no creo que se tenga que echar de menos.

Por su parte lo de Mike Terrana es para dedicarle un apartado para él solo. El grupo lo sabe y por eso, tras “Cuatro Elementos” ocurrió lo que es un acontecimiento dentro del propio concierto. Su espectacular solo de batería. Mira que hay solos que sólo están hechos para que la banda descanse, pues el del estadounidense sigue estando plenamente justificado. Simplemente es verlo aporrear todos esos trastos y alucinar.

Después de tanto alarde de bestialidad casi quedaban algo dulces “Alas De Cristal” y “Papel Roto”. Y es verdad que se pueden echar en falta en el repertorio algunos temas con un poco más de caña, pero bien es verdad que Alberto Rionda ha llevado la deriva del grupo por terrenos mucho más melódicos y estos son temas muy representativos. El músculo aumentaría con “Expulsando A Mis Demonios” con el vocalista desatado, despidiéndose de todos también con muchísima fuerza con “Flor En El Hielo”.

Apenas unos instantes de oscuridad para que se escuchara la insistencia por el regreso del grupo y fuera Alberto Rinoda el que hiciera llorar la guitarra con el clásico homenaje a sus tierras asturianas con “Santa Bárbara”. Tras ello “Lucero” nos retrotraía más de 20 años atrás. Un tema que con el cambio de vocalista trajo mucha controversia en aquel momento en el que se anticipaba “Los Poetas Han Muerto”, pero que con el tiempo se ha convertido en un clásico irrechazable para cualquiera de sus seguidores. Aunque si eres más de vieja guardia el final era para corear “Xaná” como es debido, con el vocalista dando entrada a que fuera el público el que lo cantara a coro, mientras los músicos se mostraban sonrientes y satisfechos en el escenario. Y ya para finalizar el teclado de Ramil abría la caja de los truenos de “Torquemada”.

Se pedía por parte de alguien algún tema más. “Pelayo” o “El Ángel Caído” fueron de los que salieron de algunas de las gargantas presentes en la sala, pero no creo que fuera un mal repaso a la carrera de la banda. A mí una balada pura como “Vientos Del Sur” me parece que hubiera dejado una sensación más completa. Y puede que también se pudiera pensar en algo de la época de Juan Lozano en la banda, pero teniendo en cuenta que Alberto ha creado junto a él Eterna para rememorar aquella época puede ser comprensible que mientras coexistan ambos grupos se los reserve para ello. Simples apuntes subjetivos después de haber disfrutado de un concierto entiendo yo que muy satisfactorio para iniciar una nueva etapa ilusionante para la banda asturiana.

ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)