CRÍTICA: ATLAS – NUEVOS TIEMPOS, VIEJAS COSTUMBRES
(Nuevos Tiempos, Viejas Costumbres)
9/10
Tras seis años de silencio discográfico, con un periodo de por medio que parecía suponer el final definitivo de Atlas, regresa este excelente grupo de hard rock hispano conformado por músicos de categoría, trayectoria, calidad y talento como para entender que muchas cosas deben ir mal en este país cuando un proyecto así tiene que pasar por estos tragos. Finalmente regresaron con la formación original, sin meterse presión y tal vez con otras miras que las que pudieran tener con sus dos primeros discos, “Atlas” y “Contra Viento y Marea”. Sin embargo, lo que no cambia es el nivel musical expuesto por el grupo y el sello característico de una banda que no por resultar clásica deja de tener una huella muy propia.
En este aspecto la voz de Ignacio Prieto, también vocalista de los geniales Eden Lost, marca mucho el terreno. Podría extenderme demasiado dando el currículo de sus compañeros, pero al menos y para que quede claro cabe mencionar que la banda la conforman nuevamente José Martos en la batería, Ángel Arias al bajo y VM Arias en la guitarra. Una unión de lujo que los seguidores del hard rock solo pueden celebrar.
El disco ofrece 11 temas variados, con colorido, con sentimiento y con mucho significado. Dejaron atrás ciertos clichés de los 80 para actualizar mensaje y estilo, con temas del compromiso de “Gritaremos No”, uno de los más destacados del disco, con un tinte country que desemboca en un estribillo marca de la casa, melódico y de cuidada melodía.
Pero en un ámbito más personal la obra se abre con “Esperaré”, que podría hacer referencia a una situación de pareja, aunque cabe contextualizarlo con la propia realidad de un grupo que regresa con ilusiones renovadas. Musicalmente recuerda mucho a Whitesnake. Curioso que el hacer referencia en su letra a ser una sola voz se enlaza con el himno del final del disco “Somos Una Misma Voz”. Te quedas tarareando la melodía durante tiempo después de su escucha. Un tema optimista para cerrar el disco.
Entremedias no deja de haber temas muy destacables. De hecho, no he dejado de disfrutar de una sola de estas canciones, tanto de la fuerza del riff de “Cosa De Valientes”, el sentido “Culpable” con un Ignacio Prieto lleno de feeling o ese “Vete Al Infierno” que con los arreglos hammond rezuma Purple de exquisita manera.
Como otro de los temas destacados por encima de la alta media me quedo con “Un Sueño Cumplido”. Preciosa letra y detallazo final con guiño a Barón Rojo. Pero es que en otra tesitura el medio tiempo “Llueva o Salga el Sol” me atrapa en sus tremendos detalles. Las acústicas marcan el desarrollo, pero las guitarras eléctricas revisten ese ambiente hasta hacer crecer muchísimo una composición excelente.
Matices blues aparecen en “Mil y un Pedazos”, “Fuera de Mí” es un directo tema de hard rock, que también se agradece, y “No Se Permite Prohibir” tiene una mala baba que podría herir a aludidos.
Es curioso que tras una primera época en la que la banda recibió un sinfín de parabienes con sus dos primeros discos, me resulte a título personal mucho más convincente lo que Atlas reflejan en este trabajo de regreso tras un periodo de silencio que hacía dudar de la continuidad del grupo. Me resulta un disco menos pretencioso, pero sin embargo respiro una mayor sinceridad y libertad que en el pasado, algo que junto a la calidad y variedad de los temas hacen que vea este disco bastante por encima de lo que la banda ya había hecho. Teniendo en cuenta que partían de un nivel alto, entenderéis que podemos ubicar este disco con objetividad y sin riesgo a equivocarnos entre lo más selecto y destacado del rock duro en la lengua de Cervantes del presente año.
ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
INFORMACIÓN ADICIONAL:
Sello: The Fish Factory (www.thefishfactory.es)