CRÓNICA: ANNIHILATOR + SWORN AMONGST + SVÖLK

ANNIHILATOR + SWORN AMONGST + SVÖLK

07 – 11 – 10

Bilbao (Kafe Antzokia)

Me parecía a mí que el Kafe Antzokia de Bilbao se iba a quedar pequeño para un nombre tan legendario como Annihilator. No me equivoqué, aunque antes del concierto aún había entradas en taquilla. Me sorprendió que no abrieran la parte de arriba de la sala, como si no esperara la organización un lleno total, pero toda la parte baja acabó por colapsarse hasta no dejar espacio ni para un alfiler. Nos son los canadienses uno de los grupos que más nos visiten y ningún thrasher de la vieja escuela quiso dejar pasar la oportunidad.

El acompañamiento de dos grupos bastante desconocidos presuponía un preludio menos interesante de lo que luego resultó. Los noruegos Svölk con su autodenominado bear metal mostraron una personal propuesta que puede dar para diferentes interpretaciones. A mi me cautivaron cuatro tíos tan macarras haciendo ruido a su manera. Su imagen a medio camino entre el thrash y el stoner rock setentero es reflejo del indeterminado estilo que nos presentaron. Derrocharon simpatía y actitud con su crudeza, terminando por provocar un buen ambiente entre el público que hacía comenzar la velada con buen pie.

Otro grupo con afán de darse a conocer eran los británicos Sworn Amongst. Su contundencia sonora fue un elemento cautivador para el duro público que se había dado cita en la sala. Tal vez estos se le quedaran incluso un poco bestias, pero la energía puesta en las tablas por una banda de joven aspecto terminó por contagiarse. Además son otro grupo peculiar. Su thrash alcanza límites agresivos verdaderamente altos, superando las barreras a las que los clásicos puros del estilo no han llegado. Con dos trabajos bajo el brazo, el primero editado en 2008 y el segundo en este presente 2010, podemos hablar de ellos como una sorpresa con armas para ser una revelación si un nuevo público les apoya. Ganas no les faltan y calidad tampoco. Sus temas se llenan de solos a cargo de un técnico Jonny Barker. De su última referencia de título “Severance” nos quedamos con temas como “Darkness” o “The Storm”, que conocimos in situ esa misma noche. De su anterior obra también se acordaron de un tema con el título de “The Rules Engagement”. Qué ganas y que ilusión transmitieron, aunque tuviera que acabar su vocalista sin la guitarra en el último tema por un problema técnico. Pero nada podía parar esta noche ante una sala llena a una banda con ansia de conquista. Cómo se agradece antes de la salida de un grupo principal consagrado gente que les ponga el listón de la ilusión a esta altura y que además aporte algo fresco y de nivel.

Ante esas Annihilator tampoco se achicó. Jeff Waters no borró la sonrisa de su rostro desde que salió a las tablas, derrochando sincero buen rollo con su gente. Se le ve feliz con su compañero Dave Padden, que desde hace unos años parece dar estabilidad a una banda que siempre ha contado con muchos cambios. El título de su última obra, llamada como la propia banda, puede ser síntoma del momento por el que atraviesan, mostrándose cómo unos chiquillos que pretenden se redescubiertos. Está claro que rodearse de músicos más jóvenes supone traer aire fresco para el grupo y también parece suponer una inyección de vitaminas para su líder, radiante tanto en su imagen como en el aspecto musical en toda la noche.

Y eso que hay quien a Dave Padden le ha criticado hasta su imagen más propia del punk que del metal. ¡¡¡Chorradas!!! Este hombre puso toda su voluntad y no sufrió para estar a la altura de su compañero a la voz y a la guitarra, con el que se le vio compenetrado como su fueran el uno para el otro. Se merendó los temas de inicio, tales como “Ambush”, “Clown Parade” y “Plasma Zombies”. La respuesta del abarrotado y acalorado público ya fue entusiasta al máximo. Es un lujo disfrutar de los grandes en recintos reducidos donde puedes apreciar perfectamente cada mueca y cada detalle de los músicos. Waters derramaba sudor a borbotones para el cuarto tema de la noche, clásico que ya desmelenó del todo al personal, de título “King Of The Kill”. En cada nuevo …kill!!! el recinto rugía.

El set list se basó en temas de los último años y en los clásicos más imprescindibles, dejando la época intermedia un tanto más apartada. Aunque viendo cómo explotaba sobre nosotros “Betrayed”, presentando su última obra, no sería fácil diferenciar las etapas. El grupo no deja de desbordar energía y una elaboración guitarrera digna de mención. Si para alguien Annihilator es solo una banda cañera, debería de ver como se curran las partes instrumentales. Jeff Waters dio una buena lección de guitarra, acercándose hasta el contacto directo con su público y abarcando cada lugar del escenario. No paró salvo cuando tenía que cantar temas como “Hell Is A War”.

Las buenas migas que han hecho los grupos en esta gira se dejó notar. Pocas veces vemos a la gente de los teloneros viendo el concierto como cualquier fan. Liam Frank, cantante de Sworn Amogst, se incrustó en las primeras filas sin parar de hacer headbanging y de apoyar al grupo, mientras que el resto de miembros de esta expedición que hoy hacía parada en Bilbao veía el concierto desde las escaleras del Antzoki. Estos sacaron una pancarta que rezaba Pork Medallions durante “Ultra-Motion” y Padden cambiaba el estribillo para cantar lo que le mostraban sus compañeros. Momento cachondo y reflejo de las buenas vibraciones que había entre las bandas mientras el público, cada uno a lo suyo, hacía uno de los pogos más grandes de la noche.

Viendo a Jeff Waters tocando con la misma cara que un niño con zapatos nuevos no me extraña que siembre ese compañerismo entre sus acompañantes de gira. Avanzaba el concierto y seguían cayendo temas como “Set The Worl On Fire” o “W.T.Y.D.”, de los más cantados. “The Trend” fue el último paréntesis para su nuevo disco, generando movimiento, antes de “The Fun Palace”. Aquí llegó uno de los giros más sorpresivos del concierto cuando la banda se marca en acústico “Phoenix Rising” y “Sounds Good To Me”. Y la verdad que tras tanta distorsión y cera, no fue para nada un momento prescindible. Los buenos temas se demuestran en esta tesitura y Annihilator tienen un carro de ellos.

Después de mostrar esas cartas, el final buscó dejar el pabellón en todo lo alto con “21” y el celebrado “Phantasmagoria”. Momento en que el grupo se despedía tras hora y media de descarga. Evidentemente nadie iba a perdonar que se marcharan sin tocar “Alison Hell”, para la cual volvieron a escena y llegó precedida de “Crystal Ann”. Con los primeros acordes de bajo se produjo un estruendo en la sala. Y es que este tema es uno de los clásicos que van más allá de un tema pegadizo y con gancho. Es un tema elaborado que el grupo interpretó con precisión, con un rodaje que no hace indicar que la banda tenga un continuo movimiento de músicos.

Recordaba su actuación de Metalway en 2006, única vez que les había visto, pero nada comparable a lo vivido esta noche. Annihilator tienen un perfecto engranaje, sonaron con una nitidez que pocas veces se logra en el Kafe Antzokia y demostraron estar entre los grandes maestros del metal sin ningún tapujo.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)