WARCRY

14 – 01 – 12

Bilbao (Santana 27)

Hacía tiempo, ya lo dijo Victor sobre el escenario, que Warcry no visitaba una ciudad donde siempre han contado con el apoyo incondicional de sus seguidores. En parte es fruto de la política del grupo tras la edición de su último disco de no quemar las ciudades y hacer una pequeña cantidad de conciertos. Tan pequeña que tan solo ha contado con cinco fechas por territorio estatal. Esta era la cuarta y faltaba una quinta exactamente siete días después en el Palacio de Vistalegre de Madrid con grabación de DVD en vivo. Lo que tiene esto de tocar menos es que los seguidores cogen con más ganas cada uno de los conciertos del grupo y pueden permitirse tocar en recintos más grandes, si bien en Bilbao dejaron pequeño el Bilbrock desde que por primera vez llegaron a presentar sus primeras dos obras. Desde entonces mucho ha llovido, con cambios de formación de por medio, dejando en Bilbao también pequeño el Kafe Anztokia en más de una ocasión y con nuevos trabajos con más y menos acierto que hacen de “Alfa”, disco editado en abril de 2011 y que presentaban aquí ya entrado el 2012, el séptimo de una carrera de continuo y fiel apoyo de sus seguidores. El grupo no ha dejado de crecer de forma continua hasta en los tiempos de receso para el estilo que practican, algo ganado a pulso por su constancia en la edición de trabajos y porque son uno de esos grupos que aparte de buenos músicos cuentan con un carisma difícil de explicar, eso que se tiene o no se tiene, y que en buena parte encarna su frontman, que transmite la misma fuerza hoy que la primera vez que le vimos salir a un escenario, hace ya algunos años, como vocalista de Avalanch. Por lo tanto, un pedazo de historia del heavy metal cantado en la lengua de Cervantes (la de los últimos 10 años al menos) es lo que teníamos en frente esta noche, por lo que se entiende la acogida en un recinto grande y difícil de llenar como la sala Santana 27 que con una media entrada larga dio buena muestra del apoyo y el cariño hacia los asturianos.

Veíamos colocados en la parte trasera del escenario dos micros que nos hacían intuir la presencia de coros. Los encargados de realizar esta labor serían dos invitados de lujo como Ruth (ex – Darna) e Ivan Blanco, antiguo compañero de Victor y que viene colaborando en Warcry de forma esporádica en los últimos años. El decorado contaba con dos telones laterales que hacían más recogido el escenario y con una gran pantalla tras la batería que proyectaría imágenes en relación a lo que nos iban interpretando en un set list que llegaría a los 24 temas y a más de dos horas y cuarto sobre las tablas.

El tema que abrió la noche, al igual que su última obra, fue “Alma De Conquistador”. Como siempre, sus seguidores cantaron a la par del vocalista, en uno de los inicios a por todas a las que el grupo nos ha habituado, demostrando que si alguien tiene seguidores fieles esos son Warcry. Y es que da igual a qué disco recurran, ellos siempre acompañan a su grupo. Aunque, evidentemente, hay favoritas para todos. De esas podemos considerar “Alejandro”, la que he visto interpretar con algo más de garra en otras ocasiones. Puede que alguien lo percibiera porque hubo quien comentó algo sobre el estado vocal de Victor, lo que éste escuchó y con lo que bromeó. Eso debió de encenderle, porque “El Anticristo” fue una inmensa pieza que levantaba sobremanera el listón de la actuación de ahí en adelante. Solo rendirme ante la forma en que bordaron uno de los temas más completos de su carrera, a mi modo de ver.

“Revolución” no es uno de los discos precisamente que mejor acogida tienen entre sus seguidores, pero si cuando recurren a él aciertan con una de las mejores piezas como es “La Carta Del Adiós”, bienvenido sea un recordatorio a ese disco. Bien es cierto que más adelante abría momentos más fríos. Pero en esta arrancada inicial la banda estaba dando el nivel que de ellos siempre hemos visto, con los actuales miembros de la banda brillando. Especialmente destacar la figura de Santi Novoa, además de aportando lo que se espera a los teclados muy atento a los seguidores de las primeras filas con continuos gestos. Y,  por supuesto, con Pablo García tan brillante como siempre a la guitarra, como auténtico veterano de la banda al lado de Victor y como un guitarrista de mucho nivel. Personalmente le echo en falta un acompañante que desde la marcha de José Rubio no ha tenido, no solo porque en los solos queda un poco vacío el sonido del grupo en vivo, sino porque los duelos de guitarra y los solos compartidos fueron una de sus señas.

Pero no por eso dejamos de disfrutar del concierto de lo lindo, con temas como “Coraje”, que si bien bajaba el ritmo de la actuación fue tocado con emotividad, y especialmente por parte de un vocalista que se iba entonando más a medida que avanzaba el concierto. Curiosamente en sus discursos parecía más cansado, pero en la interpretación de los temas rugía con su habitual fuerza. Bien es cierto que entre los potentes “Aire” o “Amistad”, tema de su última obra muy bien acogido por la parroquia, tuvimos algún momento en el que su voz podía reposar, como la balada “Recuérdalo”. Lógico cuando se tenía que marcar 24 temas sin abandonar el escenario en ningún momento. Y es que uno está un poco harto de que los vocalistas entren y salgan del escenario en función de si les toca o no. Victor sabe colocarse en un segundo plano cuando sus compañeros están en fase instrumental, pero su permanencia en el escenario, sus continuos guiños a todos sus compañeros y sus movimientos incluso cuando no le toca cantar nos hacen ver a un hombre gozando de lo que está haciendo, cómodo y feliz encima de las tablas.

Rescataron un tema no muy habitual como “Tu recuerdo Me Bastará”. Según nos explicaron el ver en youtube un video montaje con imágenes y la música de esta canción tuvo bastante incidencia en que la banda decidiera recuperarla. Posteriormente llegó otro de los momentos más grandes de toda la noche, con un impresionante “Nuevo Mundo”. El que sí bajo enteros a la descarga fue “Devorando El Corazón”, si bien fue otro momento de retroceso para retomar con fuerza la descarga con uno de sus mejores tramos. “La Vieja Guardia” fue una declaración de principios que se acompañó de imágenes en el fondo de diferentes grandes grupos de nuestra historia que siguen siendo difícilmente superables. No recuerdo a todos, pero no faltaron Barón Rojo, Judas Priest, Ozzy, Scorpions, Sangre Azul… y, por supuesto, Warcry; a los que, como dije en el inicio, creo que ya les corresponde un papel en la historia de nuestra música que no debe de ser pasado por alto. “Cobarde” fue el siguiente, el tema del maltrato de género por desgracia sigue muy presente con esta letra que la banda ha dedicado con mucha furia a todos esos cobardes.

El tono que estaba cogiendo el concierto seguía por buen camino con “Un Poco De Fe”, tal vez el que rescataría del concierto como una muestra de lo que vivimos. Pese a no ser de uno de los de primera época, este tema de “La Quinta Esencia” tiene una fuerza y un significado que llenan y que la banda transmite de forma especial, terminando con Pablo Garcia haciendo el solo con la guitarra tras su cabeza aumentando esas sensaciones de gran momento. “Tu Mismo”, precisamente uno de esos himnos de los comienzos que pone a cantar a todo el mundo, fue el siguiente. Pablo y Victor bromeaban cuando la gente comenzó a entonarlo repetidamente (así media hora, ja ja). Evidentemente no nos tuvieron media hora cantándolo, pero es uno de los que siempre han provocado más respuesta y entrega por parte de esa audiencia que en los conciertos es tan importante como el grupo. Esa otra parte que también tiene que responder para hacer memorable cada una de las actuaciones y que a Warcry sigue sin fallarle. No hubo momento que Victor dejara el micro que no encontrara eco en los incondicionales.

Parece que coincido con la mayoría de seguidores del grupo en que “Ardo Por Dentro” es de lo mejor de “Alfa”. Cuando Santi inicia el tema con ese teclado subrayando el estribillo que luego vamos a disfrutar la concurrencia reacciona con un estruendo. Posteriormente cantarían esas estrofas como si de un clásico ya se tratara. Continuando con el deleite generalizado “Espíritu de Amor” fue, como cabía esperar, el tema de influencia hard rockera del grupo que más ánimos levantó. Y para terminar antes de los bises esa declaración de principios llamada “Libre Como El Viento”, que se hace muy emotiva sobre todo cuando Victor termina prácticamente a capela diciendo hasta pronto.

Si tuviera que cambiar algo del concierto lo haría con el siguiente “La Vida En Un Beso”, pese a la introducción cinematográfica que queda muy bien no me parece tan imprescindible como “Nana”, que quedó fuera. Estoy seguro de no equivocarme si digo que la mayoría de sus seguidores hubieran alcanzado la plena satisfacción solo con este cambio en el repertorio. Pero en los bises se deben de colocar algunos de esos clásicos que son ya más que simples canciones y a por ellos fueron con “El Guardián De Troya”, muy fuerte, y un “Capitán Lawrence” con esa historia que eriza el bello.

Con un nuevo amago de despedida que muchos intuían definitivo algunos esperanzados se quedaron entre reiterativos oes y beste bat que ya se habían dejado escuchar a lo largo del concierto. No hubiera considerado justo que su disco de debut se hubiera quedado sin representación. Por fortuna ellos tampoco, porque regresaron para dejarnos un “Hoy Gano Yo” siempre triunfal. Con él, unas dos horas y veinte minutos después de que aparecieran en el escenario se despedían definitivamente habiendo dado todo lo que tenían dentro. Con alguna puntualización subjetiva, como las de una segunda guitarra que creo les vendría bien y algún tema que cuando llevas ya siete discos es lógico dejar en el tintero, pero demostrando la grandeza de esas canciones a las que el tiempo les ha dado más valor y manteniendo el vínculo especial que les une a sus seguidores para hacer de sus conciertos algo mutuo y entregado.

Texto y fotos: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)
MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)