CRÓNICA: YALAH FEST – QUAOAR + 5000 R.P.M. + SCUM TO THE LEADER

YALAH FEST

QUAOAR + 5000 R.P.M. + SCUM TO THE LEADER

4 – 05 – 12

Bilbao (Bilborock)

Volvimos a apoyar la iniciativa solidaria de Munduaz Blai organizando este festival por segundo año consecutivo con  tres bandas locales con el fin de recaudar fondos para ayudar a los campos de refugiados saharauis. Este año pasamos de la sala Azkena a Bilborock, síntoma de que el evento tiene intención de progresar. La mejor señal sería que no hubiera que hacer este tipo de iniciativas, pero visto el anquilosamiento de la situación sin que los gobiernos parezcan intentar cambiarlo, resultan necesarias estas iniciativas que esperemos sigan encontrando el suficiente sustento humanitario en las personas implicadas. Cualquier gesto es importante para hacer de este mundo algo diferente y mejor que el que nos quieren ofrecer los que lo manejan. Y la gente volvió a responder con buena presencia en la sala.

SCUM TO THE LEADER
SCUM TO THE LEADER

Para quien suscribe fue la oportunidad de conocer a las dos primeras bandas en liza, de las cuales no había oído nada hasta tener noticia de este Yalah Fest. Scum To The Leader fueron los primeros en salir a las tablas con una propuesta arriesgada, elaborada, progresiva y ambiental. Hay momentos en los que el grupo nos mete en pasajes muy profundos, mientras que en otros tramos brindan destellos veloces y técnicos. Fundamentalmente instrumentales, a los más metidos en estos terrenos musicales les puede parecer una maravilla de grupo, mientras que a los que estén habituados a algo más convencional les puede resultar aburrido. Teniendo en cuenta que las tres bandas tenían unas características comunes fueron más los que lo disfrutaron y muy pocos los que quisieron perdérselo. Desde el primer momento mucho público estuvo presente en la sala, adquiriendo merchand de la asociación o de los grupos y contribuyendo con algo más que la asequible entrada de 6 euros.

SCUM TO THE LEADER

Scum To The Leader sonaron de cine y ofrecieron un concierto donde pudimos disfrutar de todas las fragancias musicales que esconde una música donde hay un sinfín de matices. A veces apetecía cerrar los ojos y dejarse llevar por la imaginación que desprende la banda, capaz de trasportarnos a otros lugares, no sin dejar de ser concientes de la realidad De hecho, las partes cantadas, desgarradas, gritaban rabiosas mensajes de rebeldía y conciencia sobre lo que en este planeta, como parte de él, estamos viviendo muchas veces ante la pasividad total. Musicalmente músicos muy inquietos y también en su ideología, plasmada en retazos como estos, flotando sobre las holas de un rock progresivo de mucha calidad.

5000 RPM
5000 RPM

Un poco más frío me dejaron 5000 R.P.M., aunque en cuanto a la temática de sus letras solo he de quitarme el sombrero. Cuando vi junto a sus discos folletos informando de que el 11 S fue un trabajo interno de la C.I.A. o de la mentira de Bin Laden y Al Qaeda no pude menos que interesarme por una banda capaz de llevar adelante una propuesta con un mensaje tan valiente que cada vez más voces en el mundo están gritando con argumentos más que sólidos. Tangibles, diría yo. Musicalmente también son complejos, pero en directo me dio la sensación de que aún pueden currarse más el estilo que pretenden para transmitir textos como los que tienen. Tampoco les ayudó un teclado con el que tuvieron problemas, ya que en los primeros temas no sonó.

5000 RPM

Ellos en escena estuvieron intachables, entregados a su causa, en consonancia con el propio objetivo del festival con un mensaje directo a la conciencia de la humanidad y sudando la camiseta para ello. Me dio la sensación de estar ante muy buenos músicos, pero lo que plasmaron aún lo percibí un tanto deslavazado. Puede que tan solo sea un paso el que les falte, tan solo pulsar una tecla, porque lo que pretenden conseguir enlazándolo con la temática de sus letras es digno de aplauso. Como lo consigan conectar estaremos ante un grupo que me cautivará, porque soy de los que aplaude las propuestas diferentes y las personas que dan la cara. Ambas condiciones cumple 5000 R.P.M.

QUAOAR
QUAOAR

Llegaba el turno de Quaoar, que hacía tiempo que no se dejaban ver sobre un escenario. Puede que por ello no fuera esta la actuación donde más rodados les he visto, aunque con la calidad que ellos poseen y con un trabajo bajo el brazo que deja unas canciones para la posteridad inmensas, llamado “The River & The Soul”, es imposible que defrauden. Y no lo hicieron, porque con ellos nos sumergimos en ese río que conecta directamente con el alma. Esas son las sensaciones que evoca la música de los vizcaínos, que pese a su elaboración y complejidad nunca me ha parecido que pierda en directo con respecto a lo que en el relax de un sofá pueda producir. Todo lo contrario.

QUAOAR
QUAOAR

Y voy más allá del potente “Memento Mori”, que cayó esta noche atronando con cada uno de sus riffs. Antes de eso la banda comenzó a deleitarnos con la outro del disco, pieza homónima de su segunda obra. Poco a poco nos introducimos en ese universo donde no por una mayor densidad se pierde una latente tensión que imprime una fuerza a las canciones incluso en los tramos donde se roza el silencio, o donde tan solo unos arreglos relucen. Para ello la guitarra acústica, a la que recurre Iñigo de forma casi constante, es una parte fundamental.

QUAOAR
QUAOAR

Tuvo el vocalista dedicatoria especial en “My Anger Runs”, una de las piezas que a la larga más calan en todos los que hemos quedado maravillados por la música de Quaoar. Ahora bien, si tengo que quedarme con un solo momento del concierto lo haría con el final “Hear The Void”, extenso y lleno de emoción. Termina así la descarga con esas secuencias de las que se encarga Josu, dejando aún dentro de nuestro cuerpo resonando esas sensaciones.

Casi sin darnos cuenta llegamos al final, con el público disfrutando tranquilo y relajado, pero digiriendo cada nota, recompensando al final de cada tema y de la actuación a una banda que sigue calando muy hondo. En homenaje a la causa saharaui nos quedamos con la imagen de la gente de Munduaz Blai saludando al final de la noche y  las palabras de los propios Quaoar, pasando de temas políticos y simplemente pidiendo conciencia en la gente. Porque por ahí se empieza un cambio. La derrota sería caer en la indiferencia. De ahí la importancia de este tipo de actos no solo como fin recaudatorio, sino también como una llamada de atención de la que la música puede ser ideal portadora. Porque con bandas como la de esta noche, algo dentro de ti se tiene que activar.

Texto: ANTONIO REFOYO (antonio@lamiradanegra.es)

Fotos: MARI JOSE MARTIN (mari@lamiradanegra.es)